domingo, 29 de diciembre de 2019

Los seres queridos

La última entrada de este blog la dediqué al caso del instituto IES Clara Campoamor, cuyo claustro prohibió el uso de libros en papel, obligando al uso de los nefastos materiales digitales que ofrecen las editoriales,  y de la rebeldía de uno de sus profesores, Fernando de la Cueva, obligado a reciclar y acumular antiguos libros de la EGB para repartirlos entre sus alumnos y poder seguir impartiendo sus clases con calidad y dignidad.

Días después recibí un email del propio Fernando de la Cueva, en el que me exponía las razones por las que un libro en papel siempre será mejor que un formato digital.

Desgraciadamente para mí, no las pude compartir en este blog en su momento porque un accidente de moto me ha tenido recluido durante siete semanas. Nada del otro mundo: tobillos y mano izquierda rotas, pero en momentos así uno comprende que vale lo que valen las personas que te rodean: La pareja, la familia, los amigos... tus seres queridos. Y yo, en la categoría de "seres queridos", también  incluyo los libros. Conservo libros que leí en mi infancia, mis libros llenan las cuatro paredes de mi despacho. Me hacen compañía, abiertos y cerrados. Me hacen sentir libre, incluso escayolado.

La "nueva educación" denigra la figura del profesor, pretende invalidarlo como contenedor y transmisor de conocimientos ahogándolo en cien mil burocracias y tareas estúpidas, y pretende también (viene a ser lo mismo) erradicar los libros como contenedores y transmisores de conocimiento, obteniendo así generaciones culturalmente más pobres: Inválidos para leer un libro, serán (lo son ya) incapaces de aprender por sí mismos (que era la razón fundamental de la etapa escolar preuniversitaria), consiguiendo así una sociedad de esclavos del consumismo.

Las aberrantes “licencias digitales” de las editoriales son fundamentales en este sentido: Pagar, pagar y pagar, una y otra vez, por poder acceder a las páginas sueltas de un material de pésima calidad. Partículas de conocimiento solo disponibles para aquellos que dispongan de conexión a internet. Y todo delante de las narices mismas de la Administración, sometida a los dictados del lobby editorial.
Conseguir una sociedad sin libros (y por tanto una sociedad de borregos analfabetos) no es ninguna distopía de la ciencia ficción, es uno de los objetivos actuales de las Administraciones educativas, un objetivo que se está alcanzando.  (Ver, por ejemplo, en el Heraldo de Aragón, “Instituto Fahrenheit 451” )

Comparto con vosotros el email que me envió Fernando de la Cueva. Un homenaje al sentido común y la defensa de la calidad docente, en defensa de los libros (Me resisto a llamarle, a llamarme a mí mismo, Quijote, pero me temo ¡ay! que en eso nos han convertido)

Algunas de las razones que me impulsan a solicitar la supresión de la prohibición de textos de papel.

- En un libro de papel se puede subrayar, anotar, acotar, modificar, resaltar con facilidad por escrito.
Se pueden añadir rápidamente, sin más que usar un lápiz, las observaciones que se estimen convenientes.

Algún ejemplo concreto: nos encontramos en el libro de papel un gráfico que carecía de datos numéricos y sus escalas eran engañosas. Rápidamente añadimos a lápiz todos los números que fueron necesarios, así como las correspondientes magnitudes y observaciones.
Otro muy reciente: una definición matemáticamente errónea. Al momento los alumnos la rectificaron y han añadieron la referencia donde consultar la modificación introducida en el libro de texto del curso anterior.

Más ejemplos: multitud de errores en datos numéricos y resultados en ejercicios desarrollados en el libro. Se rectifican a lápiz y asunto resuelto.

Tratar de modificar un texto digital con las herramientas de edición de que disponen algunos libros digitales (NO TODOS disponen de dichas herramientas) es tarea SUICIDA para un profesor con 25 alumnos de 13 años en clase. Además de que la mayoría no sabe, se añade la dificultad de las notaciones matemáticas. ¿Cómo se puede anotar en un libro digital algo del estilo de estos ejemplos?


Es IMPOSIBLE.

Estamos hablando de símbolos matemáticos. De dibujos. De notación técnica.

A mano cuesta medio minuto.

- Para trabajar con un libro de papel no hace falta estar conectado permanentemente a Internet. Con un libro digital que no permita su descarga es necesario trabajar "on line". Pongamos por ejemplo un alumno que pasa una tarde en casa de sus abuelos y estos no disponen de conexión a Internet. Tenemos un problema. Otro alumno se va un fin de semana al pueblo de sus padres y allí no tiene conexión a Internet. Los deberes estaban puestos “en la nube” o en la “classroom”. ¿Cómo accede?
Tenemos otro problema.

- Tener que disponer en casa de conexión a Internet por obligación para que los hijos puedan estudiar puede llegar a ser una exigencia socialmente discriminatoria, y más tratándose como en mi caso de un centro público. ¿Todo el mundo se puede pagar mes tras mes una línea ADSL de calidad para que sus hijos estén permanentemente conectados y puedan estudiar? Para esto no hay becas.

