miércoles, 13 de julio de 2016

Eduard Vallory ¿Líder educativo de Catalunya?

Odio la pedagogía. No aquella pedagogía clásica, honesta, que en su día se desarrolló con el noble fin de ayudar al estudiante en su aprendizaje, en ayudar al profesor en su docencia. Odio la terrible perversión en la que se ha ido degradando hasta llegar a convertirse en nuestros días, por increíble que parezca, en la principal causa del empobrecimiento cultural de nuestra juventud.

Desde luego este fenómeno no sólo pasa en Catalunya, ni sucede sólo con las matemáticas. Pero desde luego en Catalunya y con respecto a las matemáticas esta aberrante perversión ha llegado a extremos inauditos.

El domingo pasado el diario catalán “Ara” publicó un monográfico especial sobre la educación matemática y su futuro. En él los gurús oficiales de la tóxica teología en la que se ha convertido la didáctica en Catalunya repasan uno por uno los dogmas incuestionables de lo que ha de ser la enseñanza de las matemáticas. Ni una sola referencia al esfuerzo personal por parte del estudiante, ni una sola mención a las matemáticas como cuerpo de contenidos, de currículum que se deba ir aprendiendo progresivamente a lo largo de muchos años. Ni una sola referencia a las matemáticas entendida como asignatura, con contenidos distribuidos a lo largo de muchos cursos, contenidos que el alumno ha de aprender. Ni una sola mención a la dificultad intrínseca que supone la matemática. Y naturalmente, ni una sola mención a los recortes en educación, o las aulas con 34 alumnos...

No. Todo esto son anatemas para estos sacerdotes oficiales de la pedagogía. Todo, absolutamente todo el aprendizaje de las matemáticas, según estos obispos didácticos,  tiene que “fluir” única y exclusivamente por canales lúdicos, juegos, diversiones. Una y mil veces se alude al niño pequeño que aprende ¡Oh maravilla! En la pura experimentación de sus juegos,  sin necesidad de temarios ni exámenes trimestrales, ¡Seamos todos como niños! ¡Aleluya! ¡Únete tu también, hermano, a la nueva era del aprendizaje!

Finalmente, todo esta logorrea acaba negando la propia asignatura de matemáticas, y la necesidad del profesorado de matemáticas. No hay que dejar de tener en cuenta que muchos de estos gurús de la educación son desertores de la docencia de instituto. Las matemáticas, según ellos, liberadas del corsé de la asignatura, se aprenden de cualquier forma, en cualquier momento, mirando unas nubes o jugando a la comba, mirando la tele o chupando un regaliz.

Todo este nuevo “mundo feliz” orwellliano huxleyano que promocionan estos gurús tiene, naturalmente, un pequeño inconveniente: que es mentira. Y todas estas ideas son, en sí mismas, un grave perjuicio para cualquier persona, niño, joven o mayor que quiera aprender matemáticas. Y un grave perjuicio público, y esto es muy grave, porque no afectan al ámbito estricto de una determinada escuela privada con una orientación más o menos proustiana, responsabilidad última de los padres que decidan inscribir a sus hijos. Esto afecta a la escuela pública, la escuela de todos, que las clases trabajadoras mantienen con sus impuestos y en la que confían. Por lo que todas estas aberraciones pedagógicas constituyen un caso mayúsculo de malversación de fondos públicos.

Un atisbo de cordura, una ventana abierta a la realidad la podemos encontrar en este mismo diario unas páginas después, en una entrevista a la matemática Marta Sanz-Solé. En letras grandes: “Los profesores de matemáticas no tienen que desanimar al alumno cuando fracasa”. Sí, el fracaso, la frustración como parte intrínseca, inevitable, del proceso de aprendizaje de las matemáticas, para alcanzar el éxito. Compárese esta idea, lúcida, respetuosa con el estudiante, con las banalidades infantilizadoras que encontramos en páginas anteriores, como “[...]no hay nada más motivador que el éxito. Por lo tanto, es muy importante que los alumnos tengan pequeños éxitos cuando solucionan problemas y sientan la emoción de haber resuelto uno[...]”. ¿Ven la diferencia entre los dos discursos? La diferencia está en que Marta Sanz no tiene que vender ningún bálsamo de Fierabrás educativo. La entrevista a esta matemática merece ser leída, es un ejemplo para todos, como ciudadanos, no sólo para profesores o estudiantes.

P. ¿Para los profesores de primaria y secundaria que estén leyendo la entrevista, y para los padres que ven que a sus hijos les cuesta las matemáticas, podría darles algún consejo?

