domingo, 29 de enero de 2017

Merlí. La "nueva educación" catalana da asco.

Algunas personas bienintencionadas consideran que mi blog no aporta nada al “debate educativo”.  Que hay mucho odio.Todavía no saben que no existe ningún debate educativo. No saben todavía que la post-verdad (lo que algunos llaman “Fascismo 3.0” Link ) hace tiempo que ganó  la guerra de la modernidad. Debemos aceptar nuestra derrota. Y al derrotado sólo le queda el odio. La post-verdad exige una post-educación (llamada también “nueva educación”), y una post-educación exige un post-profesorado, un nuevo modelo de docente. Y a los derrotados sólo nos queda poner cortinas en las ventanas barradas del campo de concentración. Ponernos cresta de punki. Mantener un blog mientras nos dejen. Echar unas risas con nuestros compañeros del gulag.

En España el modelo de post-profesor es César Bona, y en Catalunya se llama “Merlí”.

Los dos visten camisa azul arremangada y los dos tienen la irritante costumbre de poner los zapatos encima de la mesa. Los dos son super modernos y supermolones. Que uno de los dos sea un maestro “real” y que el otro sea un personaje de ficción no tiene la menor importancia en el contexto de la “post-verdad” triunfante. La ficción o la realidad son un hecho, y los hechos ya no importan en absoluto. Sólo importa la capacidad de bombardear despiadadamente el corazón de los jóvenes con mensajes emocionales.

Merlí es un personaje de ficción, es el profesor de filosofía de un instituto público catalán dentro de la serie homónima de TV3, la televisión pública de Catalunya. Pero al mismo tiempo Merlí es real, porque parece real. Y en “post-verdad” lo que parece real es real. Merlí es el modelo catalán para el nuevo profesor, para la "nueva educación".

Tengo que reconocer que no he visto ni un solo capítulo de esta serie. Y mira que en casa nos gustan las series de TV. Ahora estamos enganchadísimos a “Trapped”, la serie de misterio policial nórdica que BBC Four emitió con enorme éxito en versión original con subtítulos en inglés. Os recomiendo que tiréis de torrent y disfrutéis de "Trapped".

Pero el otro día cayó en mis manos el libro oficial de la serie "´Merli". Y más allá de ser un libro de filosofía pensado para el público juvenil, el libro es una guía perfecta de cómo será la “nueva educación” catalana. En todos sus niveles: Cómo debe ser una asignatura (en este caso la filosofía), cómo debe ser un profesor catalán (Merlí, el protagonista, un profe de filo atípico y molón), y como debe ser la relación entre profesores y alumnos, y los valores y principios se deben transmitir en los institutos. Está TODO. Este libro debería ser lectura obligatoria en todas las facultades de pedagogía y educación catalanas. Ya lo tiene dicho  nuestro amado líder, el señorito Eduard Vallory: “Barcelona hace 100 años fue la capital internacional del cambio educativo y celebramos que quiera volver a serlo”.

Veamos en qué consiste el cambio.

Merlí, filosofía y merliniades que et faran trempar”. En catalán, el verbo “temprar” tiene un doble significado intelectual-sexual, trempar-se es excitarse, es motivarse, es emocionarse, pero también es tener una erección, es que se te ponga dura. En la traducción castellana del título, (“Merlí, filosofía y merlinadas que te harán flipar”) se pierde esta doble connotación, todo esto se reduce a un vulgar “flipar” (del inglés “to flip”, como en “flipclass”).

Esto se intenta corregir en una de las actividades "pinta y colorea" que propone el libro: “Acoloreix el graffiti” (“Colorea el grafiti”)


En la versión en catalán vemos nuevamente el mensaje  “Merlí, ens fots trempar!” , que en la versión en español se traduce  por “Merlí, ¡nos haces empalmar!", pero para los lectores castellanos “empalmar” no tiene connotaciones intelectuales.

Tal vez os sorprendan los extraños simbolismos mironianos que aparecen en un libro de filosofía para jóvenes... Eso es porque no estamos a la altura de la “nueva educación”, la educación del siglo XXI. Os pasa como a mí,, que no somos suficientemente modernos. La televisión pública catalana, con series y libros como este, con nuestros impuestos, ejerce una inestimable labor educativa. Nos deja muy claro como será la “nueva educación” catalana: Va a ser la polla.

Hay que remarcar que no aparece en el libro la más mínima indicación sobre la franja de edad adecuada para los lectores de este libro (los intereses comerciales están por encima de todo). Pero lleva el sello de calidad de “TV3”, la televisión pública catalana, así que los padres pueden comprar este libro de filosofía para sus hijos de cualquier edad, con absoluta tranquilidad. Es un libro lleno de sabios consejos y amenas actividades filosóficas para nuestros jóvenes de cualquier edad.

Sexo y relaciones afectivas.

El sexo y las relaciones afectivas son fundamentales en “post-verdad”, porque proporcionan las emociones más fuertes. Y este libro (aparte de dar mucho asco) es una impresionante guía sexual-sentimental para nuestros jóvenes. El sexo reducido a un objeto de consumo.

Gerardo y Bruno reaccionan de formas totalmente opuestas al hecho de que sus padres estén liados. Gerardo no puede soportarlo y se escapa de casa, mientras que a Bruno no le importa nada.
¿Con la madre de qué amigo te gustaría que se enrollara tu padre?
¿Te imaginas a tu madre follando con el padre de una amiga?
Prueba combinaciones y reirás. Piensa que la realidad supera la ficción...


Muchos de los profesores actuales recelan de la “nueva educación” porque desconfían de la ruptura de las barreras tradicionales entre profesor y alumno que esta supone. Este libro disipa toda duda: La sexualidad del profesorado (y su efecto en las notas) es algo que está perfectamente integrado en la relación con los alumnos.
 Yo creo que Eugeni [un profesor] no folla. Lo digo en serio: Si follara nos aprobaría a todos. ¿Cuales de tus profes crees que tienen una vida sexual que da pena?

También las relaciones sentimentales entre el profesorado están perfectamente integradas en la vida estudiantil de la "nueva educación":
Para cortar con ella, Merlí [el profesor] dice a Laia, la profe de inglés, que se ha hecho la vasectomía... ¡No se lo cree ni él!

En el libro encontramos una sexualidad “para chicos” y una sexualidad “para chicas” claramente diferenciada.

La sexualidad para chicos:
 Marc: Tu vas a una tía y le dices: “Pinto tus años con la belleza de tus días...” ¡Y te la follas!

Merlí [El profesor]: ¿Sabes qué tendrías que hacer, Joan [Alumno]? Estrenarte, follar, echar un polvo.

Hay que remarcar que la sociedad catalana es conservadora. No se entendería este mismo consejo del profesor si el alumno fuera una chica: “¿Sabes lo que deberías hacer, Laia? Estrenarte, follar, echar un polvo” sería inaceptable.

Y una sexualidad y afectividad para chicas:

Después de pelearse con Pol, Bruno dice a Tania que es ¡¡¡una puta gorda que no para de taladrar!!! Y después, claro, se arrepiente porque se ha pasado mucho... ¿Te ha pasado alguna vez algo similar?

La Berta hace a Tania la putada de enrollarse con el Marc delante de sus morros. Has hecho algo similar a un amigo/amiga? ¿Cuál es tu parte cabroncita?

El futuro. Los valores éticos.

El futuro de nuestros jóvenes se trabaja profundamente en este libro con los sabios consejos de este profesor de filosofía, que son los valores y orientaciones que debe transmitir todo profesor de la “nueva educación”. Una sociedad de fuertes y débiles.

