miércoles, 25 de noviembre de 2020

La guerra está acabando, la derrota es inminente.

Con el obsceno descaro del que se sabe victorioso, leemos en el diario El País de hoy (link):

[...]El concepto de pérdida de curricular, recurrente a lo largo de varias reformas y en varios países no es una mera reducción en la extensión, sino un cambio en la óptica curricular: se sustituye la acumulación enumerativa enciclopedista por la profundización del conocimiento que se elige como esencial. En este sentido, el menos se convierte en más solidez, uso y profundización del conocimiento”, indica el documento[...]"

¿Eso del "menos se convierte en más", donde lo habré yo leído? ¡Qué te voy a contar!... en nuestros oídos resuenan la palabras proféticas de Orwell en su obra "1984":

"...Creerás, seguramente, que nuestro principal trabajo consiste en inventar nuevas palabras. Nada de eso. Lo que hacemos es destruir palabras, centenares de palabras cada día. Esta­mos podando el idioma para dejarlo en los huesos. De las palabras que contenga la onceava edición, ninguna quedará anticuada antes del año 2050—...."

"...La destrucción de las palabras es algo de gran hermo­sura. Por supuesto, las principales víctimas son los verbos y los adjetivos, pero también hay centenares de nombres de los que puede uno prescindir. No se trata sólo de los sinóni­mos. También los antónimos. En realidad ¿qué justificación tiene el empleo de una palabra sólo porque sea lo contrario de otra? Toda palabra contiene en sí misma su contraria. Por ejemplo, tenemos «bueno». Si tienes una palabra como «bue­no», ¿qué necesidad hay de la contraria, «malo»? Nobueno sir­ve exactamente igual,"


Lo vengo diciendo desde hace años en este blog: La guerra está acabando, y nuestra derrota es inevitable . Las escuelas e institutos son un territorio conquistado por el enemigo. Al gremio docente, cautivo y desarmado, solo le queda aceptar la derrota. Pero nos queda huir al bosque. La obra Farenheit 541 es especialmente sugerente:

 [...]Siempre estamos viajando, y no queremos enterrar la película y regresar después por ella. Siempre existe el riesgo de ser descubiertos. Mejor es guardarlo todo en la cabeza, donde nadie pueda verlo ni sospechar su existencia. Todos somos fragmentos de Historia, de Literatura y de Ley Internacional, Byron, Tom Paine, Maquiavelo o Cristo, todo está aquí. Y ya va siendo tarde. Y la guerra ha empezado. Y estamos aquí, y la ciudad está allí, envuelta en su abrigo de un millar de colores. ¿En qué piensa, Montag? —Pienso que estaba ciego tratando de hacer las cosas a mi manera, dejando libros en las casas de los bomberos y enviando denuncias[...]

[...]Somos ciudadanos modélicos, a nuestra manera especial. Seguimos las viejas vías, dormimos en las colinas, por la noche, y la gente de las ciudades nos deja tranquilos. De cuando en cuando, nos detienen y nos registran, pero en nuestras personas no hay nada que pueda comprometernos. La organización es flexible, muy ágil y fragmentada. Algunos de nosotros hemos sido sometidos a cirugía plástica en el rostro y en los dedos. En este momento, nos espera una misión horrible. Esperamos a que empiece la guerra y, con idéntica rapidez, a que termine. No es agradable, pero es que nadie nos controla. Constituimos una extravagante minoría que clama en el desierto. Cuando la guerra haya terminado, quizá podamos ser de alguna utilidad al mundo[...]


Divulguemos conocimiento. Vivamos el conocimiento. Seamos conocimiento vivo. El bosque ahora es Internet, las redes sociales... Allí estaremos, siguiendo las viejas vías, durmiendo en las colinas... De Blogger a Facebook, de Mega a Instagram...

¿Por cierto, conoces la biblioteca TooMuch

sábado, 3 de octubre de 2020

Ole tus cojones, Romanones

 He dedicado unos días a la lectura de "Notas de una vida (1868-1912)", la autobiografía de Álvaro de Figueroa,  Conde de Romanones, el último cacique castellano.


Tediosa, almidonada, un retrato en posición de gesta sin más objetivo que ensalzar su imagen. Aburrida como una ostra, pero ostra con perla: 

...Lo indispensable para gobernar no se aprende en los libros. Para ello no se ha escrito aún el texto único. Todo depende de la inspiración de cada momento, del golpe de vista para apreciar las circunstancias y los hombres, para advertir los peligros, para descontar lo por venir. Esto no quiere decir que no sean provechosos los libros. Lo son, y en alto grado. Pero quien gobierna puede aprovecharse de cuanto encierran los libros sin haberlos abierto; para ello ni aun tiempo debe tener; basta con que halle a su lado a alguno que se queme las cejas en sus lecturas, un técnico; que los técnicos son utilisimos cuidando de no sacarlos de su esfera porque fuera de ella son harto peligrosos. En la vida, y sobre todo en el Gobierno, constituye especial talento saber aprovecharse del talento de los otros....

Ole tus cojones, Romanones.

Tenemos que estudiar el siglo diecinueve, lo digo como inversión de futuro. Porque tal vez algún día los historiadores tendrán que alargar el siglo diecinueve hasta bien entrado el siglo veintiuno. Y volveremos a hablar de caciques, y de analfabetismo, y de una educación orientada a formar técnicos competentes, pero incultos para todo lo que "salga de su esfera", una educación basada en "competencias básicas"...


miércoles, 1 de julio de 2020

La jubilación llega, la lucha continúa

Ayer se jubiló Fernando de la Cueva.

