martes, 28 de abril de 2020

Hard Problems (Incultura e ignorancia a velocidad 4G)

Se repite una y otra vez. Es la imagen de la educación en tiempos de Coronavirus:



Niño rico = Conexión a Internet = Videoconferencia con su profesora = Aprendizaje

Niño pobre = Lápiz y papel = Imposibilidad de aprendizaje

Otro mantra de la nueva educación "Sólo se puede aprender mediante una potente conexión a internet". Indiscutible.

¡Mira el niño! ¡Qué lástima, con su libretita y su lapicero!

En toda la etapa educativa ¡Incluso en la universitaria! Los profesores tienen terminantemente prohibido canalizar el aprendizaje en los libros. Leer el libro, seguir el libro, buscarse la vida en los libros, todo esto está prohibido. Se está aprovechando el coronavirus para desterrar los libros del aprendizaje. Los libros se consideran rancios, decimonónicos, memorísticos, caducos.

Pero el libro pone el protagonismo del aprendizaje en el estudiante, que lee, que toma notas con su lapicero, que vuelve sobre lo leído, mientras que el vídeo se lo roba, en el vídeo el protagonista es el profesor que aparece por pantalla. Los profesores convertidos en teletubis, estudiantes convertidos en objetos pasivos delante de la pantalla.

Pero el libro es barato.

Ayer vi la película "Hard Problems", un reportaje de la MAA (Mathematical Association of America) sobre la vida cotidiana de los jóvenes seleccionados para participar en la Olimpiada Matemática Internacional. Está en Youtube:


Vale la pena ver la película. Da igual si no sabes inglés. Da igual el minuto/segundo en que la pongas.

No verás tecnología alguna, solo jóvenes con lápiz y papel. Protagonistas de su aprendizaje.


No verás ordenadores ni cibernética. Sólo jóvenes esforzados, pensando, aceptando el reto.


Jóvenes disciplinados en ambientes de estudio sobrios, austeros.


Jóvenes que son evaluados, una y otra vez. Que lo dan todo en cada problema. Que aceptan la evaluación sistemática. Que piden ¡exigen! los criterios de evolución más exigentes. Toda la película es una sucesión de exámenes.


Jóvenes que aprenden más, que estudian más, que saben más, que acumulan más conocimientos. ("Acumular conocimientos": El gran anatema de la nueva educación)

Jóvenes que deberían ser ejemplo y modelo para todos. Pero que no lo son. Y así nos va.


Y ahora calla, mantén el silencio. Los olerás venir. El apestoso hedor de los pedagogos y expertos educativos. La Santa Inquisición de la Iglesia de la Divina Didáctica clamando su maldito mantra "¡Ese modelo educativo sólo es válido para una élite de estudiantes superdotados, pero no se puede aplicar al común de los estudiantes...!" "¡Lo que es bueno para los mejores, no es bueno para todos!"    ¡Penitenciagite!

Sobre todo cuando lo bueno es barato, austero, cuando lo bueno es contrario al dictado de la sociedad de consumo.



viernes, 17 de abril de 2020

50 Gb de ignorancia e incultura

Parece ser que el conseller de Educación Sr.Bargalló distribuirá entre los alumnos más desfavorecidos ordenadores portátiles dotados de 50Gb de internet móvil. Para que puedan ver vídeos, vídeos, vídeos y más vídeos. Y actividades "interactivas".

Y, así, poco a poco, día a día, vamos haciendo más confortable el infierno educativo.  Con una masa de jóvenes esclavizados del vídeo "in stream".

Ellos, la generación del "aprender a aprender", incapaces de mantener la mínima tensión mental necesaria para leer un texto.

Ellos, la generación de "el aprendizaje competencial", incompetentes para tomar un libro con las manos y leerlo.

Porque para poder llegar a estar en lo más alto del ranking internacional de paraísos turísticos con la mejor calidad precio en putas y camareros, es fundamental erradicar el libro del proceso de aprendizaje. Porque el libro es austero, incontrolable, nos hace cultos... Porque con el libro se aprende. El coronavirus lo único que ha hecho es acelerar el proceso.

Oremos: Erradiquemos los libros así como hacemos erradicar los deberes, no nos dejes suspender y líbranos de la evaluación. No nos dejes caer en la tentación de transmitir el conocimiento, pues nuestro será el cielo neoliberal en el que todos seremos siervos de Amazon, (seremos uno con Amazon, consumidores de Amazon y benditos repartidores de Amazon al mismo tiempo). Netflix nuestro de cada día, dánoslo hoy, que ese será el pan de los pobres. Bienaventurados serán los docentes que educan en felicidad pues de ellos será el reino del chollo educativo, y vivirán felices del cuento.

(Fragmento del Santo Evangelio de La Nueva Educación según San Eduard Vallory 13,1-9)