Lamentablemente, hacerse amigo del popular de la clase te abrirá puertas para el día que vuelvas a plantar el culo en el instituto [¿como profesor?]. Me sabe mal pero te tienes que hacer amigo del chulo creído para que la gente te tenga en cuenta. La vida es así de grotesca. Es así de triste... En cualquier lugar donde haya mucha gente siempre habrá clases: los populares, los nerds, los empollones, los que están buenos, los frikis, los que dan miedo... ¿Sabes hacer una clasificación de todos los especímenes que tenéis en el instituto?

El sistema os quiere aquí [el instituto] encerrados para que el día de mañana seáis productivos. Algunos, los que tengáis suerte, trabajareis en aquello que os gusta. Pero la mayoría, mientras trabajáis, contareis los días que faltan para que comiencen las vacaciones. ¿A qué te quieres dedicar cuando seas mayor y que hará que te olvides de rayar los días en el calendario como si fuera una condena?

 Nosotros sufrimos las consecuencias del enriquecimiento de unos cuantos hijos de puta, y en lugar de pedirles explicaciones, nos convertimos en hermanitas de la caridad. ¿Por qué cojones tenemos que cumplir nosotros la penitencia que tienen que pagar los desgraciados que han provocado todo esto? Después de estas palabras tan cañeras de Merlí, ¿Colaborarías en causas benéficas?

Estructura educativa.

La “Nueva educación” exigirá una renovación total de la estructura educativa. Todas las escuelas se convertirán en concertadas, es decir, privatizadas, se promoverá la libre elección de centro por "tipología", se eliminarán los exámenes, las asignaturas, y sobre todo, la cultura del esfuerzo. Y todos los profesores trabajaremos para Eduard Vallory. En Catalunya se está haciendo un impresionante trabajo en este sentido, con iniciativas como “Escola Nova 21”. Todo esto aparece en este libro, en un lenguaje claro y directo para nuestros jóvenes:

No a los exámenes:
Bruno y Pol consiguen (es una forma suave de decirlo) el examen de catalán y estudian para sacar un 10. Sí, de acuerdo, tener el examen es una gran ventaja pero... ¿de verdad crees que los exámenes son la mejor manera de evaluar los conocimientos? ¿Si piensas que no, como lo harías si fueras profesor?

No a las asignaturas:
Podéis usar el temario para limpiaros el culo. ¿Con qué papel superimportante (Historia, Mates, Religión, Filosofía) te limpiarías el culo con muchas ganas? Nadie te mira, puedes ser sincero.

Sí a la escuela concertada, y sí a la elección libre de centro:

Marca con una X a qué tipo de instituto NO quisieras ir nunca:
Una escuela privada religiosa (del rollo Esclaves de Jesús, A cor de Maria) que separara niños y niñas.
Un instituto público de barrio
Una escuela concertada donde cada alumno trabaja con un ipad en clase.
Un instituto público pero con familias pijas. O sea, el insti más cool de tu ciudad.
Una pequeña escuela de pueblo, rodeada de naturaleza.



Gerard [Alumno]: Ya era hora que hiciéramos una salida, nunca hacemos nada.
Merlí [Profesor]: Haber pedido a tu madre que te llevara a una escuela concertada, que hacen colonias, excursiones, viajes de fin de curso... Más que nada para justificar el precio.


No a la cultura del esfuerzo:

 Querer no es poder. No te creas esta frase de Disney... Por mucho que quieras, si no estás capacitado para hacer una cosa no la podrás hacer.


¿Valoramos más las cosas porque nos han supuesto un esfuerzo? ¿Qué prefieres, una moto gratis en la puerta de casa o conseguirla trabajando tres años vendiendo hamburguesas? ¿Qué prefieres, el camino del esfuerzo o la vía rápida? ¿Esto te hace mejor o peor persona? 

