domingo, 25 de septiembre de 2016

Traje de saliva a la privatización educativa ("Una altra escola", TV3)

Si el sistema educativo de un país es su tesoro más valioso, el reportaje de la televisión pública de Catalunya sobre el proyecto “Escola Nova 21”


Nos muestra un futuro educativo dominado por los intereses de la educación privada, es decir, un futuro privatizado y privatizante, un futuro realmente negro. La futura nación catalana independiente nacerá con un sistema educativo muerto. Una nación que abandona cualquier aspiración a crear un marco común de conocimientos exigibles para todos sus ciudadanos, una nación condenada a aceptar un lugar discreto en la estantería del “todo a 100” de la globalidad laboral mundial, a producir una masa laboral “aún más”: Aún más barata, aún más dócil, aún más ignorante.

La propia presentación del reportaje es un ejemplo antológico de manipulación y tergiversación informativa:

“Buenas noches. Se va extendiendo la convicción entre los profesionales de la enseñanza y la ciudadanía que los métodos educativos tradicionales han envejecido de una manera acelerada. Afrontamos los grandes retos de una sociedad que se transforma con una enorme velocidad con estrategias pedagógicas caducas que tal vez potencian el desinterés y el fracaso escolar.
Los impulsores de la revolución educativa quieren superar la idea de la escuela como simple transmisor de conocimientos que se memorizan y se reproducen. La nueva misión, argumentan, es desarrollar competencias para la vida. Cambiar dinámicas, metodologías, rutinas, espacios, y el rol de maestros y alumnos no es nada fácil, pero el cambio educativo en nuestro país ya está en marcha. El proyecto “Escola Nova 21”, con un éxito sin precedentes, ya aglutina medio millar de centros dispuestos a dar la vuelta totalmente a métodos y estrategias. Un proyecto que interpelará finalmente al conjunto de nuestro sistema educativo. Nos hemos aproximado a la experiencia de cuatro de estos centros, tienen un objetivo común: Hacer del aprendizaje una auténtica pasión y una herramienta de futuro eficaz.”


...Al decir “Se va extendiendo la convicción...” cuando debería decir  “Vamos extendiendo la convicción...

...Al decir “La idea de la escuela como simple transmisor de conocimientos”. ¿simple? La transmisión de conocimientos es algo muy serio, y cualquier cosa menos simple.

...Al decir  “tienen un objetivo común: Hacer del aprendizaje una auténtica pasión y una herramienta de futuro eficaz”.  ¿Y los demás? ¿Fuera del proyecto “Escola Nova 21” la pasión no es auténtica, no pretendemos ser también una herramienta de futuro eficaz?

Pero es que todo el reportaje, minuto a minuto y segundo a segundo, es un completo e integral traje de saliva al proyecto “Escola Nova 21”, un bombardeo incesante de mensajes positivos, en el que ni existe ni se espera el más mínimo decoro de imparcialidad informativa.

...El juego espontáneo...
...Sin clases magistrales...
...Cae en picado la conflictividad...
...El aprendizaje tiene sentido...
...Superar la burocracia normativa...
...Desaprender...
...Aquel profesorado un poco holgazán...
...Desarrollar inteligencias múltiples...
...Yo no sé en otros centros, pero aquí no lanzamos la toalla...
...Libertad total para unos talleres adaptados a la edad...
...Sin pizarras, ni libros de texto, deberes, castigos o premios, sin la dirección de la maestra...
...Escuelas con modelos avanzados que ayudarán a escuelas públicas y concertadas a transformarse...

Y por si fuera poco, se adueñan de actividades de fuerte impacto social cuando no son exclusivas de estas escuelas:

Trabajo de integración con jóvenes inmigrantes y minorías étnicas:

Madres solidarias haciendo bocadillos para los niños del colegio con problemas de falta de alimentación:

¿Acaso el trabajo de integración y solidaridad social es monopolio de las escuelas de “Nova Aula 21”? ¿Dejarían de serlo si el proyecto acabara? ¿Los demás no somos solidarios o integradores? Si el modelo es tan bueno ¿Es necesario vender como propio lo que es de todos?  Es mezquino.

La gestión privada como motor de la innovación educativa.

Todo este reportaje apesta a privatización neoliberal del sistema educativo.