- ¿Todos los adolescentes de 12, 13 ó 14 años tienen la suficiente formación y madurez como para encerrarse a estudiar o trabajar en su habitación conectados por necesidad y obligación permanentemente a Internet? ¿Todos lo harán de modo responsable?

- Cuando en un aula un profesor tiene delante a 25 alumnos de 13 años con un dispositivo electrónico abierto, del que solo ve la tapa por detrás y no su pantalla, cualquiera de ellos puede estar conectado a innumerables páginas de Internet que no tengan NADA QUE VER con lo que se está desarrollando en clase en ese momento. El profesor es incapaz de controlar dónde anda metido cada alumno.

- Con los dispositivos electrónicos digitales siempre viene incorporada una calculadora. ¿Cómo puedo pretender afianzar en mis alumnos las operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división), si se lo da todo hecho la calculadora? Y es que con 12, 13 y 14 años, MUCHOS alumnos no saben multiplicar o dividir si no es con calculadora.

- Las licencias de los libros digitales también cuestan dinero, y no poco. Habitualmente caducan al año, por lo que los libros digitales no se pueden revender de segunda mano. Ni comprar de segunda mano. A diferencia de los textos de papel, que son revendibles (recuperando parte de lo que costaron) y recomprables (pagando por ellos un precio más económico).

- Si un alumno que usa libro digital necesita repasar conceptos o ejercicios de años anteriores, NO dispone de su texto, cuya licencia habrá caducado. Misma situación (peor aún) si hay que repasar temas de cursos anteriores por obligación, por tener la asignatura pendiente.
Un ejemplo concreto: en 2º ESO acabo de necesitar hoy en clase que los alumnos recordasen lo que es el baricentro de un triángulo y una de sus propiedades. Les he remitido a lo que vieron el curso pasado en 1º ESO y les he dicho que lo vuelvan a repasar en las páginas “tal y cual” del libro de 1º, haciendo “tal y cual” ejercicios de dicho texto del año pasado. Con un libro digital no podrían… porque no lo tendrían. La licencia habría caducado. Y este tipo de situaciones se presenta muy frecuentemente en Matemáticas. Constantemente nos tenemos que remitir a cursos pasados, y sin los libros… la cosa cambia.

- En el libro de papel de Matemáticas se puede medir físicamente con regla la escala de las imágenes, el valor de un ángulo con un transportador de ángulos, el tamaño de un segmento con un compás,... Si se usa una pantalla no se puede medir sobre ella porque ésta se modifica al tocarla y los bordes pueden impedir colocar el instrumento de medición. Por supuesto descartado el uso del compás, que a nadie se le ocurre clavar pinchando físicamente una pantalla.

...Y muchas otras razones que dejo de exponer por no aburrir a quien lea estos argumentos.

sábado, 5 de octubre de 2019

Conocimiento y aprendizaje en el siglo XXI

En el Heraldo de Aragón encontramos la noticia (link) de un rebelde de la docencia. Un rebelde con canas (porque actualmente los rebeldes educativos peinamos canas):



El profesor Fernando de la Cueva, con más de 30 años de experiencia, se rebela contra la imposición digital de las tabletas y recopila para sus alumnos 120 libros de texto "antiguos", del 2008, con la ayuda de las familias y compañeros, que reparte entre sus alumnos. Lo hace en contra del criterio de la dirección de su instituto, el IES Clara Campoamor de Zaragoza, en su pretensión de imponer la compra por parte de las familias de ordenadores Chrome Book de 400 euros y el uso exclusivo de materiales digitales, materiales cuyo uso implica el pago de "licencias digitales".

Este profesor no quiere imponer nada a nadie. Él solo pide que le dejen hacer su trabajo, con las herramientas didácticas que él considera convenientes:

[...]"Vaya por delante que soy un defensor de que cada profesor trabaje con los medios que estima más oportunos. Me revuelvo ante las prohibiciones y las imposiciones. Trabajo siempre combinando los medios analógicos y digitales. Pero soy yo el que decide cuándo y cómo se han de emplear", deja claro este profesional para evitar malentendidos. Recuerda que fue "pionero" en el empleo de medios informáticos desde su primer año en las aulas, en 1988.[...]


Un detalle muy importante: Este profesor recupera libros de texto "antiguos" en papel, comprados hace años por las familias, propiedad por tanto de las familias, libros que no caducan, libros que se pueden usar años y años. Por el contrario, para usar los libros de texto "modernos" digitales hay que pagar anualmente las llamadas "licencias digitales", nunca son tuyos, tuyo solo es el derecho temporal para acceder a ellos mediante conexiones ADSL que también tienen que pagar las familias. Insisto: El libro de texto digital hay que pagarlo cada año, el mismo libro.

