domingo, 16 de junio de 2019

Chernobil educativo en Cataluña

La serie "Chernobyl" de HBO nos puede ayudar a comprender los mecanismos de la corrupción de una administración pública. ¿Qué endimoniado motivo pudo tener el responsable de una central nuclear, Anatoli Diátlov, para aceptar saltarse las normas de seguridad? La ambición. Su propia ambición y la de los politicos de medio pelo que tenía como superiores. La central funcionaba bien, había incluso ganado premios de producción y rentabilidad, pero los políticos exigían más y más productividad, mejorar aún más los resultados, querían más medallas y más menciones...

Las normas de seguridad están redactadas en enormes "tochos" de papel, y se tienen que cumplir,  sin excepción alguna y en todo momento. Pero, ¡ay! sometidos a la presión de la rentabilidad, ciertas normas de dejan de cumplir. No hay tiempo. Nunca hay tiempo. Y poco a poco, se va generando otro listado de normas, un acuerdo verbal de todo lo que realmente se hace. Un pacto tácito, no escrito, entre los responsables de la nuclear para justificar el incumplimiento de ciertas normas de seguridad, presionados por aumentar más y más la productividad, corrompidos por una casta de políticos, lejos de la central nuclear, sin tener ni idea de cómo funciona, solo piensan en aumentar la producción y en reducir costes.

Con la prueba de selectividad de matemáticas de Cataluña pasa exactamente lo mismo. Por un lado está  el temario oficial, enorme, redactado, y por otro lado está "lo que realmente entra", lo que realmente hay que estudiar, un acuerdo tácito para no preguntar mas que ciertas cosas muy concretas, un acuerdo no escrito para reducir considerablemente el temario. Y todo para mantener la nota media, año tras año, por encima de un 6,

Por ejemplo, deducir la inversa de una matriz sabiendo que cumple la igualdad M2–M–2I=0 (problema 5) sería un problema dífícil... Si no fuera porque se sabe que entra cada año. Como se sabe que cada año entra el "Teorema de Bolzano" (Problema 4b)...

En honor a la verdad, hay que decir que este año se ha roto la "tradición", vergonzosa, de dar la función en el problema de optimización. No se dice aquello de "Comprueba que la función a optimizar es..."

Los exámenes de matemáticas se repiten año tras año siguiendo una pauta establecida no verbalmente de lo que "siempre entra" y de lo que "no entra nunca". Esto es perfetctamente comprobable, basta con entrar en repositorios de exámenes como "examenesdepau.com".

Esto no pasa solo en Cataluña. Menudo escándalo se ha montado en Valencia, donde ha entrado el "teorema de Rolle", que hacía diez años que no se estudiaba, pero que estar, lo que se dice estar, estaba en el temario.


Esto es un indicador de corrupción administrativa muy grave, pero aún más grave y perjudicial es que las pruebas de matemáticas de Cataluña son las únicas de toda España (¡18 pruebas diferentes, para mayor gloria del mamoneo político) en no pedir nada de probabilidad ni estadística. Desde hace veinte años, los jóvenes catalanes entran en la universidad sin saber qué es una distribución normal, un intervalo de confianza para una muestra, o el teorema de Bayes. Nada. Esto es muy serio, estamos hablando de aproximadamente un tercio del temario de segundo en la modalidad de "Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales". Todo un trimestre. Y lo que es peor: Se eliminó del temario precisamente la parte "aplicable" a la vida real. Por ejemplo, para saber que incluso una central nuclear puede explotar.

El motivo (cierto o no) del porqué de esta pérdida significativa en el temario "real" me la dio hace muchos años un compañero veterano. Resulta que en Cataluña se cursaban tres horas semanales de matemáticas, mientras que en el resto de España, sin segunda lengua oficial, cuatro. (¡No había tiempo!) Y se pactó (pacto no escrito) compensarlo con una reducción significativa en el temario (el caso gallego, con segunda lengua pero cuatro horas de matemáticas, era atribuido a la mediación milagrosa del Apóstol). Pero posteriormente se recuperó la cuarta hora de matemáticas, pero jamás se ha recuperado el temario. Nadie se ha molestado en hacerlo. ¡El conocimiento se pierde pero no se recupera!

1 comentario:

  1. Vergonzoso, Gerard, pero solo un capítulo más de lo que es desde hace tiempo la selectividad en toda España, esa gran estafa que a su vez forma parte de esta cadena:
    -Hay excesivas universidades y son un negocio, así que la puerta de entrada debe ser bien amplia.
    -Esa es la razón por la que tenemos el invento kafkiano de una selectividad que no selecciona, pues la aprueba prácticamente todo el mundo.
    -Y si alguien piensa que lo complicado es llegar a la selectividad, que no se equivoque: desde hace ya un buen puñado de años, el Bachillerato lo aprueba todo aquel que empiece a hacerlo.

    -¡Ya, claro!, pensarán algunos, pero para entrar hay que aprobar la ESO. Justamente: ¿y quién no aprueba ese jardín de infancia que es la ESO? Solo los más recalcitrantes: el resto pasa a un Bachillerato con unos niveles de exigencia que permiten aprobarlo a todos, hasta a los que en su día aprobaron la ESO con dificultades o de regalo.

    El resultado es obvio y conocido: la falta de exigencia que ha pasado de la ESO al Bachillerato y del Bachillerato a la universidad, ha creado la universidad logsiana que tenemos hoy: mediocre y con demasiados alumnos encantados de su ignorancia y persuadidos de que ahí también tienen derecho a aprobar por la cara. Todo a base de trampas como esa que cuentas en tu artículo, porque la trampa es el ladrillo que articula la colosal trampa de nuestro sistema, sin que esto convierta en decente o tolerable eso que nos cuentas hoy: en esto, la enseñanza catalana es muy española (¡qué trauma!), tan española que me temo que es de las más tramposas. Perdona que me haya excedido con la extensión. Un saludo.

    ResponderEliminar