Escribía yo hace unas semanas, a modo de provocación, que "los profesores y responsables educativos hemos asumido nuestra condición de palanganeros del burdel educativo."  (link)

Fernando jamás aceptó la condición de palanganero. No. El luchó hasta el último momento.

Pidió que le dejaran dar clase en paz, pidió seguir utilizando el libro de papel, como siempre. Se rebeló contra el dictado de las editoriales y su miserable modelo comercial de "licencias digitales", basura educativa envuelta en celofán digital. Llevó su caso hasta el defensor del pueblo, sin éxito.

Su caso apareció en los medios de comunicación:

Reportaje en el diario "El Periódico de Aragón", el 6-10-19
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/aragon/me-senti-saco-boxeo_1388951.html?utm_source=noticias_diario&utm_medium=newsletter&utm_campaign=2019-10-06

Entrevista radiofónica en "Por fin no es lunes", de Onda Cero Radio, el  28-9-19
https://www.ondacero.es/programas/por-fin-no-es-lunes/podcast/entrevistas/la-rebelion-analogica-el-profesor-de-matematicas-de-los-libros-de-papel_201909285d8f02960cf260a8c23730fa.html

Entrevista radiofónica en "Mediodía COPE", el 19-9-2019
https://www.cope.es/programas/mediodia-cope/noticias/libros-antes-que-tablets-profesor-recupera-una-edicion-2008-para-dar-sus-clases-matematicas-20190919_501830

Reportaje en el diario "Heraldo de Aragón", el 1-10-19
https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2019/10/01/un-profesor-de-matematicas-reparte-120-libros-en-sus-clases-ante-la-imposicion-de-tabletas-1336402.html#

Intervención en el programa de la TV autonómica balear "Cinc Dies" de IB3, el 7-10-19
https://ib3.org/cincdies?pl=1&cont=ab966f78-16f7-4401-8001-fad05ad59103&t=2037,2250

Reportaje en el diario "El Mundo",  17-9-2019
https://www.elmundo.es/espana/2019/09/17/5d7fe2d421efa095348b45c3.html

La jubilación es un hecho puramente administrativo. Los jóvenes de Zaragoza ya no tendrán el lujo de recibir tus clases, pero la lucha continúa.

Que nadie se equivoque. Esta no es una guerra de los que "estamos dentro", ni de los que "seguimos en activo". No podemos aceptar que el sistema educativo se convierta en un infierno en el que los profesores tradicionales hagamos de lacónicos virgilios. La lucha nos concierne a todos como ciudadanos, jubilados y no jubilados. Hay que luchar, desde dentro y desde fuera, antes y después de la jubilación, siempre.

Y para empezar su nueva etapa, Fernando nos propone la lectura de un libro: "Elogio del papel. Contra el colonialismo digital", de Roberto Casati (link)


No sé tu, pero yo ya tengo lectura.

jueves, 25 de junio de 2020

¡Viva Portugal!

Cuando te vengan con chorradas educativas de un país lejano
¡Responde tú con el dato concreto del país de al lado!

Me he entretenido unos días en traducir y resolver la prueba de selectividad de matemáticas del año pasado de Portugal.


Una prueba exigente, de temario amplio, con calculadora y sin calculadora, con geometría, con trigonometría, con probabilidad y estadística, con combinatoria, números complejos, progresiones, cónicas...

Sin la demencial obsesión que tenemos aquí por las matrices 3x3, los sistemas sobresaturados de parámetros o por las derivaciones de funciones absurdamente barrocas.

Comparada con la portuguesa, las diecisiete (!) pruebas españolas destacan por su mediocridad.

Y entre toda esta mediocridad, destaca sin duda la prueba catalana, que, además de todas estas carencias y de destacar por encima de todas por su extrema anorexia, carece desde hace una década de todo el bloque de la probabilidad y estadística. Precisamente la matemática con más aplicaciones prácticas en la vida real, la más necesaria, sí, la de las epidemias...  ¿Es un fet diferencial català?

Los jóvenes catalanes llevan más de una década sin saber lo que es el teorema de Bayes o la distribución normal. Bueno, sí, lo saben por la serie Big Bang Theory:



¿Por qué? ¿Qué consecuencias tiene toda esta mediocridad institucional? ¿Por qué los jóvenes de Portugal acaban su etapa preuniversitaria con una prueba de matemáticas cien veces más exigente que la española?

domingo, 14 de junio de 2020

La verdad sobre Eduard Vallory

Nunca como ahora se había hablado tanto de educación. Las redes sociales no dan abasto, se  debate incesantemente sobre el modelo educativo que debemos seguir durante y después del confinamiento.

Mal camino.

¡Profesores de España, parad!
¡Docentes españoles, no sigáis por ese camino!

Volved a vuestros habituales quehaceres:
Que el músico no deje la guitarrita
Que el filólogo no abandone a Quevedo
Que el biólogo no deje de hacer modelos de plastelina

No salgáis del paraiso de los saberes concretos.
No os perdáis por los saberes generales
No mordáis la manzana del bien y del mal.
No queráis saberlo todo.

Anoche me pasé hasta las tres de la madrugada resolviendo un problema de combinatoria de cuatro embajadores y sus cuatro consejeros, que tienen que sentarse alrededor de una mesa redonda de 12 asientos. No te miento, lo puedes encontrar en la página 17 de este dossier. Nunca hasta ahora había comprendido cómo soy de afortunado por poder hacerlo. Pero en otro tiempo yo me interesé por la educación.

