domingo, 20 de marzo de 2016

Ángulos y editorial Santillana

Un par de visitas al Google (aquí y aquí) me han confirmado mi terrible sospecha: La discusión que tuve ayer con la encargada de la ferreteria de Flix no es ninguna excepción. Todo el mundo (menos yo) mide mal los ángulos. Pero me da igual, no pienso claudicar. ¡No, no y mil veces no! Para mí esto siempre será un ángulo de 135º y no de 45º:
Y esto siempre será para mí un ángulo de 45º, y no de 135º:
Por mucho que el gremio mundial de ferreteros se haya confabulado en mi contra. En todo caso siempre será un bonito ejemplo para explicar el olvidado concepto de “ángulo externo”.

Bromas aparte, el concepto de ángulo, fundamental en geometría, da para mucho juego en los cursos iniciales de la ESO, y es fundamental para asentar bien las bases de la geometría. Siempre que no utilices el nuevo libro de matemáticas para 1r ESO de la editorial Santillana,  la principal empresa editora de libros de texto en España.

El nuevo libro de matemáticas para 1r de ESO de la Editorial Santillana le dedica un único tema al concepto de ángulo, el tema 9.

En este tema, apenas dedica media página a explicar los fundamentales conceptos de ángulos complementarios, suplementarios y opuestos por el vértice

Y le dedica toda una página al anticuado sistema de medida sexagesimal: Grados, minutos y segundos. Hasta aquí vale, de acuerdo, aceptemos pulpo por animal de compañía. Pero es que después le dedica toda una página entera a la mecánica de la suma de ángulos en sistema sexagesimal, y después toda una página a... (sí, lo has adivinado) la mecánica de la resta de ángulos en sistema sexagesimal


Obviamente, los problemas y ejercicios que ofrece al final de este tema son de lo más aburridos:

Todo esto es aprendizaje rancio y anticuado, parece sacado de uno de esos libros “Bruño” de hace cien años. ¿Son estos los ejercicios "aplicados a la vida real" de la matemática moderna?

Pero lo peor no es esto. Lo peor es la forma barroca y absurda de presentar los pocos ejercicios buenos de razonamiento y deducción de ángulos. Los libros de texto en papel sufren el agobiante problema de la falta de espacio. Y por lo tanto sus diseñadores sacrifican el aprendizaje de los alumnos por la economía del espacio. Y ofrecen ejercicios tan absurdos como este:

No se puede plantear más cosas en menos espacio, en menos centímetros cuadrados de papel. Lo que convierte un bonito ejercicio de ángulos para un alumno de doce años en un auténtico galimatías de espacios y cuadritos. Una auténtica basura.

O en este otro:

Otro ejemplo de lo que NO debe ser un ejercicio de geometría para un alumno de doce años.

Mientras tanto, Internet está rebosante de fichas en pdf con actividades sencillas, divertidas, gratuitas, imprimibles, para trabajar sin los agobios de espacio de los libros de texto tradicionales.

¿Porqué seguimos entonces haciendo comprar a nuestros alumnos los anticuados libros de texto de las editoriales? Porque el negocio de los libros de texto mantiene con vida una industria editorial.


Lo que personalmente más me indigna es que las autoridades educativas, los “expertos” en didáctica de las matemáticas que tanto abundan en Catalunya, viendo perfectamente este escándalo, miran para otro lado: Jamás, y digo jamás, han realizado la menor crítica o análisis de los penosos libros de texto que producen las editoriales. Mientras tranto no dudan en señalar las mil y una supuestas deficiencias del profesorado:


Esta ignominiosa cobardía de estos ”expertos” sólo puede deberse o bien a la peor de las incompetencias o bien a la peor de las corrupciones. No encuentro otra explicación, y eso es preocupante. ¿Con estos mimbres tejeremos la futura República Catalana?

La editorial Santillana forma parte del grupo empresarial Prisa, con serios problemas económicos. Sobre todo para mantener con vida el diario El País, el principal diario impreso de España, con miles de millones de euros de deuda (convertida actualmente en acciones). Hace unas semanas su director general presentaba una carta abierta para explicar la orientación futura de este periódico: “Seguiremos ofreciendo una edición impresa mientras podamos”, pero el futuro de la prensa está sin lugar a dudas en el formato digital. Y hay que afrontar con valentía y decisión pasar del papel a la Web.

¿Porqué el diario El País acepta este reto mientras que Santillana sigue anclada en ofrecer libros de texto en papel? Muy sencillo: Porque el diario se ofrece para su compra, y el usuario escoge libremente si paga 1.30 € o no. Libre mercado. Mientras que la distribución de libros de texto es cualquier cosa menos libre. Está totalmente fuera de la red de librerías, y los contínuos cambios legislativos desincentivan terriblemente al profesorado con la más mínima iniciativa para buscar alternativas gratuitas. El mercado de libros de texto es lo que se denomina un “mercado cautivo”. Y no hay que ser ningún postgraduate ESADE para saber que eso es lo peor para la innovación. ¿Porqué los libros de texto no se venden en las librerías? Porque nadie los compraría.

Además, el propio sistema educativo (con su terrible carga burocratizadora), que por un lado exhorta al profesorado a la innovación, es una losa para el profesorado con cualquier iniciativa alternativa al libro de texto tradicional.

Y para colmo, los expertos en didáctica nos bombardean dia y noche con las excelencias y maravillosas aplicaciones GeoGebra que simulan con absoluto realismo y perfección el comportamiento de un transporador de angulos en la pantalla del ordenador:
¿para qué tanta simulación si un transportador de ángulos de verdad, de plástico, vale céntimos de euro? ¿Acaso lo saben utilizar?

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