martes, 10 de mayo de 2022

Pedagogía, el arte de hacerte sentir como un imbécil

La pedagogía es el arte de hacer complicado lo que es fácil, y de hacerte sentir como un imbécil por dudar de su palabra supuestamente científica cuando no es más que pura pseudociencia barata.

En el nuevo currículum de la LOMLOE para las matemáticas, se destierran los rúmeros romanos o la regla de tres. LINK

¡La regla de tres! La herramienta fundamental y ancestral de las matemáticas. El "tanto es a tanto como tanto es a tanto", que se resuelve multiplicando en diagonal y dividiendo entre el extremo. Es (era) algo en lo que el abuelo o la madre, independientemente de sus estudios, podían ayudar al niño con sus deberes. Es algo sencillo, mecánico... Si dos kilos de patatas valen cinco euros, tres kilos de patatas costarán...

2 kilos <---> 5 euros

3 kilos <---> x euros

x = 3 * 5 / 2 = 7.5 euros  ¿Fácil, no? Pues ¡Prohibido!

La pedagogía aborrece lo sencillo, lo fácil. El pedagogo se pone en el centro del aprendizaje, entre el conocimiento, el maestro y el alumno para hacerse imprescindible, para endiosarse (a costa de hacerse odioso, pero eso le importa un comino).

Y esto es solo un ejemplo. En el libro de texto de Vicens-Vives para el nuevo currículum LOMLOE para primero de ESO, niños y niñas de 11-12 años, se explica como hacer sumas, restas, multiplicaciones y divisiones sin necesidad de calculadora, con lápiz y papel. 

Veamos como sumar tres números con la nueva educación LOMLOE


¡Qué follón de cajitas! ¡Qué lío de agrupaciones! En realidad es la suma "en columnas" de toda la vida pero enrevesada hasta la náusea porque la suma "en columnas" de toda la vida está desterrada por mecánica:


Y con la resta pasa lo mismo. Veamos como aprenderán a restar 1372 - 524,7 nuestros niños de once años con el nuevo currículum:


Lo dicho: La resta de toda la vida, fácil, por columnas, complicada hasta decir basta por la Santa Inquisición Pedagógica:


Con la multiplicación, el nivel de complejidad de cajitas y mandangas sube de nivel. Eso sí, todo bien acompañado de mensajes positivos: "... nos será más fácil...", "...para facilitar la suma...", para, insisto, hacerte sentir más imbécil por no entenderlo.


Siempre lo mismo: Es la multiplicación por columnas "de toda la vida":


Pero, digamos, "deconstruida", como con esos platos ridículos del Ferrán Adrià. La diferencia es que el gilipollas que paga 20 euros por un flan "deconstruido" de Ferrán Adrià no se queda con hambre. Pero el niño que aprende con la nueva matemática "deconstruida" se queda con hambre. 

Si la multiplicación es de dos cifras, la cosa alcanza niveles de doctorado. Para multiplicar 132 por 53, se le supone al niño de once años un nivel de manipulación numérica digno de un postgraduate en álgebra:


Y todo, insisto, para no hacer la multiplicación de siempre:


Con la división yo ya me rindo, ¡Pobre de mí!, soy un humilde licenciado en matemáticas. Por lo que parece, para poder dividir 1654 entre 25, el alumno tiene que hacer bloques de 250, que son 10 veces 25, en una tabla, todo con mucha flechita y mucha mandanga, y no sé cuántas cosas más...


Da igual si sabes leer catalán o no. No vas a entender nada y te sentirás un rematado imbécil. Y creerás que los editores de este libro de texto son modernos pedagogos. Y ese es precisamente el objetivo. Que los niños no sepan ni sumar sin tirar de calculadora. Que los abuelos y los padres no puedan ayudar a los niños con sus deberes porque no entenderán absolutamente nada del libro de matemáticas. Y todo para mayor gloria de los pedagogos, malditos sean, ellos y todas sus generaciones futuras.

Y ni siquiera es nuevo, ni autóctono. Toda esta basura viene de los Estados Unidos, y la "new math Common Core". Las redes sociales y Youtube están llenos de vídeos que sacan punta a toda esta matemática ridícula:


El proyecto americano Common Core tiene también muchísimas cosas buenas, pero los pedagogos y (supuestos) expertos educativos se han limitado a hacer  un copipega de Internet. Al fin y al cabo, es lo que llevan haciendo siempre, desde su época de estudiantes. 

1 comentario:

  1. Supongo que esto será la eficaz alternativa de la ultramegavanguardista LOMLOE a las cuatro reglas tradicionales. Al que se le ocurra torturar a los chavales con esto, habrá que ponerlo ante los tribunales. Veo que no te has metido en harina con la división, me figuro que será porque, siguiendo la genial parodia del último vídeo, en dividir 7894 entre 42 se debe de tardar lo mismo que en hacer una paella para doce.

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