Las editoriales dejan de ser por tanto de ser productores de materiales didácticos para convertirse en gestores del acceso a "sus" materiales didácticos. En vez de ofrecer cultura, su objectivo ahora es impedir el acceso a la misma a aquellos que no pueden pagar la cuota impuesta. Esta aberración moral ya la vivimos hace diez años en Catalunya con el nefasto proyecto "Educat1x1", que afortunadamente se llevó por delante la crisis del 2009.

¿Quién se acuerda de los inicios de Internet? Hace veinte años empezó como una red no comercial que aprovechaba la línea de teléfono convencional para comunicar ordenadores mediante rudimentarios modems, y ahora es un monstruo comercial, que exige a los hogares el pago mensual de 50 o 60 euros, y todo para mayor gloria del peor embrutecimiento consumista.

Pero volvamos a la noticia. Otro detalle muy importante es que el criterio de este profesor, con sus treinta años de experiencia docente, importa un pimiento a las autoridades educativas. Me importa a mí que escribo sobre él. Te importa a ti que lees este y tantos otros blogs alternativos. Importa a la mayoría de la comunidad de docentes, que vemos con preocupación el evidentísimo proceso de degradación de la educación. Pero para las autoridades educativas, sencillamente es invisible. En general, el profesor tradicional, con criterio propio, con personalidad, es molesto, incómodo, hostil, es muy poco "siglo XXI".

¿Qué es el aprendizaje en el siglo XXI? ¿Qué es el conocimiento en el siglo XXI? ¿A quién escuchan los dirigentes educativos? Sin salirnos de las matemáticas, la clave la encontramos en el diario El País hace dos años, en una entrevista a Conrad Wolfram (link), uno de los gurús de la matemática moderna.


[...]Demasiadas horas de clase invertidas en aprender a calcular grandes divisiones y ecuaciones a mano. Ese es el gran fallo, según Wolfram, que apuesta por introducir la computación en las clases y dejar que sean las máquinas las que se encarguen del cálculo.[...]

Esto dice Conrad Wolfram, y las autoridades educativas le escuchan. Al profesor Fernando de la Cueva, con sus treinta años de experiencia docente, ni puñetero caso. Pero a Conrad Wolfram sí. ¿Y qué tiene Conrad Wolfram que no tenga Fernando de la Cueva? Que Conrad Wolfram entiende qué significa el conocimiento (y por tanto el aprendizaje) en el siglo XXI.

Conrad Wolfram es siglo XXI. Fernando de la Cueva no.

¿Quién es Conrad Wolfram? El hijo de Stephen Wolfram. Cuando se escriba la historia del siglo XXI, este personaje merecerá un capítulo entero.

Stephen Wolfram nació en Londres en 1959, aunque se educó en Eton, Oxford y Caltech. Publicó su primer trabajo científico a la edad de quince años, y alcanzó el doctorado en física teórica con tan solo veinte. Estamos hablando, pues, de una de las mentes más brillantes del siglo pasado, un genio de las matemáticas y la física, llamado a ocupar cátedra en cualquiera de las más prestigiosas universidades del mundo.

Pero resulta que Stephen está obsesionado con una idea propia, llamada "autómata celular" (link), un concepto tan rupturista, tan rompedor con la física y matemática oficial, que ninguna universidad aceptará jamás como línea de trabajo. Ni siquiera para un genio como Stephen.

Stephen Wolfram solo quiere investigar "Autómatas celulares" y sabe perfectamente que ninguna universidad le permitirá hacerlo. Decide que su futuro no está en la universidad, que él quiere ser libre para poder investigar lo que desee, y que para ser libre necesita ser millonario. Y que para ser millonario necesita fundar una empresa, producir algo que dé mucho, muchísimo dinero.

¿Y qué puede producir un genio de las matemáticas? Stephen Wolfram, como profesor universitario, tiene acceso a multitud de programas para resolver los más variados problemas matemáticos: Los algoritmos más potentes para resolver las ecuaciones más complicadas, los programas más avanzados para gestionar los modelos matemáticos más complejos. Stephen Wolfram se encierra en su casa en 1986 y durante dos largos años integra en un único programa comercial todos los algoritmos matemáticos más potentes conocidos hasta el momento en un único programa al que llama "Mathematica".

Mathematica es el programa más potente y ambicioso jamás creado para resolver y gestionar cualquier tipo de problema en matemáticas, física e ingeniería. Resuelve hasta las más complicadas ecuaciones, gestiona con solvencia las más retorcidas expresiones matemáticas. Es una maravilla. Una maravilla que cuesta más de 3000 euros.


Una maravilla que (¡Aquí está la clave!) nadie sabe cómo funciona. Porque aquellos algoritmos que circulaban libremente ahora están encapsulados, ocultos en las tripas de un programa cerrado, absolutamente opaco. Stephen tuvo que litigar judicialmente con alguna universidad que reivindicó la propiedad intelectual de algunos de los algoritmos que incorporó en Mathematica, pero finalmente, en 1988, el programa Mathematica era ya una realidad.