En Cataluña se da la mayor densidad de expertos educativos por kilómetro cuadrado de todo el mundo. Y por encima de todos sobresale la figura magnífica de Eduard Vallory, el iluminado, el luminoso, the chosen one, el guía espiritual de todos nosotros. El que, sin haber pisado en su vida un aula de instituto, atesora todas las claves de la educación del siglo XXI, nos muestra el camino.

Resulta, yo te explico, que nosotros los profesores "tradicionales" somos como los caracoles, que arrastramos un pesado caparazón de conocimientos. El educador del siglo XXI debe ser más bien como la babosa, todo músculo... ¿Pero quién soy yo para glosar la palabra del Maestro?

Yo he divulgado su palabra en este humilde blog. Y recogí todo lo que él decía, y todo lo que de él se decía.

Pues un buen día, hace unos años, me comenta un amigo –Oye, mira La Vanguardia de hoy, que sale el Vallori. Y yo entré en la web de La Vanguardia, y busqué y busqué, y no encontré nada. ¡El artículo había desaparecido!

Pero recordé que Google, además de mirar las páginas que encuentra, siempre guarda una copia de ellas ¡Y allí estaba! la noticia había sido borrada horas después de haberse publicado, pero Google había conservado una copia. Y la publiqué en mi blog, para que de Él nada se perdiera.

El artículo habla de no sé qué de una agenda Moleskine, y de todo lo que en ella estaba apuntado. Que en ella aparece el nombre de Vallory, que estaban organizando el sistema educativo de la República Catalana independiente, y que iba a ser "sin maestros funcionarios"

Pero ¿por qué La Vanguardia publicó una noticia y horas después la borró? Qué sé yo. Yo solo soy un pobre matemático.

Todo se va complicando, pero aún, dirás, somos personas preocupadas por la educación, por el modelo educativo que necesitamos.

El año pasado contactó conmigo un periodista, Juan Pablo Cardenal. Estaba escribiendo un libro sobre el "procés" independentista catalán y recababa información sobre Eduard Vallory. ¡Y contactó conmigo!

Si, como decía antes, en Cataluña se da la mayor densidad de expertos educativos por kilómetro cuadrado del mundo, tiene sentido que aparezca el fenómeno del experto en expertos educativos, ¿Y acaso soy yo un experto en Eduard Vallory?

Le dejé bien claro que yo no soy ningún entendido en política, solo una persona interesada en el modelo educativo, y le comenté mi ciber-rescate del artículo desaparecido.

Hace unos meses salió a la venta el libro. Se llama "La telaraña". Lo compré, claro, para una vez que aparezco en un libro...


El libro no habla de educación, trata de política. De cómo funciona la política en el siglo XXI. De lobistas que se venden por dinero. De exdiplomáticos europeos reconvertidos en mercenarios al servicio de cualquier causa con muchos ceros. De Consultorías diplomáticas especializadas en asesorar movimientos de autodeterminación de todo el planeta. De congresistas americanos al servicio de cualquier causa que les llene el bolsillo. De cómo funciona la ONU, un gigantesco mercado de comisiones y comisionistas al servicio del dinero. Y de la ONU a la Unesco, y de la Unesco a la Unescocat, y de la Unescocat a Vallori.

Money makes the world go round cantaba Liza Minelli.

Leo: "La ONU es un gigante burocrático que abruma y que además es difícil de definir [...] Es el lugar idóneo donde promover causas perdidas. No hay mejor escaparate que la ONU cuando se trata de vender una mercancía, la que sea, pues mucho de lo que allí ocurre tiene que ver con hacer lobby..."

Dinero, muchísimo dinero. En canapés de tortilla de patata, en ganar simpatizantes y adeptos, en Washinton, en Bruselas, en Ginebra...todo funciona a base de dinero. En política todo se compra y se vende, también el cariño verdadero.

¿Y la educación, qué fue de ella? La educación sencillamente no existe, sencillamente importa una mierda. Y esa es la verdad, la puta verdad, como diríamos en mi barrio.

Que los políticos se acercan a nosotros como aquellos señoritos que los jueves por la tarde bajaban al parque a burlarse de las criadas en su tarde de paseo.

Para una vez que salgo en un libro, es sobre el poder del dinero.

¿Qué sé yo de todo esto? Lo mejor es volver al paraiso del conocimiento concreto, de los cuatro embajadores, con sus cuatro consejeros, que se sentaban en una mesa de 12 asientos. Los embajadores en lugares pares, y al lado sus respectivos consejeros...

miércoles, 20 de mayo de 2020

Somos el 99%

El proceso de americanización del sistema educativo sigue su curso, imparable.

Y por  "americanización" entiendo que se puede dar mierda al 99% de la población siempre que se mantenga el 1% restante en la excelencia (Princeton, Yale, MIT, Standford…)

Este proceso se realiza, a saber:

Por la parte docente, degradando la carrera profesional hasta hacer de ella un trabajo basura más, un “McJob”, como servir hamburguesas o lavar coches. La primera temporada de “Breaking Bad” o la segunda temporada de “The Wire” son muy ilustrativas.
Objetivo realizado. La carrera docente, libre ya de cualquier traza de intelectualidad pasada, es la opción profesional para quien no tiene otra opción. Entras en listas porque tienes que pagar facturas. El profesorado tradicional, cautivo y desarmado, se va jubilando.

Por la parte del estudiante, diluir, atomizar, embarrar los contenidos hasta hacer de cualquier estudio un ridículo carrusel de experiencias lúdico-festivas. Incluso la Universidad se ha convertido en un parque de atracciones para jóvenes.