R. Primero, fomentar que no se consigue nada sin esfuerzo. Hace falta hacer deberes. Después pienso que es muy importante que padres y profesores, delante de una frustración o fracaso, sean muy positivos. Creo que a los jóvenes se les tiene que animar, no desanimar. Y después decirles que si el pensamiento abstracto no es su fuerte, tendrán que adquirir un cierto nivel obligatorio. Después que hagan cualquier otra cosa, porque en la vida hay lugar para todo el mundo. Lo importante es no dejar de lado el gusto por el aprendizaje. Puede gustar más o menos, pero hace falta inculcar a los jóvenes que su función mientras se están formando es aprender y hacerlo bien. Que esto es una cosa  que me preocupa mucho y no tenemos en este país. Y a los jóvenes, los maestros les tienen que inculcar que tienen que devolver alguna cosa a la sociedad. La sociedad está invirtiendo muchos esfuerzos y dinero en ellos. Y en cierta manera, su esfuerzo formándose es también una manera de retornarlo. Creo que esta cultura de ser agradecido se tiene que fomentar.

Esfuerzo, deberes, tolerancia a la frustración, fortaleza ante los fracasos, pensamiento abstracto, obligación de aprender... Conceptos fundamentales en la experiencia del aprendizaje, pero desterrados del discurso pedagógico actual oficial.

Pretender desterrar la idea “tradicional” de que el conocimiento es un capital que pasa de generación en generación, de profesores a alumnos y que el alumno “acumula” a lo largo de los años, desterrar esta idea sólo beneficiará a la clase alta, que en ningún momento se creerá semejante mentirusco y dará a sus hijos estos contenidos mediante elementos extraescolares de pago (como por ejemplo la plataforma digital Smartick, que por 30 euros mensuales ofrece las matemáticas que no ofrece la escuela), y perjudica de forma dramática las clases trabajadoras que no podrán costearse estos recursos extraescolares, con lo que aumentará de forma gravísima la desigualdad social.

Pero (Oh!) si la pedagogía se ha convertido en una teología, la Iglesia Catalana tiene su sumo sacerdote, su gurú máximo. El mismo diario nos ofrece más adelante una entrevista de tres páginas al máximo pontífice oficial de la nueva educación catalana: El Sr. Eduard Vallory.


Tengo que reconocer que este señor me supera, sobrepasa mi capacidad descriptiva. Creo que es imposible encontrar otro individuo en el que convivan, por un lado, el discurso mesiánico más prepotente y pedante y por otro el currículum más vacío, el expediente  menos indicado, la mayor falta de autoridad. Y dicho individuo se postula, mañana, tarde y noche como el líder natural,, el guía espiritual de nosotros los profesores, el Mesías que nos llevará a la tierra prometida de la educación del futuro.

Sobre sus "ideas pedagógicas" no insistiré, ya le concedí, nada más conocerle, el Premio Canapé de Tortilla de Patatas 2016, pero no puedo dejar de recoger algunas perlas de su entrevista:

P. Esto es lo que hiciste en una cita de tu discurso: “Si enseñamos a los niños como los enseñábamos ayer, les robamos el mañana”.
R. Exacto. Esto es de John Dewey, de los años 20.


Efectivamente, las pretendidas nuevas ideas "rupturistas" de este señor tienen más de cien años. En este sentido recomiendo la lectura del libro "La escuela que necesitamos" de E. D. Hirsch, en el que se denuncia precisamente que la mayoría de ideas educativas revolucionarias son en realidad, muy antiguas (y en su día resultaron estrepitosos fracasos, algo que ahora no se dice, tal vez porque nos quieren vender la mula ciega).

P. ¿De aquí a 10 años no reconoceremos la escuela?
R. Nuestro objetivo es que de aquí a 15 años la escuela se parezca tanto a la de los años 80 como un quirófano del 1980 y un quirófano del 2030.


Bravo. En esta absurda comparación, por lo que parece este señor no sólo conoce cómo será la educación del año 2030, sino que también conoce cómo serán los quirófanos del futuro, ampliando su clarividencia al ámbito hospitalario, o tal vez (en esto especulo) nos manifieste su ignorancia en ambos campos.

No pueden faltar alusiones a Finlandia. El fenómeno que se da en Catalunya de identificación educativa con Finlandia creo que no se da en ninguna otra parte del mundo, y considero humildemente que es algo digno de estudio.

[...]La población escolar de Catalunya es relativamente acotada. No muy diferente de la que tiene Finlandia. Por lo tanto, es un entorno suficientemente grande pero suficientemente pequeño como para poder hacer una acción de cambio con un efecto contagio[...]

