sábado, 30 de diciembre de 2017

Matemáticas para unir, matemáticas para separar

Acabamos el año divisores, dividendos y divididos, cocientes y cocidos en el separatismo. La misma nación cien años después, la misma maldición. Feliz año nuevo.

Matemáticas para unir:

Leo, corto, pego, guardo y reproduzco de La Vanguardia del 30 de diciembre del 1917, hace hoy exactamente cien años (Link):

Cotidianas

Leo, corto, pego, guardo y reproduzco la interesante gacetilla:
«Un caballero visitó ayer al gobernador para explicarle un nuevo sistema de multiplicación que cree haber descubierto. Asimismo pidió permiso para colocar un encerado en un sitio público al objeto de dar a conocer prácticamente su invento. Respecto a esta petición, el señor Auñón se reservó unos días para contestarle.»
Me alegro mucho de que se haya inventado un nuevo sistema de multiplicación en estos tiempos en que todo el mundo parece haberse conjurado para dividirnos. Siempre dije yo que las Matemáticas eran una cosa excelente y que no falla. Ahora, en cuanto pasen esos días que el marqués de Pilares se ha tomado para contestar y ese benemérito caballero con su encerado a cuestas se coloque en un sitio público y nos de a conocer la manera de hacerlo, yo multiplicaré los cinco reales que poseo para toda la vida, y figúrense ustedes el encanto de la existencia que con esa multiplicación voy a proporcionarme; hasta fumaré en pipa.

De todas las operaciones aritméticas la más hermosa es la multiplicación. Y si no, acuérdense ustedes de aquello de “Creced y multiplicaos”. Para multiplicarnos, antes no teníamos más que un sistema de multiplicación ordinaria y otro de multiplicación abreviada: ahora tenemos otro. Multiplíquense ustedes por el nuevo sistema que con el posible permiso del marqués de Pilares verán en un encerado demostrado prácticamente, y se convencerán ustedes de que les sale bien la operación. No falla.

Las Matemáticas progresan que es una barbaridad. Yo voy a inventar algo también. Hasta ahora todos los matemáticos estaban de acuerdo en que no pueden sumarse cantidades heterogéneas, como dos cepillos y tres peines, que siempre serán dos cepillos y tres peines, sin que quepa hacer de ellos un conjunto que constituya una sola cosa total. Pues yo me voy a acercar al marqués de Pilares para demostrarle prácticamente lo contrario de esa teoría, no combatida hasta ahora por ningún matemático. Y si no, vean ustedes.
Teorema: La adición de dos cantidades heterogéneas da por resultado otra cantidad que es la suma de ambas y que constituye una sola cosa. Demostración: En efecto, tenemos dos cantidades heterogéneas, un panecillo y dos naranjas. Sumamos las dos naranjas con el panecillo. ¿Y qué nos resultará? Pues una merienda, cantidad heterogénea también y que constituye una sola cosa. Que es lo que se trataba de demostrar ¡Que vengan a decirme a mí ahora que los números que representan cantidades heterogéneas no pueden sumarse! Si con el sistema del incógnito caballero se multiplican las substancias, quedará resuelto felizmente uno de los más pavorosos problemas actuales. Buscábamos erróneamente la solución en normalizar los transportes, en impedir la exportación, en cualquier cosa, y no habíamos caído en la cuenta de que el problema quedaría resuelto con una simple multiplicación. Y es que somos muy torpes, ni siquiera nos acordábamos ya de aquello de los panes y los peces...

CAROLÍN.

Matemáticas para separar:

En el diario independentista Ara del 10/6/2017: "Les  Matematiques De La Desconnexió"











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