Después de cada guerra…
Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.
Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.
Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.
Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.
A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.
Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.
Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.
Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.
En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.
Wislawa Szymborska
Este poema nos habla de la aceptación de la derrota.
Nos enseña que la derrota no es el final, sino el principio de una nueva era.
La mala noticia es que nosotros no seremos protagonistas en ella:
"Aquellos que sabían/de qué iba aquí la cosa/tendrán que dejar su lugar/a los que saben poco./Y menos que poco./E incluso prácticamente nada."
Nos enseña que la derrota no es el final, sino el principio de una nueva era.
La mala noticia es que nosotros no seremos protagonistas en ella:
"Aquellos que sabían/de qué iba aquí la cosa/tendrán que dejar su lugar/a los que saben poco./Y menos que poco./E incluso prácticamente nada."
Justo donde estamos ahora los educadores que hicimos patria del sistema educativo público.
No debemos ser tan duros con nosotros mismos. ¡Hicimos lo que pudimos, luchamos hasta el final!
Pero tuvimos "de nuestra parte" a pedagogos , sindicatos de sector y la propia Administración pública
Con semejantes "aliados" ¿De verdad alguien pensaba ganar?
No debemos ser tan duros con nosotros mismos. ¡Hicimos lo que pudimos, luchamos hasta el final!
Pero tuvimos "de nuestra parte" a pedagogos , sindicatos de sector y la propia Administración pública
Con semejantes "aliados" ¿De verdad alguien pensaba ganar?
A los derrotados solo nos quedan dos opciones:
O aburrir con nuestra nostalgia a quien nos quiera escuchar:
"Alguien escuchará/asintiendo con la cabeza en su sitio.Pero a su alrededor/empezará a haber algunos/a quienes les aburra."
"Alguien escuchará/asintiendo con la cabeza en su sitio.Pero a su alrededor/empezará a haber algunos/a quienes les aburra."
O el exilio. Hacer la maleta y marchar.
El conocimiento y el aprendizaje no se han perdido, ahora están en Internet.
Bien escondidos entre una tupida maleza de frivolidades y vulgaridades.
Un lugar en el que poder comunicarnos, poder aprender de verdad.
Un lugar en el que poder intercambiar poesías, pensamientos...
Un lugar en el que, los que amamos el conocimiento,
con una espiga entre los dientes, mirando las nubes, podamos volver a amar.
El conocimiento y el aprendizaje no se han perdido, ahora están en Internet.
Bien escondidos entre una tupida maleza de frivolidades y vulgaridades.
Un lugar en el que poder comunicarnos, poder aprender de verdad.
Un lugar en el que poder intercambiar poesías, pensamientos...
Un lugar en el que, los que amamos el conocimiento,
con una espiga entre los dientes, mirando las nubes, podamos volver a amar.
Todo el poema es irónico. La poeta no nos dice que haya que aceptar la derrota, o algo así. Sólo nos avisa de que volverá a suceder.
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