Este blog es un ejercicio de reflexión
sobre el aprendizaje y la cultura. En concreto sobre el enigma más
importante de nuestro tiempo: El porqué, en el momento histórico en
el que vivimos, en el cual disponemos de las mayores posibilidades
técnicas para compartir conocimientos y cultura, a un coste
económico tan bajo que podemos decir nulo, nuestros jóvenes son
significativamente más incultos.
De hecho mi propia generación, los
que ahora tenemos alrededor de cuarenta años, somos
significativamente más incultos de los que tienen sesenta años o
más.
Obviamente podemos negar este hecho y
creer que no, que nuestros jóvenes no saben menos, es que “saben
de forma diferente”. Por ejemplo, de que aunque desconocen por
completo quien fue Goethe, son “nativos digitales” y poseen las
“competencias básicas” para adquirir ràpidamente ese y
cualquier otro conocimiento que precisen.
También tenemos la libertad de
aceptar esta premisa y darnos cuenta de que toda la verborrea
educativa, pedagógica y didáctica actual (“competencias básicas”,
“aprender a aprender”...) es una cortina de humo de chorradas sin
fundamento y sin otro objetivo que negar la cruda realidad de la
decadencia del valor del aprendizaje y de la acumulación de
conocimientos, de lo que antaño se llamaba “sabiduría”.
Desde mi punto de vista, el elemento
clave de la crisis de la enseñanza está en la progresiva pérdida
de protagonismo del profesor en la experiencia docente. La figura del
profesor está sistemáticamente puesta en entredicho, se cuestiona
su capacidad docente, mientras que las mismas autoridades educativas
ponen toda su confianza en una pequeña élite de gurús de la
educación que no dejan de repetir el mantra de lo mal que enseñan
los profesores.
Y dentro de la pérdida de
protagonismo del profesorado en el aprendizaje, considero que la
creación y utilización de materiales didácticos propios es para mí
donde podemos ver de forma más manifiesta y cruda las
contradicciones y absurdos del sistema educativo actual.
Antes de nada, dejar claro que cuando
reivindico el protagonismo del profesor, también incluyo, no podría
ser de otra manera, el absoluto respeto si su decisión es escoger y
hacer comprar a sus alumnos un determinado libro editorial para el
seguimiento de sus clases. El dejar de (hacer) comprar libros de
texto a las editoriales no es ninguna garantía de calidad didáctica.
Hace unos días recibo como profesor
en Catalunya un email de Ensenyament invitando a todos los profesores
a acceder y leer una nueva sección del portal oficial Xtec dedicado
a la utilización de materiales didácticos por parte del profesorado
y la propiedad intelectual.
Páginas y más páginas en las que se
nos informa detalladamente de los límites legales que tenemos los
profesores para “coger” materiales didácticos de internet. Que
muchas de las cosas que circulan por Internet tienen dueño, y no las
podemos utilizar libremente.
Es de suponer que este inesperado
interés de Ensenyament por los derechos de autor viene dado por la
presión del lobby empresarial de editores de libros de texto para
proteger sus valuosísimos materiales didácticos.
Para la industria editorial sólo hay
dos tipos de profesores: Los que mansamente año tras año perpetuan
la tradición de hacer comprar a sus alumnos sus lotes de libros, y
los malvados profesores piratas que roban impunemente los contenidos
de sus libros.
Para la industria editorial la
posibilidad de que el profesor cree y utilice su propio material
didáctico sencillamente no existe: O compras o robas.
¿Y para la Administración educativa?
¿Existe la figura del profesor que crea y desarrolla sus propios
materiales didácticos?
Sí. Después de mucho mirar en las
páginas anteriores al final y como de “esquinilla” encontramos
la única mención que hace Ensenyament a los profesores que creamos
nuestros propios materiales didácticos
[...]el Departament d'Ensenyament
és el titular dels drets d'explotació dels materials elaborats pel
seu personal docent[...]
El Departamento de Ensenyament es el
titular de los derechos de explotación de los materiales elaborados
por su personal docente.
El mensaje está claro y no puede ser
más terrible: Ojito con lo que coges de Internet, que si no es tuyo
te la cargas. Por cierto, todo lo tuyo me lo quedo yo.
Aunque no exista un acuerdo formal de
cesión de derechos. Esta regla es independiente del formato en el
que estén los materiales.
Para un profesor los materiales
didácticos que ha creado son algo muy especial, algo muy personal.
Incluso la ficha de ejercicios más sencilla es para él algo
emocionalmente muy valioso. Algo que cuesta dejar incluso entre
compañeros del propio instituto. Y sentencias como la anterior
demuestran la más absoluta falta de sensibilidad del sistema
educativo respecto a la figura del profesor.
La justificación de esta
macro-expropiación tampoco tiene desperdicio:
El contrato de trabajo implica la
cesión de derechos de explotación a favor de la empresa que
contrata el autor, sin que sea necesario el acuerdo explícito entre
la empresa y el/la trabajador/a.