Decía Pasolini que no se puede crear nada sobre el odio. Sin duda Pasolini no era un profesor catalán.

domingo, 22 de enero de 2017

Os odio queridos estudiantes


Cincuenta años después, el poema de Pasolini "Il PCI ai Giovani" todavía es controvertido. En pleno 68 la policía impide brutalmente una invasión de la facultad de letras por parte de cientos de jóvenes del partido comunista italiano. Y Pasolini, el referente intelectual de la izquierda, llama “hijos de papá” ¡a los estudiantes!, y se declara simpatizante ¡de los policías!

Tienen caras de hijos de papá.
Buena raza no miente.
Tienen el mismo ojo ruin.
Son miedosos, ambiguos, desesperados
(¡muy bien!) pero también saben como ser
prepotentes, chantajistas y seguros:
prerrogativas pequeño-burguesas, amigos.
Cuando ayer en Valle Giulia pelearon
con los policías,
¡yo simpatizaba con los policías!
Porque los policías son hijos de pobres.
Vienen de las periferias, campesinas o urbanas.

Pier Paolo Pasolini. Il PCI ai Giovani (fragmento)

Sus ojos de poeta encontraron en los rostros de aquellos policías los rasgos obreros de los que han de sacrificar sus vidas, sus almas, a cambio de un sueldo. Exiliados de la miseria rural que llegan a la ciudad sin otro afán que el de buscarse un provenir para ellos y para sus familias. Con sus uniformes grises y sus porras de reglamento, no han leído nunca a Marx, ni estudian ruso en su tiempo libre. No viven el 68 como los estudiantes universitarios. Ellos sólo pretenden un sueldo digno. Asalariados de la represión: Si hay que dar hostias, se dan hostias. Como panes.

Y qué poco revolucionarios eran para Pasolini los rostros de aquellos jóvenes universitarios pretendiendo invadir la Facultad de Letras. Los hijos de la primera “clase media” de la historia, los primeros que pudieron recibir estudios universitarios, exigiendo el poder. Jugando a ser poderosos. Más que lucha de clases, Pasolini vio en ellos lucha de generaciones, hijos arrebatando el poder a sus padres. Mucho más Freud que Marx.


Leamos a Pasolini, a Marx, a Freud... Leamos tanto como que haga falta para poder comprender los fenómenos inauditos que acontecen en nuestro país.

Una manifestación en Barcelona. (Link). Una manifestación de policías exigiendo respecto a los antisistema. Funcionarios pidiendo, suplicando, no recibir tantas hostias por los jóvenes antisistema. Intentaré explicarlo (perdonad mi torpeza): La CUP, un joven partido revolucionario independentista de extrema izquierda con 8 escaños en el Parlament, exige a la policía catalana que no cumpla la ley. No todas las leyes, aclaro, sólo aquellas que impliquen la detención de miembros de la CUP. Por lo que parece, los jóvenes cupaires han llegado a la conclusión de que no puede haber revolución sin independencia, y no puede haber independencia si los policías catalanes cumplen la ley. Y como las leyes no se pueden cambiar mientras no seamos independientes y no seremos independientes mientras no seamos revolucionarios, pretenden salir de este círculo pidiendo al funcionario policía que sea revolucionario e incumpla la ley.

Una entrevista a un profesor. (Link) . En la radio. Os la recomiendo. El profesor Alberto Royo, funcionario docente, se ha convertido en el profesor más controvertido de España. Porque reivindica simplemente hacer su trabajo: Enseñar música. Es honesto, honrado y sincero, es decir, muy problemático. 

Alberto se niega a asumir el postulado fascista de la “nueva educación” de que “todo niño tiene talento”. Alberto lo niega. Es decir, reivindica que su trabajo es enseñar música incluso a aquel que no tiene talento. Y el entrevistador ataca, una y otra vez, poniendo en boca del profesor lo que éste en ningún momento dice: “Entonces, usted afirma que no todos los niños tienen talento”. No. El maestro evita la trampa una y otra vez, argumenta que su trabajo no es el de medir el grado de talento de los estudiantes, sino el de transmitir unos conocimientos, con pasión y con honradez, a todos. Y el entrevistador insiste e insiste hasta que consigue arrancar de la boca del profesor la frase maldita, que sí, que tal vez no todos los jóvenes tienen talento. Ya ha conseguido su gran titular: "El profesor afirma que no todos los niños tienen talento", ergo, él sólo enseña a aquellos que sí lo tienen. ¡Falso! El talento es el nuevo fascismo. No se puede argumentar, ni a favor ni en contra. Sólo puedes estar a favor o en contra. Posicionarte.