Pero entre tanta basura, ¿Qué es ser universitario? En la entrevista al filólogo Albert Hauf


encontramos un elemento que, para mí, es clave:

“[…]En els anys seixanta i setanta, quan jo era a Cardiff, confeccionàvem una reading list, una llista de llibres amb més de dos-cents títols per tal que els estudiants anaren llegint durant tota la carrera, i per això les vacances eren llarguíssimes, el curs durava només cinc mesos, la resta era temps per a llegir i això era un gran enriquiment[…]”

Una “reading list”: Una lista de 200 libros para leer. Poniendo así el protagonismo y la responsabilidad en el estudiante. Cursos cortos, de cinco meses, vacaciones largas ¡Para poder leer aún más todavía!

Y ahora escuchemos de fondo, toda la tropa de pedagogos y expertos educativos  … “¡Imposible!”, “¡Inaceptable!”, “¡Decimonónico!”, "¡Eso ya no existe!"

¿Que no existe?

En España se imparte desde hace años el llamado “Bachillerato Internacional”, un bachillerato de excelencia. En Cataluña se imparte incluso en institutos públicos, sus alumnos se juegan todo en un único examen final (sí, la Reválida existe, pero solo para el 1%)  y además en castellano.

Si no sabes más de este Bachillerato Internacional es porque tú, como yo, formamos parte del 99% restante.

Y una de las características de este bachillerato es su austeridad. Y que los estudiantes reciben listas de libros para leer.  Que el aprendizaje está basado en libros.

Aprendizaje sólido basado en libros (en papel o en pdf) para el 1% de la población. Aprendizaje gaseoso basado en ciber-embrutecimiento para el 99% restante. Este es el modelo educativo que se está consolidando.



sábado, 9 de mayo de 2020

Palanganeros

Recuerdo los tiempos en los que solo por leer la columna de Vázquez Montalbán de los lunes, solo por eso valía la pena pagar  las cien pesetas que costaba el diario "El País".

Aquellos tiempos en los que los periodistas no habían asumido aún su condición de palanganeros en el burdel mediático.

Como decía en mi anterior entrada, ahora toca martillear la idea de que sin Internet no se puede aprender. Y para ello vale todo.

Vale incluso (¡hay que tener cuajo!) presentarse en ese horrible lugar llamado "La Cañada Real" para recoger el testimonio de Cristian, un chaval que

"sin Internet en la chabola, recibe un taco de deberes cada 15 días".


Que quede claro: Cristian no puede estudiar porque no tiene Internet, y eso es lo inaceptable. Es aceptable, inevitable, la existencia de un vertedero de jeringas usadas (y reusadas) como es "La Cañada Real". Es aceptable que niños como Cristian crezcan en el mayor supermercado de la droga de Europa. Lo que no es aceptable es que no tenga Internet.

En esto, los profesores y responsables educativos hemos asumido, también, nuestra condición de palanganeros del burdel educativo. Exigimos gigas, muchas gigas de datos. Aún no sabemos para qué, (porque todavía no nos han dicho qué enseñar) pero hay que gastar gigas, pedir gigas, usar gigas.

“Algunos centros ni se han preocupado en llamar porque se da por hecho que en todas
las casas existe conexión a Internet”, dice la directora de la fundación.

Lo fácil sería consultar las dudas en Internet, pero consultar las dudas en Internet significa tener Internet. En esta chabola esto se traduce en el tiempo en que le duran los datos del móvil a los padres: no más de una semana.

Internet, "haberlo hailo". Y sería una herramienta fabulosa para que chavales como Cristian, incluso en infiernos como "La cañada Real", pudieran aprender. Lo que no hay son las decenas y decenas de Gigas que exige "la nueva educación": El vídeo, la videoconferencia... Nunca se había exigido tanto para aprender tan poco.

Ya puestos, en vez de esa foto de familia a lo "Los Santos Inocentes" (tiene guasa: Se puede ver al fondo claramente un Mercedes, un BMW, lo que parece un todoterreno de gama alta, y a la derecha, un individuo mirando un móvil), yo hubiera puesto un helicóptero de la UNESCO sobrevolando la zona, lanzando "tacos de deberes" a la población en paracaídas, como en esos reportajes del hambre en Africa.

- ¿Te gusta leer? 
- Me encanta, pero aquí no tengo libros.

¿Y por qué no tiene libros? El reportero dicharachero no nos lo aclara. Misterio. Ya te lo digo yo: Porque eso va en contra del modelo de negocio de Santillana  y sus ominosas "licencias digitales", el modelo "tanto pagas, tanto aprendes".

martes, 28 de abril de 2020

Hard Problems (Incultura e ignorancia a velocidad 4G)

Se repite una y otra vez. Es la imagen de la educación en tiempos de Coronavirus:



Niño rico = Conexión a Internet = Videoconferencia con su profesora = Aprendizaje

Niño pobre = Lápiz y papel = Imposibilidad de aprendizaje

Otro mantra de la nueva educación "Sólo se puede aprender mediante una potente conexión a internet". Indiscutible.

¡Mira el niño! ¡Qué lástima, con su libretita y su lapicero!

En toda la etapa educativa ¡Incluso en la universitaria! Los profesores tienen terminantemente prohibido canalizar el aprendizaje en los libros. Leer el libro, seguir el libro, buscarse la vida en los libros, todo esto está prohibido. Se está aprovechando el coronavirus para desterrar los libros del aprendizaje. Los libros se consideran rancios, decimonónicos, memorísticos, caducos.

