Andreu Navarra y el innombrable

Creo que soy una de las personas que más han estudiado su carrera, y desde esta autoridad que yo mismo me confiero creo estar en posición de afirmar que no existe nadie que genere más tirria y más repeluco entre el profesorado catalán que el gurú oficial de la nueva eduación catalana, el señor Eduard Vallory, nuestro César Bona.

El profesorado catalán se divide en dos grandes grupos: Los que, con más o menos dificultades fisiológicas soportan sus proclamas y chorradas, y los que, sencillamente, no lo soportan. (Este fenómeno algún día merecerá un profundo estudio sociológico). Por eso me cuidaré muy mucho de poner su nombre en el título, que no quiero perder la mitad de mis más de cien potenciales lectores, y me referiré a Andreu Navarra, que habla (allá él) sobre Eduard Vallory en 

https://revistamirall.com/2021/09/08/eduard-vallory/

Que a su vez hace referencia a la sección Criatures del diario Ara, auténtica "zona cero", puro Chernobil de la "nueva educación".

Y me quedo con una frase de Andreu Navarra: "[...]Catalunya no està en decadència només perquè no fa cas dels precs d’una universitat que agonitza entre excessos burocràtics, sinó perquè es deixa convèncer i guiar per venedors de fum. Eduard Vallory en educació és equivalent al que són Elvira Roca Barea i Jordi Bilbeny en la historiografia. És a dir: no-res, somnis de fum, dolç relat.[...]"

(Cataluña no está en decadencia solo porque no hace caso de los ruegos de una universidad que agoniza entre excesos burocráticos, sino porque se deja convencer y guiar por vendedores de humo. Eduard Vallory en educación es equivalente a lo que son Elvira Roca Barea y Jordi Bilbeny en la historiografía. És decir: nada, sueños de humo, relato dulce...)

Cataluña está en decadencia. Y son cada día más los que se atreven a decirlo en voz alta, Cataluña está en decadencia y lo está su educación, y su cultura política (podrida de nacionalismo, que se nutre de la frustración que segrega la propia decadencia), los servicios sociales... Todo. 

Individuos como Eduard Vallory no son más que manifestaciones de esta decadencia. No son los causantes de esta decadencia (ya quisieran ellos tener tanto "poder de cambio"). Son moscas que luchan por su propia supervivencia.