Funcionarios que son noticia porque se niegan a ser “revolucionarios” en revoluciones que caben en 140 caracteres, revoluciones de Twiter.

Donald Trump acaba se ser investido nuevo presidente de los Estados Unidos. Aparece día y noche en los medios de comunicación. Pero nadie habla de su política educativa. Trump pretende erradicar la concepción nacional de la educación (Common Core), pretende llevar la educación al ámbito local: Que cada ciudad, condado y pequeño pueblo eduque como quiera. Al fin y al cabo, siempre existirán las universidades privadas para educar a las élites económicas.

Es exactamente el mismo sistema educativo que “Xarxes per al canvi” pretende instaurar en Catalunya. Desmantelar todo el sistema educativo nacional y que en cada ciudad y pueblo, cada escuela y cada instituto enseñe como quiera y lo que quiera. Pero eso sí, todas las escuelas e institutos deben ser innovadores. Cuando es matemáticamente imposible que todas las escuelas sean innovadoras. Incluso cuando se da la paradoja lógica de que cuando todas las escuelas sean innovadoras, aquella escuela que no sea innovadora será tan innovadora como la que más. Innovación por la innovación, educación de postureo.

La innovación tiene que ser la nueva normalidad”, clama Vallory, el gurú-señorito educativo oficial de Catalunya. Ni la más mínima critica. Todos los movimientos fascistas, todos, fueron en sus momentos iniciales movimientos revolucionarios. Tal vez Pasolini nos quiso prevenir precisamente de esto con aquel insolente poema."...Nella mia poesia (Vi odio, cari studenti) dicevo, in due versi, di simpatizzare per i poliziotti, figli di poveri, piuttosto che per i signorini della facoltà di architettura di Roma; nessuno dei consumatori si è accorto che questa non era che una boutade, una piccola furberia oratoria paradossale, per richiamare l’attenzione del lettore, e dirigerla su ciò che veniva dopo..." (Link)

  

Nota: "Os odio queridos estudiantes" es la traducción de "Vi odio cari studenti", el título del poema de Pasolini, también llamado "Il PCI ai giovani"

domingo, 15 de enero de 2017

Creatividad - Conocimiento - Negocio. BAR-CEL-ONA (Primera parte)

¿Creatividad o Conocimiento? La pregunta es un navajazo en el vientre del sistema educativo. Un clamoroso delito de apropiación indebida del lenguaje. La “nueva educación” se adueña de todo lo que suena agradable (“imaginación”, “creatividad”...)  y asigna al enemigo, el aprendizaje tradicional, todo lo que suene desagradable (“esfuerzo”, “sacrificio”, “memorización”...). Guerra sucia, pero todo vale cuando hay muchos millones de euros en juego en negocios y chanchullos educativos. ¿Acaso se creerán los gurús de la “nueva educación” tan intocables como los Pujol Ferrusola?

La sociedad (aparentemente) exige que la escuela deje de transmitir conocimientos y pase a ser un potenciador de creatividades (sea lo que sea esto). Además, por lo que parece, los profesores no tenemos ni idea de creatividad. Es más, somos sus máximos enemigos. Matamos la creatividad de los niños como el Fairy se come la grasa de los platos.

El mayor ejemplo de éxito creativo puro que conozco es el de Barcelona. No me refiero a la ciudad, sino a la palabra “Barcelona”. Hoy en Antididáctica, analizamos el fenómeno creativo “Bar-Cel-Ona”.

