martes, 10 de julio de 2018

Maturità vs. Selectivitat

Para adquirir consciencia del lodazal educativo en el que año tras año nos vamos hundiendo más y más sólo hay que descargar de Internet la prueba de matemáticas de la Maturità italiana:

https://www.blitzquotidiano.it/wp/wp-content/uploads/2018/06/liceo-scientifico-seconda-prova-matematica.pdf

Y compararla con su equivalente catalán, la prueba de Matemàtiques de la Selectivitat de Catalunya:

http://universitats.gencat.cat/web/.content/01_acces_i_admissio/pau/documents/examens_2018/pau_mate18jl.pdf

Mira que en Catalunya tenemos expertos educativos para parar un tren (y ojalá se intente algún día), mira que disponemos del mayor número de gurús pedagógicos por metro cuadrado de toda Europa, pues tú descuida que no los compararán, no.

Porque es para ponerse a llorar.

La prueba de matemáticas de la Selectividad de Catalunya no tiene más objetivo que el de reducir, año tras año, su contenido y ser año tras año un poco más fácil que el anterior, todo para para mantener de forma totalmente artificial unos resultados superiores (o al menos iguales) que el año anterior. Por la política. Por la puñetera política.

Y puesto que el temario no se puede reducir ya más porque es sencillamente imposible (hace años que fueron desterradas la probabilidad, la estadística, la trigonometría, la geometría en el plano...). Los pobres comisarios políticos responsables de dicha prueba no saben ya qué inventar para hacerla aún más fácil. La última tendencia son los problemas "comprueba que...". En la historia de las matemáticas han existido los problemas "demuestra que..." o "calcula el...". Ahora nos hemos inventado el "comprueba que...", que es el fraude más vergonzoso que se puede hacer a un estudiante de matemáticas. Por ejemplo, en el problema 6 se presenta un sistema de ecuaciones en forma matricial, se da su solución y se pide "comprobar que, efectivamente, los valores propuestos son correctos:

En España se realizan 17 exámenes diferentes de matemáticas. Cada región, comunidad autónoma, nación o república en vías de desarrollo hace el suyo, específico, diferente, distinto ¿Y todo para qué? Para regalar puntos. Para inflar artificialmente los resultados (En Catalunya estamos en un 97% de aprobados). Porque ningún territorio quiere quedar por detrás de los demás en los medios de comunicación. Los resultados son falsos, todo el mundo lo sabe, pero todo el mundo calla...

También sabíamos hace quince años que la burbuja inmobiliaria en España explotaría tarde o temprano, pero preferíamos vivir en la fantasía, en la mentira. También todo el mundo callaba.

Y porque los expertos pedagógicos, que son perfectamente concientes de esta mentira educativa, son (por increíble que parezca) los responsables de alimentarla más y más cada día, porque se lucran de ella, porque viven de ella. No me cansaré nunca de denunciarlo: Los expertos educativos y pedagógicos, auténticas garrapatas, son los máximos responsables de la degradación de nuestro sistema educativo, y algún día deberán ser juzgados y condenados por su crimen.

Mientras tanto, en Italia, un mismo examen de matemáticas evalúa a medio millón de estudiantes al final de su etapa pre-universitaria. Un mismo examen de Turín a Palermo. Una prueba de matemáticas que dura seis horas, una prueba sólida, exigente, reflejo inequívoco de un sistema educativo serio.

Los jóvenes catalanes son tan válidos y tan competentes como los italianos, y no se merecen una selectividad mediocre, reflejo de un sistema educativo mediocre dominado por la casta política más mediocre de Europa.

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