domingo, 18 de octubre de 2015

La Administración Educativa y los Derechos de Autor

Este blog es un ejercicio de reflexión sobre el aprendizaje y la cultura. En concreto sobre el enigma más importante de nuestro tiempo: El porqué, en el momento histórico en el que vivimos, en el cual disponemos de las mayores posibilidades técnicas para compartir conocimientos y cultura, a un coste económico tan bajo que podemos decir nulo, nuestros jóvenes son significativamente más incultos.

De hecho mi propia generación, los que ahora tenemos alrededor de cuarenta años, somos significativamente más incultos de los que tienen sesenta años o más.

Obviamente podemos negar este hecho y creer que no, que nuestros jóvenes no saben menos, es que “saben de forma diferente”. Por ejemplo, de que aunque desconocen por completo quien fue Goethe, son “nativos digitales” y poseen las “competencias básicas” para adquirir ràpidamente ese y cualquier otro conocimiento que precisen.

También tenemos la libertad de aceptar esta premisa y darnos cuenta de que toda la verborrea educativa, pedagógica y didáctica actual (“competencias básicas”, “aprender a aprender”...) es una cortina de humo de chorradas sin fundamento y sin otro objetivo que negar la cruda realidad de la decadencia del valor del aprendizaje y de la acumulación de conocimientos, de lo que antaño se llamaba “sabiduría”.

Desde mi punto de vista, el elemento clave de la crisis de la enseñanza está en la progresiva pérdida de protagonismo del profesor en la experiencia docente. La figura del profesor está sistemáticamente puesta en entredicho, se cuestiona su capacidad docente, mientras que las mismas autoridades educativas ponen toda su confianza en una pequeña élite de gurús de la educación que no dejan de repetir el mantra de lo mal que enseñan los profesores.

Y dentro de la pérdida de protagonismo del profesorado en el aprendizaje, considero que la creación y utilización de materiales didácticos propios es para mí donde podemos ver de forma más manifiesta y cruda las contradicciones y absurdos del sistema educativo actual.

Antes de nada, dejar claro que cuando reivindico el protagonismo del profesor, también incluyo, no podría ser de otra manera, el absoluto respeto si su decisión es escoger y hacer comprar a sus alumnos un determinado libro editorial para el seguimiento de sus clases. El dejar de (hacer) comprar libros de texto a las editoriales no es ninguna garantía de calidad didáctica.

Hace unos días recibo como profesor en Catalunya un email de Ensenyament invitando a todos los profesores a acceder y leer una nueva sección del portal oficial Xtec dedicado a la utilización de materiales didácticos por parte del profesorado y la propiedad intelectual.
Páginas y más páginas en las que se nos informa detalladamente de los límites legales que tenemos los profesores para “coger” materiales didácticos de internet. Que muchas de las cosas que circulan por Internet tienen dueño, y no las podemos utilizar libremente.

Es de suponer que este inesperado interés de Ensenyament por los derechos de autor viene dado por la presión del lobby empresarial de editores de libros de texto para proteger sus valuosísimos materiales didácticos.

Para la industria editorial sólo hay dos tipos de profesores: Los que mansamente año tras año perpetuan la tradición de hacer comprar a sus alumnos sus lotes de libros, y los malvados profesores piratas que roban impunemente los contenidos de sus libros.

Para la industria editorial la posibilidad de que el profesor cree y utilice su propio material didáctico sencillamente no existe: O compras o robas.

¿Y para la Administración educativa? ¿Existe la figura del profesor que crea y desarrolla sus propios materiales didácticos?

Sí. Después de mucho mirar en las páginas anteriores al final y como de “esquinilla” encontramos la única mención que hace Ensenyament a los profesores que creamos nuestros propios materiales didácticos



[...]el Departament d'Ensenyament és el titular dels drets d'explotació dels materials elaborats pel seu personal docent[...]

El Departamento de Ensenyament es el titular de los derechos de explotación de los materiales elaborados por su personal docente.

El mensaje está claro y no puede ser más terrible: Ojito con lo que coges de Internet, que si no es tuyo te la cargas. Por cierto, todo lo tuyo me lo quedo yo.

[...]tot i que no existeixi un acord formal de cessió de drets. Aquesta regla és independent del format en què estiguin els materials[...]

Aunque no exista un acuerdo formal de cesión de derechos. Esta regla es independiente del formato en el que estén los materiales.

Para un profesor los materiales didácticos que ha creado son algo muy especial, algo muy personal. Incluso la ficha de ejercicios más sencilla es para él algo emocionalmente muy valioso. Algo que cuesta dejar incluso entre compañeros del propio instituto. Y sentencias como la anterior demuestran la más absoluta falta de sensibilidad del sistema educativo respecto a la figura del profesor.

La justificación de esta macro-expropiación tampoco tiene desperdicio:

[...]El contracte de treball implica la cessió de drets d'explotació a favor de l'empresa que contracta l'autor/a, sense que sigui necessari l'acord exprés entre l'empresa i el/la treballador/a[...]

El contrato de trabajo implica la cesión de derechos de explotación a favor de la empresa que contrata el autor, sin que sea necesario el acuerdo explícito entre la empresa y el/la trabajador/a.