Insisto: Mathematica te resuelve las ecuaciones, pero no te dice cómo te las resuelve. Por lo tanto, siempre necesitarás tener instalado Mathematica. Siempre tendrás que pagar la licencia de uso de Mathematica. Paga, paga, paga y sigue pagando.

Y gracias a Mathematica, Stephen se hizo millonario. Y Conrad Wolfram, su hijo, es el director actual de la empresa, mientras el padre se dedica a sus "autómatas celulares". En la foto superior, la flor roja que sostiene en la mano es el logo de Mathematica.

Y ahora sí, esvolvamos a escuchar a Conrad Wolfram, como gurú educativo, cuando dice a las autoridades educativas del mundo, (que a él sí escuchan):

[...]Demasiadas horas de clase invertidas en aprender a calcular grandes divisiones y ecuaciones a mano. Ese es el gran fallo, según Wolfram, que apuesta por introducir la computación en las clases y dejar que sean las máquinas las que se encarguen del cálculo.[...]

Ya... Dejad que sean las máquinas las que calculen las ecuaciones. Dejad que sea mi programa, por el que pagaréis 3000€ la licencia. Que necesitaréis comprar hoy, mañana, siempre. Pagad, pagad y seguid pagando, capullos.(lo de "capullos" es cosa mía, me imagino que él dirá "fuckers", "losers" o algo así)

Volvamos, finalmente, a nuestro humilde profesor Fernando de la Cueva, con sus libros en papel, ya pagados. Que no pide nada. Que enseña a resolver ecuaciones. Que enseña conocimiento para que los estudiantes puedan ser libres, para que no tengan que pagar 3000 euros. ¡Qué osadía! ¡Qué atrevimiento! ¡Cuánta grandeza!

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Un pequeño homenaje

Ayer murió Antonio Romo, mi padre.
Con su vida ¡Se podría escribir una novela!
Con veinte años, la mili le sacó de la pobreza de un pueblo malagueño,
En la mili se sacó el carné de conducir, y entró de chófer de un coronel
El coronel le recomendó a un amigo suyo, un ricachón catalán, y así
llegó mi padre a Cataluña, hace más de cincuenta años.
Antonio Romo, el chofer particular de Fernando Coll Picard,
el dueño de la cervecera Damm, su chófer, su mayordomo, su hombre de
confianza, jamás  hubo servidor más leal,
jamás hidalgo catalán tuvo escudero más fiel que él contigo.
Y él  fue para tí tu señor, tu jefe, tu Dios. Lo fue todo para ti ¡Más que tus hijos!
Te llevó por todo el mundo, siempre en los mejores hoteles, los más lujosos
restaurantes, siempre juntos...
¡Nadie escribirá vuesta novela!
La de aquel burgués catalán y de su fiel servidor hasta el último  día,
aquel día que no te renovaron el carné de conducir, aquel día que tus hijos
nos enteramos de tu secreto, el Alzeimer que te comía por dentro.
Aquél día murió tu alma, ayer murió tu cuerpo.

Qué afortunados hemos sido los catalanes por
haber tenido escritores como Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza o Juan Marśe,que tan buena literatura hicieron con toda aquella maravillosa materia humana. Que han dejado testimonio de vuestras vidas, del alma de los charnegos.

Una cosa tenían en común los dos, el burgués catalán y el charnego andaluz:
Ambos despreciaban la lengua catalana.
Mi padre jamás aprendió una sola palabra de catalán.
¡Pero si apenas sabía leer el periódico sin mover los labios!
Pero que sí, que no le dió la gana. El siempre decía
«mientras en la Junquera haya un letrero bien grande que diga «España»...»
De tí, y solo por eso dijo nuestro president Torra aquello de

«Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Los repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiana en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. Pobres individuos! Viven en un país del que lo desconocen todo: su cultura, sus tradiciones, su historia. Se pasean impermeables a cualquier evento que represente el hecho catalán. Los crea urticaria. Los rebota todo lo que no sea español y en castellano»

Pero ¡Fíjate tú! Tu jefe, tu Dios, el Sr.Coll Picard, catalán, pero catalán catalán, perteneciente a una de las familias burguesas catalanas de rancio abolengo catalán, ese, ese tampoco habló jamás  una palabra de catalán. Español sí, y inglés, y francés, pero catalán... Decía que el catalán era una lengua de pueblerinos, de payeses, de catetos, que con el catalán no se iba a ninguna parte. A él nunca le llamaron hiena ni nada de eso...

Y por el mundo fueron aquel catalán y su fiel escudero andaluz, riéndose de todos esos políticos miserables y mediocres, sabedores ambos de esas y todas las mentiras del mundo.  ¡Cuánta literatura!