Pero el libro pone el protagonismo del aprendizaje en el estudiante, que lee, que toma notas con su lapicero, que vuelve sobre lo leído, mientras que el vídeo se lo roba, en el vídeo el protagonista es el profesor que aparece por pantalla. Los profesores convertidos en teletubis, estudiantes convertidos en objetos pasivos delante de la pantalla.

Pero el libro es barato.

Ayer vi la película "Hard Problems", un reportaje de la MAA (Mathematical Association of America) sobre la vida cotidiana de los jóvenes seleccionados para participar en la Olimpiada Matemática Internacional. Está en Youtube:


Vale la pena ver la película. Da igual si no sabes inglés. Da igual el minuto/segundo en que la pongas.

No verás tecnología alguna, solo jóvenes con lápiz y papel. Protagonistas de su aprendizaje.


No verás ordenadores ni cibernética. Sólo jóvenes esforzados, pensando, aceptando el reto.


Jóvenes disciplinados en ambientes de estudio sobrios, austeros.


Jóvenes que son evaluados, una y otra vez. Que lo dan todo en cada problema. Que aceptan la evaluación sistemática. Que piden ¡exigen! los criterios de evolución más exigentes. Toda la película es una sucesión de exámenes.


Jóvenes que aprenden más, que estudian más, que saben más, que acumulan más conocimientos. ("Acumular conocimientos": El gran anatema de la nueva educación)

Jóvenes que deberían ser ejemplo y modelo para todos. Pero que no lo son. Y así nos va.


Y ahora calla, mantén el silencio. Los olerás venir. El apestoso hedor de los pedagogos y expertos educativos. La Santa Inquisición de la Iglesia de la Divina Didáctica clamando su maldito mantra "¡Ese modelo educativo sólo es válido para una élite de estudiantes superdotados, pero no se puede aplicar al común de los estudiantes...!" "¡Lo que es bueno para los mejores, no es bueno para todos!"    ¡Penitenciagite!

Sobre todo cuando lo bueno es barato, austero, cuando lo bueno es contrario al dictado de la sociedad de consumo.



viernes, 17 de abril de 2020

50 Gb de ignorancia e incultura

Parece ser que el conseller de Educación Sr.Bargalló distribuirá entre los alumnos más desfavorecidos ordenadores portátiles dotados de 50Gb de internet móvil. Para que puedan ver vídeos, vídeos, vídeos y más vídeos. Y actividades "interactivas".

Y, así, poco a poco, día a día, vamos haciendo más confortable el infierno educativo.  Con una masa de jóvenes esclavizados del vídeo "in stream".

Ellos, la generación del "aprender a aprender", incapaces de mantener la mínima tensión mental necesaria para leer un texto.

Ellos, la generación de "el aprendizaje competencial", incompetentes para tomar un libro con las manos y leerlo.

Porque para poder llegar a estar en lo más alto del ranking internacional de paraísos turísticos con la mejor calidad precio en putas y camareros, es fundamental erradicar el libro del proceso de aprendizaje. Porque el libro es austero, incontrolable, nos hace cultos... Porque con el libro se aprende. El coronavirus lo único que ha hecho es acelerar el proceso.

Oremos: Erradiquemos los libros así como hacemos erradicar los deberes, no nos dejes suspender y líbranos de la evaluación. No nos dejes caer en la tentación de transmitir el conocimiento, pues nuestro será el cielo neoliberal en el que todos seremos siervos de Amazon, (seremos uno con Amazon, consumidores de Amazon y benditos repartidores de Amazon al mismo tiempo). Netflix nuestro de cada día, dánoslo hoy, que ese será el pan de los pobres. Bienaventurados serán los docentes que educan en felicidad pues de ellos será el reino del chollo educativo, y vivirán felices del cuento.

(Fragmento del Santo Evangelio de La Nueva Educación según San Eduard Vallory 13,1-9)



lunes, 23 de marzo de 2020

Austeridad

Y todavía me preguntas qué es la antididáctica. Yo te lo digo.

Falleció mi madre el pasado día 5. El sábado 7, en una sencilla ceremonia, improvisé un pequeño homenaje a su persona.

¡Hubiera merecido tantos!

En clave feminista, aunque, condenada a perpetua condición de "ama de casa", quede fuera del canon feminista actual.

O como ejemplo para todos en su lucha contra el cáncer, protagonista serena, digna y valiente, desde el primero hasta el último día.

Y sin embargo, en aquel momento me dio por agradecerle la herencia que me ha dejado: Su sentido de la austeridad. Una austeridad castellana, saber vivir con poco dinero. El valorar las cosas. El usar los folios por las dos caras. El gastar el lapicero hasta el final. El acabar el plato. Las rodilleras...

Mi madre nació y pasó su niñez en un pueblecito aislado del norte de Guadalajara, en plena posguerra. Estudiado a la luz de un quinqué de aceite, con catorce años ya estaba de "interina" en una casa bien de Madrid.

La austeridad como principio moral. ¡Qué difícil es transmitirlo! Mi sobrina Alba, con cinco años, tiene más juguetes y cachivaches electrónicos que yo tuve en toda mi vida.

Austeridad. ¡Cómo explicártelo! Mi madre pasó sus últimos días en la butaca, distraída viendo vídeos de youtube. En el entierro de mi madre recordé uno que la emocionó especialmente: La vida y milagros de Cuerpo Azucar, el hojalatero de los pueblos de la zona del Alto Rey, los alrededores de Bustares.


De una lata de aceitunas del suelo te hacía un jarrillo, y con la tira que sobraba del asa te hacía un silbato "chiflo" para el niño ¡Y el que ganaba dinero tenía que invitar a vino! ¡y escapar de misa para quitar tordos del tejado de la ermita!

Yo, como matemático, hago como el hojalatero Cuerpo Azucar: Yo busco problemas matemáticos, y con mis manos los limpio, los ordeno, y los comparto. Hago lo que puedo.
Te hago un cono. Con un trozo de chapa  16:29 o con Mathematica 12.0 ¡Qué importa eso!
Así de sencillo. ¡Se puede hacer, aprender y enseñar tanto! ¡Se necesita tan poco! Solo se necesita silencio y tiempo. Yo no necesito gurús pedagógicos que me lleven al conocimiento, que me vendan el acceso al conocimiento. Yo, el conocimiento, lo cojo del suelo, lo encuentro entre las piedras, y en el tejado de la ermita. El conocimiento está en los libros. No necesito intermediarios, gracias.

La matemática es la austeridad del conocimiento. Hacer matemáticas es como hacer un silbato con un trozo de lata. ¿Pero quién valora hoy eso?

Enterré a mi madre y días después llegó la pandemia del coronavirus. Y se cerraron las escuelas. Y todo el profesorado va loco intentando dar clase por videoconferencia y no sé cuantas más chorradas tecnológicas. Porque nuestros jóvenes ¡ni siquiera los universitarios! saben lo que es coger un libro, sentarse y leerlo. Mira que es fácil, pues no saben qué es leer algo y pensar luego sobre ello. Creen, en serio, que los libros son cosa de antaño, como el Cuerpo Azucar, hojalatero.

Que qué es la antididáctica. Es ser consciente de que, cuanta más pedagogía, más lejos queda el conocimiento.

viernes, 6 de marzo de 2020

Frustración: Principios y funcionamiento. Gestores de la frustración

Esto va de frustración. De la gestión de la frustración y de los gestores de la frustración.

En política, la gestión de la frustración se llama nacionalismo.

Hace unos ocho años los catalanes vimos que Europa iba saliendo de la crisis mientras que nosotros seguíamos en ella: Frustración. Y los políticos (ciertos políticos) cogieron toda esa frustración colectiva, y con la levadura metafísica del “derecho a la autodeterminación”  amasaron el pan nuestro de cada día llamado “procés”. Que a su vez genera más y más frustración en todas sus facetas: Odio, rencor, reproche…

En educación, la gestión de la frustración se llama pedagogía. (o didáctica).

La vida de todo individuo se divide en dos partes claramente diferenciadas: Mientras crees que la vida te va a dar todo lo que te mereces, y a partir del momento en que adquieres conciencia que no va a ser así. Que no vas a tener el sueldo que mereces, ni vas a viajar tanto como quisieras. Frustración.
¡Y mira que, aun así, la vida es hermosa! Se pueden hacer tantas cosas, aprender tanto, tener tantas experiencias maravillosas…
Pero ahí están: Los “expertos en educación”, que gestionan y alimentan la frustración. ¿Qué te ves obligado a trabajar en un Aldi? ¡Pero tu hijo será un maravilloso violinista con cinco años gracias a la neurociencia!
¿Qué encadenas trabajo precario, uno tras otro? ¡Pero tu hijo tiene un talento especial! ¡Que sí, ya verás! Y si no la culpa es tuya, por no haberlo educado en Mindfullmindness, coaching o “educación emocional”.

Frustración que genera más y más frustración. Que alimenta la maquinaria pedagógica, hasta hacerse institucional. Y llega un día en el que aparece la ministra de Educación del país, presenta la nueva ley educativa, y leemos en “El País” cosas del calibre de:

[…]La ministra ha señalado que el alumnado, “sea cual sea el talento con el que entra en el aula”, tendrá que salir con “el mismo valor diferencial” del centro educativo. “No puede haber segregación en el acceso [a los centros] ni en la salida, no se puede discriminar a los alumnos en diferentes itinerarios segregadores, ni socioeconómicos ni de otra naturaleza”, ha manifestado.[...]

Esto no significa nada. Absolutamente nada. Es como hablar de las propiedades nutritivas del agujero del donut. Es el resultado de la frustración institucional de un Estado que es incapaz de gestionar un mercado laboral sujeto a las leyes capitalistas más salvajes, que obliga a nuestros jóvenes a sobrevivir en una precariedad  terrible. Una frustración que se pretende drenar haciendo del sistema educativo lo que no es ni puede ser, generando más y más frustración en la sociedad. ¿Que con tres másteres estás limpiando aluminio en un restaurante? ¡Claro, tu educación no fue competencial!

No existe nada parecido a “salir con el mismo valor diferencial [en talento] del centro educativo”.  Y esto lo sabe ella, lo sabe el “experto” que le escribió el texto, y lo sabe todo el mundo.

La antididáctica es liberación. Es liberación de toda esta mierda, siguiendo el principio andaluz de "en mi miseria mando yo". Que no te utilicen. No dejes que alimenten tu frustración. No dejes que se alimenten de tu frustración.

P.D. Otra válvula de escape es la ironía, el "echar unas risas" de toda la vida, como el vídeo que comparten algunos alumnos del máster de educación (!), al más puro estilo "Pantomima Full":




domingo, 9 de febrero de 2020

Matemáticas en Pornhub (Extreme Flipped Classroom)

Entramos en la segunda (¿o tercera?) década de este siglo XXI y me siento incómodo, como desubicado, como si estuviera viviendo un siglo que no me corresponde, es una sensación extraña, como cuando ves a Antonio Resines en la televisión. No sé si a ti también te pasa.

