Y, así, poco a poco, día a día, vamos haciendo más confortable el infierno educativo. Con una masa de jóvenes esclavizados del vídeo "in stream".
Ellos, la generación del "aprender a aprender", incapaces de mantener la mínima tensión mental necesaria para leer un texto.
Ellos, la generación de "el aprendizaje competencial", incompetentes para tomar un libro con las manos y leerlo.
Porque para poder llegar a estar en lo más alto del ranking internacional de paraísos turísticos con la mejor calidad precio en putas y camareros, es fundamental erradicar el libro del proceso de aprendizaje. Porque el libro es austero, incontrolable, nos hace cultos... Porque con el libro se aprende. El coronavirus lo único que ha hecho es acelerar el proceso.
Oremos: Erradiquemos los libros así como hacemos erradicar los deberes, no nos dejes suspender y líbranos de la evaluación. No nos dejes caer en la tentación de transmitir el conocimiento, pues nuestro será el cielo neoliberal en el que todos seremos siervos de Amazon, (seremos uno con Amazon, consumidores de Amazon y benditos repartidores de Amazon al mismo tiempo). Netflix nuestro de cada día, dánoslo hoy, que ese será el pan de los pobres. Bienaventurados serán los docentes que educan en felicidad pues de ellos será el reino del chollo educativo, y vivirán felices del cuento.
(Fragmento del Santo Evangelio de La Nueva Educación según San Eduard Vallory 13,1-9)
Bien. Se me saltan las lágrimas. Un abrazo compungido, Gerard.
ResponderEliminarCertero y sutil
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