¿Pero qué literatura habrá de nosotros, los hijos? ¿Quién escribirá una novela sobre nuestras vidas? los que nacimos ya catalanes, fuimos educados en Cataluña, nos hemos casado con catalanas... ¡Qué poca literatura la nuestra!





domingo, 4 de agosto de 2019

Condorcet y la educación de la República

[...] superación de la minoría de edad del
hombre, de lo cual él mismo es el responsable.
Minoría de edad quiere decir incapacidad
de servirse de su entendimiento sin la
orientación de alguien, minoría de edad de
la que él es responsable, ya que la causa no
reside en un defecto del entendimiento, sino
en una falta de decisión y de coraje de servirse
de éste autónomamente. iSapere Aude!
Ten el coraje de servirte de tu propio entendimiento.
Esta es la premisa de las Luces
(Kant, 1784)

De los seis matemáticos franceses asociados a la Revolución Francesa de 1789 ( Legendre, Lagrange, Monge, Laplace, Carnot y Condorcet), fue este último el que más insistió en la importancia de un sistema educativo básico y universal como elemento fundamental en la República.

Su obra "Bosquejo de un cuadro histórico del progreso de la mente humana" (link) es una pequeña historia universal de la tiranía y la opresión, en la que ordena el progreso humano en diez fases evolutivas, desde la más absoluta tiranía primitiva hasta llegar a la décima fase, la que instaurará su idolatrado Napoleón, en la que el hombre será, por fin, ciudadano plenamente libre.

La tesis de Condorcet es la siguiente: La tiranía y la opresión aparece siempre que unos individuos necesitan de otros individuos para interpretar el mundo, cuando necesitan que "se les explique las cosas".  Cuando el individuo necesita de "intermediarios" para aprender, cuando no es capaz de llegar por sí mismo al conocimiento, queda a merced de todo tipo de miserables embaucadores.

Estos "intermediarios" (los ha habido siempre: los antiguos sacerdotes, los políticos mediocres, los "expertos educativos" actuales...) explican el mundo sí, pero a su conveniencia, y se convierten en opresores o esbirros de los opresores. Son los "listos" que siempre ha habido a lo largo de la historia.

Así pues, el ser humano, nos dice Condorcet, solo podrá ser realmente libre cuando no necesite ya de estos "intermediarios",  cuando pueda aprender y llegar al conocimento por sí mismo. Y esta es la misión de la instrucción pública y universal de la futura República: Que todos los ciudadanos puedan tomar un libro, cualquier libro, sentarse en una silla y leerlo, sin necesidad de que nadie "se lo explique".

¿Cuantos bachilleres actuales pasarían esta prueba de ciudadanía? ¿Cuántos de nuestros jóvenes, incluso universitarios, son mínimamente autónomos en su aprendizaje, son capaces de tomar un libro y leerlo, entero? De hecho... ¿Cuántos de nuestros jóvenes leen algún libro? Asusta solo pensarlo. Toda la parafernalia multimedia, toda esa necesidad de asistencia cibernética en la que viven sumergidos nuestos jóvenes, ¿no es acaso síntoma de su miserable invalidez cognitiva?

Así como Lutero se atrevió a denunciar la "interpretación" del Papa en lo que es pecado o no lo es, convertida en un miserable mercadeo de bulas, así muchos profesores denunciamos la "intermediación" de la "nueva educación", es decir, en el poder dar títulos educativos a quien no se lo merece en absoluto. Y esta corrupción se extiende sin freno desde la educación infantil hasta el bochornoso mercadeo de másteres universitarios otorgados sin examen, mediante la presentación de "trabajitos", el equivalente adulto de la cartulina de macarrones pintados.

Para entender la idea de Condorcet podemos tomar como ejemplo la Catalunya actual, en la que un tal Eduard Vallory, un "iluminado" colocado por no-sabemos-quién en no-sabemos-qué cargo y cobrando no-sabemos-cuanto dinero público, se autoasigna la misión de guiarnos, de decirnos a nosotros, los profesores y maestros catalanes, pobres imbéciles, como debemos hacer nuestro trabajo. Mantengamos esta idea en la mente,  pues esto sería, para entendernos, la antítesis de una República. ¡Cómo vamos a inculcar la autonomía en nuestros jóvenes si incluso nosotros, los profesores, estamos necesitamos de estos gurús de medio pelo que no han pisado un aula en su vida!

Leemos en "Bosquejo de un cuadro histórico del progreso de la mente humana":

