domingo, 24 de octubre de 2021

La regla de tres, los logaritmos y el rescate de los perros famélicos.

Nos van llegando detalles del nuevo currículum de matemáticas, con cuentagotas, los profesores y maestros no nos merecemos más.

Desaparece la regla de tres de primaria. ¡La regla de tres! La herramienta fundamental para resolver prácticamente cualquier problema de matemáticas en la vida cotidiana. El "tanto es a tanto como tanto es a tanto". El "multiplicamos en diagonal y dividimos por el extremo". Si dos quilos de patatas cuestan tres euros, cinco quilos costarán... 7 euros y medio.

Los pedagogos le tienen rabia, porque es sencilla, porque es fácil, porque es mecánica. Porque huele a tradicional. Es la matemática que aprendían nuestros abuelos. A los pedagogos les suena poco moderna.

Pero los buenos profesores y maestros seguirán enseñando la regla de tres, aunque sea ilegal. A medida que se consolida la dictadura de la "nueva educación", enseñar y aprender en las escuelas e institutos será una experiencia prohibida. 

Los mismos "expertos" de mierda que relegan en secundaria el estudio de los logaritmos por considerarlos obsoletos. ¡A la basura con ellos!
¿¡Obsoletos los logaritmos!? Confunden el concepto de logaritmo con la aplicación de los logaritmos para el cálculo de multiplicaciones transformándolas en sumas, el principio de las "reglas de cálculo". Pero qué sabrán ellos, los expertos, tan pedantes como ignorantes. 

Estos días se ha hablado mucho de los perros atrapados por una lengua de lava en la isla de La Palma. Y de todo el montaje mediático tecnológico para su rescate mediante drones de carga. Y de como unos anónimos vecinos de la zona, hartos de verlos famélicos esperando semejante montaje robótico, los han rescatado, con el procedimiento de ir a por ellos.


Cometiendo una ilegalidad y dejando en ridículo a tanta parafernalia tecnológica, fastidiando la esperada foto del perro volando colgando de un dron. Solo tuvieron que andar 300 metros en una costra de lava endurecida y apenas caliente.
Lo mismo pasa con el aprendizaje. Cada vez será más y más difícil enseñar (y aprender), con el simple método de "ir a por el conocimiento", es decir, negando la intermediación de los pedagogos y sus chorradas, sin la intermediación de tecnologías y sin absurdos sobrecostes económicos.

2 comentarios: