Y qué quieres que te diga, que a mí me duelen otras cosas, y las pongo es este blog mío porque para eso es mío (y que no cuesta un duro a nadie).
A mí me duele entrar en clase de bachillerato y encontrarme en el corcho una circular de Ensenyament donde dice
"...hay que ir avanzando a un modelo de exámenes más centrado en evaluar competencias que conocimientos..."
Y encima reclama "la complicidad del profesorado": Que digamos todos ¡sí a las competencias, abajo los conocimientos! Es decir, queremos ciudadanos competentes pero ignorantes, como si no fueran una y la misma cosa. Y todo ello, supuestamente, sin abandonar "los principios de mérito y capacidad".
¡Sólo el conocimiento garantiza el principio del mérito y la capacidad!
El texto no tiene desperdicio: "Como tal vez sepas, pues los medios se han hecho eco..." porque desde hace muchisimos años las directrices educativas son pùlpfiction para llenar páginas y páginas de dominicales de periódicos subvencionados. ¿Quieres saber cómo va la educación en Catalunya? Lee el diario Ara.
Naturalmente, esta "nueva educación" será estrictamente catalana. Será (ya ves tú qué casualidad) totalmente incompatible con cualquier directiva que mane en la meseta. Sólo los responsables educativos catalanes, nuestros guías espirituales, dominan las claves de la educación del siglo XXI. (Que sí, ¿por qué ríes?). Los de Madrid no. Nosotros los catalanes somos mucho más modernos. Mucho más europeos. Mucho más "nórdicos", dónde va a a parar.
El problema español-catalán es educativo. Y sólo se solucionará cuando la educación se independice de la política. Y esto, en España, sólo se puede hacer desde Europa. Aceptémoslo, nosotros, sin el dictado europeo, jamás "dejaremos de tirar de navaja". El de ValldeRomaní jamás perdonará al de Villatocinos de Arriba que hace un millón de años su antepasado ameba pusiera un tentáculo encima a una pariente suya. Pero Europa debe ser consciente de esto, debe dejar la comodidad de su proyecto puramente económico y aceptar su responsabilidad cultural con los países del sur. Debe abordar ya la implementación obligatoria de un Sistema Educativo Preuniversitario Europeo Único, que impida a los nacionalismos la tentación de meter la zarpa en la educación. O eso o nos convertiremos, españoles y catalanes, en el "Jurassic Park del siglo XIX" de Europa.
Una única Europa, una única Reválida
P.D. Qué ganas tengo que se acabe este siglo XXI.