[...]La igualdad de instrucción cuyo logro puede esperarse, pero que debe ser suficiente, es la que excluye toda dependencia, forzada o voluntaria. Mostraremos, en el estado actual de los conocimientos humanos, los medios fáciles de llegar a este fin, aun para aquellos que no pueden dedicar al estudio más que un pequeño número de sus primeros años y, durante el resto de su vida, unas pocas horas de ocio. Haremos ver que, mediante una fortunada elección, tanto de los conocimientos en sí mismos como de los métodos de enseñarlos, se puede instruir a a la masa entera de un pueblo acerca de todo lo que cada hombre tiene necesidad de saber para la economía doméstica, para la administración de sus asuntos, para el libre desarrollo de su industria  y de sus facultades; para conocer sus derechos, para defenderlos y ejercerlos; para instruirse acerca de sus deberes, para poder cumplirlos bien; para juzgar sus actos y los ajenos, según sus propias luces, y no ser extraño a ninguno de los sentimientos elevados o delicados que honran a la naturaleza humana; para no depender ciegamente de aquellos a quienes el hombre está obligado a confiar el cuidado de sus asuntos o el ejercicio de sus derechos, para estar en condiciones de elegirlos y de vigilarlos, para no ser ya la víctima de esos errores populares que atormentan la vida con supersticiosos terrores y quiméricas esperanzas; para defenderse contra los prejuicios sólo con las fuerzas de la razón, para librarse de los señuelos del charlatanismo, que tendería trampas a su fortuna, a su salud, a la libertad de sus opiniones y de su conciencia, so pretexto de enriquecerle, de curarle y de salvarle.

Desde ese momento, los habitantes de un mismo país, al no distinguirse entre sí por el uso de un lenguaje más tosco o más refinado, al poder gobernarse igualmente por sus propias luces, al no estar ya limitados al conocimiento maquinal de los procedimientos de un arte y de la rutina de una profesión, al no depender ya, ni para los asuntos menores, ni para procurarse la menor instrucción, de hombres hábiles que los gobiernen por un ascendiente necesario, de todo ello resultará una igualdad real, puesto que la diferencia de las luces o de los talentos ya no puede levantar una barrera entre hombres a quienes sus sentimientos, sus ideas y su lenguaje permiten entenderse; de los que unos pueden tener el deseo de ser instruidos por los otros, pero sin tener la necesidad de ser conducidos por ellos; pueden querer confiar a los más ilustrados el cuidado de gobernarlos, pero sin estar obligados a entergarse a ellos con una confianza ciega. Es entonces cuando esa superioridad se convierte en una ventaja incluso para los que no participan en ella, cuando existe para ellos y no contra ellos. [...]


miércoles, 24 de julio de 2019

Trocitos de terror (Collage)

[...]Los franceses atribuyen el incendio de Moscú au patriotisme féroce de Rostopchine, y los rusos, al salvajismo de los franceses. En realidad, no existieron ni hubieran podido existir causas tales como para poder atribuir la responsabilidad a una o varias personas. Moscú ardió porque se encontraba en unas condiciones en que cualquier ciudad de casas de madera hubiera debido arder[...]

Un juez abre diligencias sobre la supuesta agresión a una alumna por dibujar una bandera española

[...]Moscú debió quemarse porque sus habitantes la habían abandonado y aquello era tan inevitable como el que se prenda fuego en un montón de virutas sobre el cual caen chispas durante varios días[...]

Según la denuncia, la maestra la agarró por la camiseta, la levantó y la echó de clase mientras la sujetaba por el cuello

[...]Moscú se incendió a causa de las pipas, de las cocinas, de las hogueras, del desorden de los soldados enemigos y de las personas instaladas en casas ajenas[...]

La niña pintó una bandera española con el lema ‘Viva España’ en la portada del álbum de trabajos del curso

[...]Por mucho que les agrade a los franceses culpar de ferocidad a Rostopchin y a los rusos decir que Napoleón era un malhechor y colocar una antorcha heroica en las manos de su pueblo, es imposible dejar de ver que no pudo existir una causa directa, ya que Moscú tenía que arder lo mismo que cualquier pueblo, cualquier fábrica o  cualquier casa abandonada por sus dueños en la que se instala gente extrangera[...]

La madre de la niña sostiene en su denuncia que la maestra la increpó después de que pintara una bandera española, con el lema “Viva España”, en la portada del álbum de trabajos del curso, de tema libre. Cuando la alumna se sentó en su silla, mantiene la denuncia, la tutora se le acercó por detrás, la levantó y la tiró al suelo, lo que provocó que la menor se golpeara en la espalda. Posteriormente, según la denuncia, la agarró por la camiseta, la levantó y la echó de clase mientras la sujetaba por el cuello.


[...]-¿Qué cree usted, Danilo Terentich? Parece que ese resplandor es de Moscú, ¿verdad? –dijo un lacayo.
El criado del conde no contestó y de nuevo reinó un profundo silencio. El resplandor aumentaba y se extendía cada vez más.
- ¡Dios nos libre!.. Hace viento y el tiempo está seco –dijo una voz.
-¡Fijaos cómo se extiende! ¡Oh Dios mío! ¡Señor, perdónanos a nosotros, pecadores!
-Ya lo apagarán, no temáis.
-¿Quién lo va a apagar? –exclamó de pronto Danilo Terentich, que había guardado silencio hasta aquel momento y hablaba con voz serena y pausada[...]

 la directora del centro ha remitido una carta a la familia de la alumna en que lamenta los hechos y se compromete a adoptar medidas organizativas para que en el futuro ninguna de sus hermanas coincida con la profesora.