Todo sucedió en 1978. Un joven hippy valenciano, Javier Mariscal, llega a Barcelona. Hablamos de la Barcelona de los setenta, la que vivía en un momento de ebullición cultural irrepetible: La de la “Nova Cançó”, del “Nuevo Teatro”, la que atraía a escritores latinoamericanos como Vargas Llosa o García Márquez, la de Carlos Barral, Gil de Biedna, Félix de Azúa, Terenci Moix...

En  aquella Barcelona Mariscal conoce a gente como Nazario (autor de la adorable Anarcoma, Nazario aquel maestro de Sevilla que un día se presentó en clase con las uñas pintadas), Ocaña, los hermanos Farriol, Onlyou...  y entre todos montan una comuna hippy en la calle Comercio, en la que editan su fascine “El Rrollo Enmascarado”. Clandestinamente, sin ordenadores ni modernas impresoras, sin un puto duro, pero con muchísimas ganas de hacer, dibujar, contar historias nuevas.

Xavier Mariscal aporta (entre otras muchas cosas) sus dibujos, sus cómics, como los Garriris, unos personajes de trazo alegre y desenfadado.


Un buen día de 1978 Mariscal descubre que la palabra “Barcelona” tiene rollito. Da juego. Todo el mundo sabe lo que significa “Bar”: Lugar de copas, de ocio, de fiesta. Alcohol y alegría. Sabe también que en catalán “Cel” quiere decir cielo, azul y precioso, luz y color. Pero ¡Qué pena! Mariscal no sabe suficiente catalán. No sabe que “Ona” en catalán es “ola”, ola de mar, playa y chiringuito.

Xavier Mariscal tiene delante de los ojos el mejor gancho publicitario para la proyección turística de la ciudad: La propia palabra Barcelona cuyas letras agrupadas en una estética matriz 3x3 representan todo lo que la ciudad de Barcelona quiere ofrecer al mundo: “Bar”, “Cel” y “Ona”: Bares, sol y playa. ¡Y encima en catalán!. Una insignificante partícula cognitiva ("ona") separa a Mariscal del éxito profesional más importante de su vida.

Y mientras tanto, millones de personas que viven en Barcelona y sí saben catalán, y que por tanto conocen perfectamente el significado de estas tres palabras, tampoco prestan la más mínima atención a este hecho. Es más, lo consideran una auténtica chorrada. No son suficientemente creativos, digámoslo así. En las escuelas no recibían ningún tipo de educación creativizante y creativizadora.

¡Qué emocionante! Por un lado, un creativo que no sabe suficiente catalán. Por otro, millones de catalanes que no son creativos. Y en juego una camiseta que vale millones en el mercado publicitario. Esto pasa en América y ya habrían hecho una película.

Y en un momento dado ¡por fin! Mariscal descubre que “Ona” quiere decir ola. Y le añade color y dibujo al conjunto de las nueve letras, diseña la camiseta Bar-Cel-Ona que le hace millonario, y le permite montar su propio estudio de diseño.


Años después eligirá un personaje secundario de los Garriris, un humilde perrito minimalista, al que pondrá erguido, llamará Coby, y presentará como propuesta de mascota oficial para las Olimpiadas de 1992. Ganará el concurso y, Xavier Mariscal, aquel hippy de la Barcelona de los setenta saltará a la fama y el éxito mundial como diseñador. Cómo se sentiría de poderoso si hasta se atrevió a llamar enano al mismísimo Jordi Pujol.

Le llovieron proyectos de diseño de todo el mundo. Xavier Mariscal se hizo de oro gracias a la creatividad.

Actualmente Xavier Mariscal está arruinado. Con todas sus posesiones ambargadas por Hacienda, a sus sesenta y tantos años vuelve a no tener nada. A ser aquel hippy de los años setenta y ochenta. Es encomiable el buen humor y alegría que pese a todo transmite.

El próximo domino, la segunda parte.