Después de años navegando por Internet, he ido recopilando una cantidad ingente de libros de matemáticas en pdf. Una biblioteca que alcanza ya los 2000 documentos, la biblioteca TooMuch. Los he ido empaquetando en archivos comprimidos: toomuchbox1.rar, toomuchbox2.rar, toomuchbox3.rar... Y, cómo no, los he compartido con la comunidad.

http://www.toomates.net/biblioteca/IndexTooMuch.htm

Son libros técnicos, libros de consulta, los típicos libros que uno encuentra, en papel, en las bibliotecas de las facultades de matemáticas de cualquier universidad.

Gracias a Internet, cualquier persona, en su hogar, tiene a su disposición una biblioteca propia de una facultad de matemáticas.

Lo mismo pasa en cualquier rama del conocimiento. Gracias a Internet, cualquier ciudadano puede disponer de una biblioteca técnica que en el siglo pasado solo estaba disponible para los investigadores universitarios.

¿Es esto el siglo XXI? Ojalá, pero no.

Tengo un amiguete que es profesor universitario. Le pasé el link para que hiciera difusión de esta biblioteca entre el alumnado universitario, con la buena intención de que pudiera ser útil.

¡Uf! Mejor que no, me dijo. Que con ella estaba infringiendo tantísimos copyrights, derechos de autor, que en la universidad se mira mucho eso. Que podría tener yo problemas legales. ¡Con lo poco que me gusta tener a mí problemas con nadie!

Pero... ¡Él tampoco compra ninguno de esos libros! Él solo tiene que pedirlos y se los compra la universidad, es decir, se los compramos tú y yo con nuestro dinero público (¡qué gracia! ¿verdad?). Libros que, en papel, solo pueden consultar los investigadores universitarios, no el común de los mortales, porque, claro, se estropean, se gastan. Libros que, en formato pdf, fluyen libres por Internet.

¿Qué es el siglo XXI? Las estadísticas sobre el mayor portal de videos pornográficos, pornhub, son apabullantes. Está entre las 10 páginas web más visitadas del mundo. Transmite más de 7700 Gb de información ¡por minuto!

Para que te hagas una idea: Mi humilde biblioteca TooMuch, la de los 2000 libros de matemáticas, ocupa 15 Gb. Solo el portal pornhub emite, cada segundo, el equivalente de 9 bibliotecas como la mía, pero en pornografía. ¿Sigo? 93 millones de visitantes diarios solo en USA...

Y todo gratuito y perfectamente legal. Desde un punto de vista puramente técnico, la infraestructura en servidores para mantener semejante portal es apabullante. ¿Y quién está detrás? Vete tú a saber. Insisto: Todo gratuito y perfectamente legal.

Y tú dirás ¡Ah! Esto sí es el siglo XXI, el siglo de Pornhub. Pues no, como decía aquel ratón del (¡ay!) siglo pasado, ¡No se vayan todavía, aún hay más!

Algunos profesores de matemáticas en América, los más innovadores,  están dando el salto definitivo , están surfeando este siglo XXI.
Están empezando a divulgar matemáticas... ¡Dentro del Pornhub! ¡A ver por qué no! ¡Aprovechar las inmensa capacidad de este portal para divulgar vídeos de matemáticas! Es lo que se llamaría "Extreme Flipped Class", pero que con el tiempo será de lo más normal, ¡Ya lo verás!



El Siglo XXI es el siglo del vídeo, y también es el siglo de la eliminación sistemática de los libros (primer y obligado paso para la desaparición de las palabras)


¡Rindamos desde aquí un sincero homenaje a estos pioneros de la pedagogía!


Porque de ellos será el reino de la pedagogía en el siglo XXI,



¡Ellos sí han entendido lo que es el siglo XXI! No como yo, que a este paso acabaré en la cárcel, o proscrito en la Serranía de Ronda, como (¡ay!) Curro Jiménez.

martes, 21 de enero de 2020

Supremacismo, cocido y Olimpiadas Matemáticas

Lo reconozco: Soy un supremacista catalán. Sé que esto puede ocasionarme problemas con familiares y amigos, pero es un hecho, una realidad indiscutible. Y hay que decirlo alto y claro.

Cataluña es superior al resto de regiones españolas, existe un hecho diferencial incuestionable, me estoy refiriendo, naturalmente, a la indiscutible superioridad del cocido catalán, la universal "escudella i carn d'olla" por encima del resto de cocidos ibéricos. La majestuosidad de la "pilota", la rotundidad de los "galets", la armonía absoluta de sus cuatro tipos de carne, su presentación en la mesa... ¡Que se aparten los cocidos maragatos, cocidos madrileños o gallegos!

España solo alcanzará la modernidad cuando se instaure un Ministerio Gastronómico que vele por las esencias patrias en cocidos, guisos y pucheros, que automáticamente sea duplicado por una Conselleria Catalana homónima y con las mismas funciones, y las dos en conflicto eterno e insuperable en funciones y rangos por la soberanía y autoridad democrática en el punto de sal.

¿Conflicto? ¡Conflicto eterno entre regiones! ¡Promuevo la caleborraja entre los jóvenes! ¡Que salgan a las calles con navaja en faja por la pureza autóctona de verduras, guisos y pucheros!

Es más: España solo alcanzará la modernidad educativa cuando se instaure una asignatura obligatoria de gastronomía patriótica, (propongo reconvertir para ella el profesorado cesante de religión), que automáticamente generará una asignatura catalana, igual pero en sentido contrario, naturalmente con currículums incompatibles...