Aquí tenemos claramente un nuevo ejemplo de cómo la equiparación “Empresa pública-Empresa privada” se toma de la peor manera posible: el “esto se hace en la empresa privada y no pasa nada” siempre esconde una segunda parte que no se dice (y que normalmente tiene que ver con el dinero). Si en una empresa privada un trabajador realiza un determinado producto que beneficia a la colectividad de dicha empresa, es obvio que la propiedad de dicho producto sea para la empresa, pero ¡a cambio de un reconocimiento y remuneración justa para dicho trabajador!. O dicho de otra manera, la empresa se encargará de ofrecer buenos incentivos a los trabajadores para que tengan la motivación de producir dichos materiales para la empresa.

¿Existe algún tipo de incentivo para que los profesores produzcan sus propios materiales didácticos? No.

[...]Aquest és el cas del professorat que crea materials educatius en exercici de les seves funcions en organismes administratius o en centres educatius del Departament d'Ensenyament, en virtut d'una relació funcionarial[...]

Este es el caso del profesor que crea materiales didácticos en ejercicio de sus funciones en organismos administrativos o en centros educativos del Departament d’Ensenyament, en virtud de una relación funcionarial.

Pero la realidad es que dentro del ejercicio de las funciones del profesorado en centros educativos NO existe la creación de materiales educativos: Cualquier profesor puede desarrollar toda su carrera profesional hasta la jubilación SIN haber creado jamás ni un solo material educativo.

Es más, en la inmensa mayoría de los casos, los materiales didácticos los crea el profesor en su tiempo libre, en casa, en fines de semana o vacaciones. ¿De qué narices estamos hablando?

Además es bochornoso equiparar los materiales didácticos de los profesores con cualquier producto “industrial”. No es lo mismo hacer un croquis de una mesa de Ikea que crear un PowerPoint de un profesor de filosofía. No es lo mismo redactar una receta de un laxante que preparar un listado de ejercicios para tus alumnos de lengua. No es lo mismo escribir un albarán que un texto motivador para la próxima clase de ética.

Es realmente curiosa la interpretación que tiene la Administración Pública de los derechos intelectuales.

 "Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada;cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores;cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí;cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada."

AYN RAND (1950)


5 comentarios:

  1. Gerard: Gràcies per aquesta aproximació legal. L'administració fa riure amb aquests principis i conceptes. El món real és molt diferent: Els materials que són lliures, son lliures i els pot fer servir qualsevol, i a la vegada, els materials fets pels professors, pertanyen als professors que els han ideat. L'Administració té un concepte de la relació amb els seus treballadors molt proper al que es dona als treballadors i treballadores dels prostíbuls de les carreteres. El fet de que l'Administració hagi d'escriure aquestes rucades, només pot significar que hi ha una relació molt i molt fosca, entre els caps més alts de l'Administració i els gerents i directors de les editorials que es dediquen al llibre de text.

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  2. Hola Maurici!
    Yo no lo podría decir más claro. Yo llevo tantos años luchando por reivindicar los materiales didácticos creados por el propio profesorado que te digo una cosa: Ojalá fuera un tema de corrupción política. Esto significaría que hay una política. Desgraciadamente pienso que la administración educativa no es corrupta, es sencillamente cobarde: En un momento de cambio tecnológico tan grande como el que vivimos prefiere la "certeza" que le ofrece el modelo "de toda la vida" de las editoriales y sus libros que confiar en el dinamismo, creatividad y innovación de sus profesores y profesoras. Es así de sencillo, es así de triste.
    Más allá de esto, la Administración Pública tiene (o tendría que tener) el mandato inexcusable de OPTIMIZAR SUS RECURSOS. Pues bien ¿El hacer comprar año tras año a todos nuestros jóvenes carísimos libros de texto en vez de producir estos mismos recursos con dinero público una vez y para siempre es optimizar los recursos? Y la respuesta es NO.
    Otro elemento: La constitución dice explícitamente que la educación ha de ser GRATUITA. ¿Exigir más de 300 euros al año en libros de texto es compatible con este mandato constitucional? La respuesta es NO.

    Se trata, simplemente, de exigir a nuestros administradores públicos que actuen como tales.

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  3. P.D. Todo esto tendría sentido en un país "normal". En Catalunya tenemos la máxima responsable educativa, la consellera Rigau, está en estos momentos presentándose en el juzgado acusada de abrir los institutos un sábado para poner unas urnas...

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  4. Tot això, només és comparable amb l'anomenat "impost del Sol". Un impost que preten cobrar absurds impostos als pobres usuaris d'una trista placa solar. En aquest cas el impost el pretenen justificar per una hipotètica "insolidaritat" dels beneficiats per la energia generada per la placa. Quan les paraules en general com les que veiem darrerament: "insolidaritat" o "competències" "habilitats" o "gratuïtat" canvien de sen tit i n'agafen un que no té ni cap ni peus, pots estar segur que es tracta del preàmbul de la corrupció, i cal revisar de seguida si encara tenim la cartera a la butxaca, o si bé ja ha volat.

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  5. Sí, yo también he visto la similitud entre la "liberalización" del libro de texto (en bochornoso perjuicio de los intereses públicos) y la "liberalización" del mercado eléctrico, que supuestamente había de significar la mejora de la competitividad y los precios, pero que en realidad ha supuesto tener los precios de la luz más caros de Europa y de una "deuda" inmensa y imposible de pagar:

    http://indignado.es/a-partir-de-noviembre-la-luz-en-espana-la-mas-cara-de-europa-divulgalo/

    El neoliberalismo es privatizar los beneficios y sociabilizar las pérdidas.

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