[...]Al ver a Pierre, la mujer casi se arrojó a sus pies.
- ¡Padrecito! ¡Cristianos, ortodoxos! ¡Sálvenme, ayúdenme! –decía a través de los sollozos-. ¡La niña...! ¡La niña...! ¡Mi hija...! Hemos dejado a mi hija la menor... ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Para eso te he mima... ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! [...]

La menor acudió con sus padres a urgencias del Hospital de Terrassa este pasado lunes 17 de junio con molestias en la espalda y en una mano. En este centro sanitario explicó al pediatra que la atendió, según recoge el parte médico que "en clase ha dibujado unas banderas de España acompañadas de la frase "Viva España" en el álbum de fin de curso" y que "la profesora al verlo le ha gritado, la ha cogido de la camiseta y al hacerlo la niña ha caído contra el suelo golpeándose en la espalda, y posteriormente la ha cogido del cuello para sacarla de clase".

[...]- Usted es un hombre noble –añadió la mujer dirigiéndose a Pierre-. Se ha incendiado la casa de al lado y ha empezado a arder la nuestra. La muchacha empezó a dar gritos y todos nos pusimos a recoger las cosas... [...]

Los hechos ocurrieron en clase por la mañana. Cuando la madre fue a recoger a la niña a las 13.00 horas se la encontró llorando. Fueron a explicar lo sucedido a la directora, que les prometió que hablaría con la profesora. Por la tarde, sobre las 17.00 horas, fue cuando los padres llevaron a la niña a Urgencias. Al salir, presentaron una denuncia ante los Mossos d'Esquadra.


[...]- Al buscar a los niños, no pudimos encontrar a Katia. ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Señor... –exclamó echándose a llorar de nuevo-. Mi hija querida se ha quemado, se ha abrasado... [...]




Obra: "Collage con fragmentos de terror". Composición mixta de "Guerra y Paz, Tomo II, Tolstói" y prensa del día de ayer (negrita).
Autor: Gerard Romo, 2019.


https://www.lavanguardia.com/vida/20190723/463673449213/diligencias-maestra-agresion-alumna-bandera-espanola.html

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20190723/463676231545/un-juzgado-investiga-la-presunta-agresion-de-una-maestra-a-una-alumna-tras-dibujar-la-bandera-espanola.html

https://www.elperiodico.com/es/politica/20190723/investigacion-agresion-maestra-alumna-pintar-bandera-espanola-7565723

viernes, 12 de julio de 2019

Prueba PAU de matemáticas (Italia vs España)

En Italia existe una única prueba PAU, la temida (y respetada) Maturità. Todos los jóvenes italianos realizan la misma prueba, el mismo día y a la misma hora, de Venecia a Sicilia.

Este año, por primera vez, la prueba de matemáticas y la prueba de física se fusionan en una única prueba. Una apuesta valiente, que obligará a los profesores de matemáticas a renovarse, a salir de la "zona de confort" de las abstracciones. (link) (este primer año con una cierta polémica: link). Problemas que se plantean en un contexto físico pero que se resuelven con técnicas matemáticas, y problemas matemáticos aplicados a la física. Una motivación para la renovación enriquecedora de ambas asignaturas.

Un examen serio, de seis horas de duración, a la altura de una educación secundaria seria ("Il Liceo") digna, exigente, respetada, de seis años de duración. Una prueba que es un reto para el estudiante y por consiguiente para el docente.

Mientras tanto, en España, existen 17 pruebas diferentes, aquí cada región, comunidad autónoma, nacionalidad, nación, régimen foral o república por constituir tiene la suya propia, compitiendo entre ellas por a ver quién la hace más fácil, a ver quién obtiene una media más alta. Todo el mundo conoce la tampa: Aunque se mantiene el temario oficial, el temario real, "lo que entra", se reduce año tras año. En concreto en Catalunya el nivel pasa ya lo ridículo y entra en lo patético. Las pruebas las redactan comités opacos, controlados políticamente, vendidos a los intereses bastardos de los políticos, traidores a todo criterio académico. Cualquier novedad, cualquier cambio por mínimo que sea y afecte a la media, se convierte siempre en un escándalo mediático (link). Esos "expertos educativos", esos "agentes del cambio", esos miserables con el carnet del partido entre los dientes, que hunden el sistema educativo en la más absoluta miseria.

La Federación española de profesores de matemáticas acaba de redactar un comunicado oficial (link) (link) en el que denuncia el bajísimo nivel de la prueba española. De las pruebas españolas. De todas ellas. De las diecisiete. Un comunicado que en sí mismo es una declaración de impotencia, de rendición ante la mediocridad imperante, impuesta por una clase política mediocre y miserable hasta la nausea. Cataluña abanderada y principal protagonista de una España enfangada en el charco del provincionalismo decimonónico más rancio, en las antípodas del internacionalismo enriquecedor.

SÍ A LA SELECTIVIDAD ÚNICA

SÍ A LA REVÁLIDA


domingo, 30 de junio de 2019

...Y la maestra explotó (Chernobil educativo, segunda parte)

Decía hace dos semanas lo recomendable que es «Chernobyl», la serie de HBO, y lo útil que es para comprender la realidad educativa y política de Catalunya.