¿Pin educativo? ¡Un chip en la oreja de cada escolar, para que en comedores y recreos solo se alimenten de sus respectivos guisos regionales! ¡Que el niño vuelva de la escuela oliendo al puchero de la abuela!

¡Y aprenderíamos, vaya si aprenderíamos cosas! ¡Cuánta cultura adquiriríamos potenciando diferencias gastronómicas!

Pero todo esto son sabores y saberes locales, étnicos, llámalos como quieras,  ¡pero luego están los saberes universales! lo que (se) sabe igual aquí, en Cádiz o en Australia. Intentaré explicarme.

Y entre los saberes universales destacan por encima de todos las matemáticas. Que tú cueces una patata aquí y en Helsinki y no sabe igual, será por el agua. Pero el ángulo recto o la hipotenusa sabe lo mismo en todas partes. Oye, que eliminas un radical racionalizando el denominador y te deja el mismo regusto en la boca a ti aquí que a un vietnamita en su casa.  ¡Esto es así!

A lo que voy: Cada año hay una competición mundial de matemáticas, la llamada Olimpiada Matemática Internacional. En ella participan los mejores alumnos de bachillerato de todo el mundo.

¿Qué conocimientos se exigen para participar en estas Olimpiadas?  Las matemáticas que todo estudiante preuniversitario debería saber. Aquí, en Filipinas y en las Conchimbambas.

Déjame que insista: Existe un corpus de conocimientos matemáticos universalmente aceptado para todos los jóvenes de bachillerato. Independientemente del lugar en el que estudien.

Cualquier estudiante de matemáticas interesado en las IMO conoce el proceso de selección de Estados Unidos. Es un proceso de selección abierto, público, centralizado en una única institución (MAA, Mathematical Association of America), consta de sucesivas pruebas eliminatorias (AMC8, AMC10/12 , AIME, USAMO y USAJMO) con sistemas de puntuación objetivos y uniformes. Los conocimientos matemáticos involucrados en cada nivel están claros, y se relacionan directamente con las etapas educativas de los estudiantes (Middle School y  High school).

Alrededor de todas estas competiciones se editan anualmente estupendos libros de preparación, pues son competiciones que promueven el conocimiento



Se desarrollan páginas web que son auténticos paraísos para los amantes de los problemas matemáticos, como  artofproblemsolving.com... son páginas web dedicadas a contenidos universales, y por lo tanto son consultadas continuamente por estudiantes de todo el mundo, con foros activos en los que se discuten las diferentes soluciones propuestas...

¿Y en España? ¡Ay, madre! Entra tú en la página web de la OME ("Olimpiada matemática Española"), entra y verás. Bueno, verás poco, la verdad. Lo que verás es que está todo descentralizado, eso sí. Verás un listado de links: Si eres gallego, entra aquí. Si eres catalán, entra allá. ¡Hasta la Ciudad autónoma de Ceuta tiene su propio portal independiente del resto! ¿Pero y los contenidos? Poco, más bien poco. Casi nada. ¡Qué web más triste! ¡Qué pobreza de contenidos! La mayoría de webs de institutos de secundaria tienen secciones de matemáticas en las que se comparten más documentos y materiales de preparación.

Y es que, claro, son contenidos comunes a todos (y cuando digo a todos digo a todos los habitantes del planeta), porque qué se yo, si hubiera una integral autóctona catalana, o los andaluces factorizaran de alguna forma singular, pues no digo yo que se divulgara el hecho, no, que habría hasta carreras universitarias específicas para su estudio y promoción. Pero no, son contenidos comunes, y por ello importan bien poco, la verdad es que no importan nada.

Que ya Platón lo dejó bien claro en República 525d y Filebo 56d, cuando diferenciaba entre el número y el arithmós, pues para las personas comunes algo como el arithmós cinco (πέντε) solo podía ser un grupo de cinco cosas que se podían ver y tocar, como cinco vacas ¡Y evitar así las inevitables discusiones de ganado entre gallegos y asturianos!

La Olimpiada Matemática es una perfecta desconocida en el sistema educativo. Y es que, claro, a ver quién es el guapo o guapa que habla en España de currículum de matemáticas común. ¡Uy lo que ha dicho! Le llamarán centralista, fascista, heteropatriarcal, qué se yo.
España tiene 17 currículums de matemáticas diferentes ¿No me crees? Compitiendo en innovación, es decir, en lentejuelas pedagógicas (en Cataluña, mediante las "competències bàsiques", estamos llegando a un nivel superior: Son tan innovadoras que ni siquiera nosotros los profesores las entendemos. ¡Supera eso!)

Para muestra un botón. La prueba de "competencias básicas" de matemáticas de este año pasado para 4o ESO (16 años), empieza con el siguiente problema. Si doblamos un papel por la mitad, la superficie obtenida es (a) La mitad (b) La misma (c) La cuarta parte (d) las tres cuartas partes. ¿Que no te lo crees?


España tiene 17 pruebas de matemáticas de Selectividad diferentes, compitiendo entre ellas en mediocridad, y la más mediocre, sin duda, la catalana, un monumento a la anorexia matemática (que no incluye probabilidad y estadística, un "fet diferencial català" digno de estudio)

La mala noticia: Que actualmente, para aprender matemáticas, nuestros jóvenes tienen que salir al extranjero. La buena noticia, que todo se puede hacer cibernéticamente, desde casa, accediendo a páginas web "made in USA" maravillosas como "artofproblemsolving.com".