Este clima de debate puede ser útil para reflexionar sobre qué es la soberanía, qué es la independencia.
El diario El País del 16 de Enero del 2013 nos ofrece un artículo en el que la consellera de Educacion de Catalunya, Irene Rigau, expone cómo será la educación en Catalunya en el futuro,
En este artículo me llama poderosamente la atención la siguiente frase:
[...]Uno de los objetivos de esta adaptación es, según Rigau, cumplir las exigencias de la OCDE y de las pruebas Pisa[...]
Esta frase rebota por mi mente como una de esas bolas de goma con las que juegan los críos
...cumplir las exigencias de la OCDE y de las pruebas Pisa...
...cumplir las exigencias de la OCDE...
...cumplir las exigencias de la OCDE...
¿Desde cuando en Catalunya debemos "cumplir las exigencias de la OCDE", una institución con sede en París, de carácter económico?
¿Desde cuando la OCDE y su prueba PISA se ha convertido en modelo educativo?
¿Desde cuando hemos cedido la soberanía educativa a esta institución? ¿Se han presentado en algún momento a unas elecciones democráticas? Yo personalmente no les hubiera votado...
De la misma forma que Grecia (sobre)vive como puede bajo las exigencias de un rescate económico que le obliga a obedecer los mandatos estranjeros de la Troika y aceptar la pérdida de soberanía económica, ¿está Catalunya bajo algún tipo de "rescate educativo"? Es un tema, que como catalán que soy, me interesa saber.
El debate sobre la soberanía y la independencia da mucho juego. El diario El País del 19 de junio del 2015 nos ofrece la siguiente noticia:
Resulta que ANELE, el lobby español de empresarios de libros de texto escolares AMENAZA a las comunidades autónomas como Catalunya que rechazan la nueva ley educativa estatal, la LOMCE.
No soy yo, que lo dice el diario El País, con todas las letras:
A.M.E.N.A.Z.A.N.
¿Desde cuando los empresarios de los libros de texto tienen tanto poder como para amenazar a los gobiernos elegidos democráticamente? Empresarios que viven de nuestro dinero, del dinero que las familias dedican con toda su buena voluntad a la educación de sus hijos, muchas veces a costa de un enorme sacrificio.
El artículo nos ofrece perlas del calibre de bolas de cañon:
[...]El currículo general de estos dos últimos ciclos, aprobado por el Ministerio de Educación en enero, refuerza lengua, matemáticas y ciencias, deja de lado tecnología y enseñanzas artísticas y aboga por formar el pensamiento empresarial más que el filosófico[...]
Pero sobre todo brilla con luz propia:
[...]El sector del libro teme perder parte de los 200 millones invertidos en nuevos manuales[...]
¿200 millones de euros invertidos en los nuevos manuales?
¿200 millones de euros?
¿200 millones?
200 millones de patadas en el culo os daba yo a vosotros.
¿Cuantos euros costaría emplear a un grupo de profesores, cinco, diez, quince a lo sumo por asignatura, para que durante un año prepararan unos manuales, unos libros de texto públicos, libres, gratuitos, para que nuestros alumnos y sus familias pudieran disfrutar de una alternativa gratuita a la opresión asfixiante de este lobby empresarial?
No costaría ni un millon de euros. Ni medio millón. Esto también es soberanía, esto también es independencia.
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