Mientras en los centros públicos se hace imposible mantener un equipo estable en los centros privados la propiedad puede imponer a los maestros que se han de renovar y cómo hacerlo

¡Ah! La propiedad privada como mecanismo para la imposición (¡que no impulso!) de la renovación de los maestros. El futuro de la educación de Cataluña en manos de la escuela concertada-privada y en particular de un individuo venido del mundo de las altas finanzas y del business-friendly (más friend que business):


Este señor reivindica la introducción de las “Charter School” americanas en Catalunya: Escuelas que reciben dinero público pero que se gestionan de forma privada. Es muy libre de pretenderlo. En América hace veinte años que el sistema público de enseñanza se abrió a este tipo de iniciativas privadas, pero es que allí parten de un sistema público férreo (exceptuando una ínfima minoría de escuelas para ricos totalmente privadas). Pero aquí el sistema educativo lleva más de treinta años semiprivatizado:  Escuelas públicas (60%) y escuelas privadas-concertadas (40%). Aquí ya tenemos “un sistema donde hay escuelas autónomas con proyecto educativo propio, con estabilidad de plantilla, con capacidad de seleccionar el profesorado en base a este proyecto educativo...” etc. etc.

Pero es que, además, el sistema educativo catalán, con su modelo mixto (60% pública vs. 40% privada/concertada) finalizaba en una prueba objetiva y general, la Selectividad, en la que los estudiantes de la escuela pública siempre han sacado mejores notas que los de la privada-concertada. Incluso jugando la escuela pública en inferioridad de condiciones al no poder filtrar los alumnos ni exigirles pagos “bajo mano”.

La escuela pública siempre estuvo por delante de la privada en resultados académicos, en solidaridad y en integración social. Este ha sido siempre el gran orgullo de los profesores de la pública.

Y para destruir el orgullo de la pública (objetivo último de todo este chiringuito) es necesario destruir la única prueba objetiva de conocimientos reales que existe aún en el sistema educativo: La Selectividad. A lo largo de este “reportaje” son constantes las muestras de incomodidad con dicha prueba, a l que se llama “...la prueba anacrónica de la Administración...”. Se acusa a la Selectividad de no valorar convenientemente las potencialidades de los alumnos de "la nueva educación":

...Las temidas pruebas de acceso a la universidad, de futuro incierto, abren o cierran la puerta a la carrera deseada. Unas pruebas muy orientadas a los contenidos y poco a las capacidades creativas, de trabajo autónomo y colaborativo de alumnos como los del colegio Montserrat...

Aquí el lazo retórico es ya soga de horca: Puesto que será del todo imposible valorar las capacidades creativas, de trabajo autónomo y colaborativo, si no existiera la selectividad la única acreditación posible sería matricularse y cursar estudios en el colegio Montserrat, y pagar religiosamente sus cuotas, por cierto, nada asequibles para ser una concertada:

http://www.xarxatic.com/los-centros-concertados-no-hacen-negocio-el-caso-del-colegio-montserrat/

Todo el proyecto “Escola Nova 21” no es más que un "caballo de troya" de la escuela privada para destruir el sistema público educativo desde dentro.

El aprendizaje mágico.

El pensamiento mágico de la "nueva pedagogía" inunda todo este proyecto con su halo de autocomplacencia equiparable a la más destructiva secta. Yo, como profesor de matemáticas, aunque hace años que ya abominé de la pseudociencia de la “didáctica” aún me asombra. Veamos el fenómeno con más detenimiento, abramos nuestro espíritu a la maravilla:

Secuencia 1: Niños jugando. Habla una maestra:  “Que este juego espontáneo, cuando [el niño] va creciendo le lleva a un momento a saber que hay un algoritmo que se llama división y esto, es decir, esta presencia de este algoritmo que se llama división es una actividad que evidentemente el maestro tiene que hacer”.


¡Ah! El algoritmo de la división le llegará al niño como presencia místico-metafísica, no sabemos si será en forma de arbusto flameante o blanca paloma, entre juegos y entretenimientos. El mismo principio cognitivo que le lleva a mi sobrina de dos años a querer subir ella sola al tobogán, a ver que ciertos cubos de colores caben o no unos dentro de otros (¡Oh maravilla! ¡Siempre los pequeños en los más grandes!) ese aprendizaje innato maravilloso de los más pequeños, se pretende convertir en principio universal del aprendizaje. Los conocimientos van cayendo por sí mismos. Y los que no llegan, se googlean. Y cuando al niño se le presente el algoritmo de la división, allí estará el profesor esperando, para mostrárselo en todo su esplendor entre lágrimas y abrazos.

Secuencia 2: Vemos un grupo de adolescentes preparando la selectividad de matemáticas resolviendo problemas de cálculo diferencial, llenando las paredes-pizarra de fórmulas matemáticas, con bastante destreza, por cierto.


Pero aquí nadie explica nada: Nadie nos informa si el método pedagógico lúdico-mágico alcanza también a la comprensión de los secretos del cálculo diferencial y la geometría analítica preuniversitaria, si estos jóvenes alcanzaron estas destrezas con arcillas y plastelinas.

En  la “nueva pedagogía” todo consiste en provocar el mareo con un juego de trileros en el que la bolita del aprendizaje se esconde saltando sin parar del cubilete de la educación infantil, al cubilete de la primaria, la secundaria y el bachillerato.



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