El aprendizaje innato del niño pequeño es un elemento central en su discurso: [...]A un niño pequeño no le obligas a hacer una lista de vocabulario. No le haces memorizar el present perfect y el present continuous. Y sin embargo los aprenden. Y tienes niños y niñas que han ido con sus padres a vivir a otro país, y el niño tiene tres años y aprende alemán de golpe[...].

Bravo Sr. Vallory. Y yo diría aún más. En China se da el caso de niños pequeños, pero muy pequeños eh, que aprenden el mandarín sin esfuerzo aparente, con lo difícil que es, no me jodas. ¿Pero, de verdad, realmente este señor es el líder educativo que necesita este país?

Pero lo que es indignante hasta  es la desfachatez de este señor al denigrar al profesorado de primaria y secundaria y su acceso a la docencia:

[...]Hemos heredado la estructura de escuela pública del franquismo, la “escuela nacional” del siglo XIX, y para entrar tienes que hacer unas oposiciones, y por tanto, una estructura memorística. Tienes gente que, de forma totalmente legítima, ha entrado porque le han dicho que si memoriza entra y puede transmitir lo que ya ha sabido, y ya está[...]

Yo, que entré en la carrera docente ganando unas oposiciones, me siento terriblemente ofendido por el tono despectivo de este señor. Pero puedo aceptar que este señor me cuestione de esta manera tan frívola (naturalmente sin dejar de pensar que no tiene ni zorra idea de lo que significa ganar una plaza por un concurso-oposición) si, en justicia, presenta él sus credenciales, su currículum, sus méritos para haber llegado al cargo que ha llegado, para mirarme así, por encima del hombro.

Lo primero que tengo que decir es que teniendo ambos prácticamente la misma edad, mientras yo he obtenido una única licenciatura, este señor se jacta de tener un doctorado, un master, una diplomatura y dos licenciaturas. Yo le creo, si bien echo en falta en su currículum algún doctorado en física nuclear o algún postgraduado en griego antiguo. Es realmente admirable haber encontrado tiempo para cursar tantas carrera.

En mi caso, después de dedicar un año a preparar unas oposiciones a profesor de secundaria, eso a lo  que despectivamente se refiere como ”porque le han dicho que si memoriza entra y puede transmitir lo que ya ha sabido, y ya está” llevo entre pecho y espalda 16 años de profe en diferentes institutos de Catalunya. Mientras que a este señor lo podemos encontrar en los más variados puestos y lugares. Veamos algunos:

En el 1989 lo encontramos como tercer suplente en las listas de Esquerra Republicana de Catalunya para diputado en las Cortes.

http://www.juntaelectoralcentral.es/cs/jec/documentos/GENERALES_1989_Candidaturas.pdf

En el 2012, en una ponencia  en el Senado, como especialista en PYMES y Director General de Barcelona Graduate School of Economics (GSE):

http://www.senado.es/web/actividadparlamentaria/iniciativas/detalleiniciativa/index.html?legis=10&id1=713&id2=000186

En el 2012 lo encontramos apoyando al presidente Artur Mas, aquí se presenta como politólogo y periodista:

http://www.vilaweb.cat/noticia/4053603/20121108/presenta-llista-completa-progressistes-favor-dartur-mas.html

En el 2015 aparece en el Anuari FOCIR (Federació d’Organitzacions Catalanes Internacionalment Reconegudes) como “especialista” en diplomacia internacional:

http://www.colpis.cat/files/documents/577_material.pdf

En marzo del 2016 lo encontramos como nuevo presidente de la “Comissió d'Ensenyament” de la SAREB, La Societat Econòmica Barcelonesa d'Amics del País, presidida por Miquel Roca i Junyent

http://sebap.com/ca/noticies/eduard_vallory_nou_president_de_la_comissio_densenyament/19/

Por último lo encontramos como director de “Nova Aula 21”. Sobre este chiringuito educativo ya hablé en este mismo blog hace unos meses

http://toomatesbloc.blogspot.com.es/2016/05/aulas-de-acogida-para-ricos-escola-nova.html

Y os recomiendo la lectura del excelente artículo de Xavier Diez "L’Escola Nova 21: unes preferents educatives"


¿Realmente este es el perfil profesional propio de un líder educativo? ¿Realmente esta es la trayectoria profesional de un pretendido guía para el profesorado? ¿Realmente, pregunto sinceramente, algún profesor o profesora se puede sentir identificado con semejante trayectoria profesional?

 

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