Aquí tenemos claramente un nuevo
ejemplo de cómo la equiparación “Empresa pública-Empresa
privada” se toma de la peor manera posible: el “esto se hace en
la empresa privada y no pasa nada” siempre esconde una segunda
parte que no se dice (y que normalmente tiene que ver con el dinero). Si en una empresa privada un trabajador realiza
un determinado producto que beneficia a la colectividad de dicha
empresa, es obvio que la propiedad de dicho producto sea para la
empresa, pero ¡a cambio de un reconocimiento y remuneración justa
para dicho trabajador!. O dicho de otra manera, la empresa se
encargará de ofrecer buenos incentivos a los trabajadores para que
tengan la motivación de producir dichos materiales para la empresa.
¿Existe algún tipo de incentivo para
que los profesores produzcan sus propios materiales didácticos? No.
Este es el caso del profesor que crea
materiales didácticos en ejercicio de sus funciones en organismos
administrativos o en centros educativos del Departament
d’Ensenyament, en virtud de una relación funcionarial.
Pero la realidad es que dentro del
ejercicio de las funciones del profesorado en centros educativos NO
existe la creación de materiales educativos: Cualquier profesor
puede desarrollar toda su carrera profesional hasta la jubilación
SIN haber creado jamás ni un solo material educativo.
Es más, en la inmensa mayoría de los
casos, los materiales didácticos los crea el profesor en su tiempo
libre, en casa, en fines de semana o vacaciones. ¿De qué narices
estamos hablando?
Además es bochornoso equiparar los
materiales didácticos de los profesores con cualquier producto
“industrial”. No es lo mismo hacer un croquis de una mesa de Ikea
que crear un PowerPoint de un profesor de filosofía. No es lo mismo
redactar una receta de un laxante que preparar un listado de
ejercicios para tus alumnos de lengua. No es lo mismo escribir un
albarán que un texto motivador para la próxima clase de ética.
Es realmente curiosa la interpretación que tiene la Administración Pública de los derechos intelectuales.
Es realmente curiosa la interpretación que tiene la Administración Pública de los derechos intelectuales.
"Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada;cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores;cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí;cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada."
AYN RAND (1950)
AYN RAND (1950)
Gerard: Gràcies per aquesta aproximació legal. L'administració fa riure amb aquests principis i conceptes. El món real és molt diferent: Els materials que són lliures, son lliures i els pot fer servir qualsevol, i a la vegada, els materials fets pels professors, pertanyen als professors que els han ideat. L'Administració té un concepte de la relació amb els seus treballadors molt proper al que es dona als treballadors i treballadores dels prostíbuls de les carreteres. El fet de que l'Administració hagi d'escriure aquestes rucades, només pot significar que hi ha una relació molt i molt fosca, entre els caps més alts de l'Administració i els gerents i directors de les editorials que es dediquen al llibre de text.
ResponderEliminarHola Maurici!
ResponderEliminarYo no lo podría decir más claro. Yo llevo tantos años luchando por reivindicar los materiales didácticos creados por el propio profesorado que te digo una cosa: Ojalá fuera un tema de corrupción política. Esto significaría que hay una política. Desgraciadamente pienso que la administración educativa no es corrupta, es sencillamente cobarde: En un momento de cambio tecnológico tan grande como el que vivimos prefiere la "certeza" que le ofrece el modelo "de toda la vida" de las editoriales y sus libros que confiar en el dinamismo, creatividad y innovación de sus profesores y profesoras. Es así de sencillo, es así de triste.
Más allá de esto, la Administración Pública tiene (o tendría que tener) el mandato inexcusable de OPTIMIZAR SUS RECURSOS. Pues bien ¿El hacer comprar año tras año a todos nuestros jóvenes carísimos libros de texto en vez de producir estos mismos recursos con dinero público una vez y para siempre es optimizar los recursos? Y la respuesta es NO.
Otro elemento: La constitución dice explícitamente que la educación ha de ser GRATUITA. ¿Exigir más de 300 euros al año en libros de texto es compatible con este mandato constitucional? La respuesta es NO.
Se trata, simplemente, de exigir a nuestros administradores públicos que actuen como tales.
P.D. Todo esto tendría sentido en un país "normal". En Catalunya tenemos la máxima responsable educativa, la consellera Rigau, está en estos momentos presentándose en el juzgado acusada de abrir los institutos un sábado para poner unas urnas...
ResponderEliminarTot això, només és comparable amb l'anomenat "impost del Sol". Un impost que preten cobrar absurds impostos als pobres usuaris d'una trista placa solar. En aquest cas el impost el pretenen justificar per una hipotètica "insolidaritat" dels beneficiats per la energia generada per la placa. Quan les paraules en general com les que veiem darrerament: "insolidaritat" o "competències" "habilitats" o "gratuïtat" canvien de sen tit i n'agafen un que no té ni cap ni peus, pots estar segur que es tracta del preàmbul de la corrupció, i cal revisar de seguida si encara tenim la cartera a la butxaca, o si bé ja ha volat.
ResponderEliminarSí, yo también he visto la similitud entre la "liberalización" del libro de texto (en bochornoso perjuicio de los intereses públicos) y la "liberalización" del mercado eléctrico, que supuestamente había de significar la mejora de la competitividad y los precios, pero que en realidad ha supuesto tener los precios de la luz más caros de Europa y de una "deuda" inmensa y imposible de pagar:
ResponderEliminarhttp://indignado.es/a-partir-de-noviembre-la-luz-en-espana-la-mas-cara-de-europa-divulgalo/
El neoliberalismo es privatizar los beneficios y sociabilizar las pérdidas.