Hace una semana, una niña de diez años en una escuela de Terrassa pintó unas banderas españolas y unos «visaspañas» en su libreta. La maestra explotó (Link). La serie "Chernobyl" nos ofrece todas las claves para analizar este caso.

Una central nuclear es limpia, no contamina, no genera humos ni  residuos. Es perfecta.

En las escuelas catalanas se puede hablar de todo, la libertad de expresión es sagrada.

Pero las barras de uranio son peligrosas, y hay más de doscientas en el nucleo del reactor.

Las barras de las banderas son peligrosas. Dos en la española, cuatro en la catalana, son barras rojas de sangre. La bandera española es especialmente radioactiva, será porque tiene las barras más gordas.

El director de la central nuclear, asustado, pulsa el botón rojo de seguridad «¡Que se pare el núcleo!»

La maestra activa el botón de seguridad: «¡No quiero que dibujéis banderas!». La maestra no quiere problemas, si no hay banderas no hay problemas, prohíbe ¡prohíbe! a los niños dibujar banderas.

Pues fue pulsar el botón y el núcleo va y explota.

Pues bastó prohibirlo para que aquella niña se pusiera a dibujar banderas españolas y «visaspañas» en su cuaderno, así son los chiquillos, que basta que les prohíbas algo para que se mueran de ganas por hacerlo.

Y la maestra explota ¿Explotó realmente? ¿Agredió físicamente a la niña? ¿Hubo forcejeo? Tal vez nunca lo sepamos. En el informe oficial «solo» consta demostrado que rompió la hoja delante de los demás niños y la expulsó de la  clase dejándola sola en el pasillo.

Los inspectores llegan a la central nuclear, todos ellos son miembros del Partido, ¿qué partido? el único Partido, y redactan el informe, rápido, muy rápido. Niegan que el reactor haya explotado. Un reactor no puede explotar. Eso no puede haber pasado.

El inspector de Ensenyament, militante de ERC (como todos los cargos de Ensenyament) redacta su informe: No se puede demostrar que la profesora agrediera físicamente a la niña (en contra de lo que dicen los padres, que llevaron la niña al Hospital). Las maestras catalanas no pueden explotar. No se puede atribuir motivación ideológica en la actuación de la maestra. Silencio en la prensa. Silencio en la televisión. Silencio.

El odio, como la radioactividad, no conoce fronteras. Yo tenía la edad de esa niña, unos diez años, cuando casi me arrean una bofetada por decir «¡Viva España!» en voz alta. Y no fue en Cataluña, no, fue en un pueblo del norte de Guadalajara, y no fue ningún catalán, no, fue mi tio, un castellano viejo y militante republicano. Una militancia que no es más que una acumulación de odio, heredada de padres a hijos.

Mossos d”escuadra que explotan («La República no exite, idiota»), maestras que explotan... ejemplos de una Administración degradada y en proccso de descomposición. Chernobyl anticipó la caída de la Unión Soviética, como reconoció el propio Gorvachov. En Cataluña una niña de diez años con dos lápices de colores puede hacer estallar a una maestra.

Vale la pena ver la serie "Chernobyl". Leo en "eldiario.es": "La parte más conflictiva de la historia la del dedo acusador y crítico que hace ‘Chernobyl’ a todos aquellos dirigentes políticos -funcionarios y gobierno-, y los propios jefazos de la Central que negaban lo evidente, mientras las vidas de millones de personas corrían peligro. El secretismo y la imagen de la URSS estaba en juego, por lo que había que mantener las apariencias y de ahí, las fatales decisiones que se tomaron. El sectarismo del aparato gubernamental y político que imperaba en la URSS se empeñaba en ocultar el gravísimo incidente, hasta que llegó su repercusión internacional." (Link)

domingo, 16 de junio de 2019

Chernobil educativo en Cataluña

La serie "Chernobyl" de HBO nos puede ayudar a comprender los mecanismos de la corrupción de una administración pública. ¿Qué endimoniado motivo pudo tener el responsable de una central nuclear, Anatoli Diátlov, para aceptar saltarse las normas de seguridad? La ambición. Su propia ambición y la de los politicos de medio pelo que tenía como superiores. La central funcionaba bien, había incluso ganado premios de producción y rentabilidad, pero los políticos exigían más y más productividad, mejorar aún más los resultados, querían más medallas y más menciones...

Las normas de seguridad están redactadas en enormes "tochos" de papel, y se tienen que cumplir,  sin excepción alguna y en todo momento. Pero, ¡ay! sometidos a la presión de la rentabilidad, ciertas normas de dejan de cumplir. No hay tiempo. Nunca hay tiempo. Y poco a poco, se va generando otro listado de normas, un acuerdo verbal de todo lo que realmente se hace. Un pacto tácito, no escrito, entre los responsables de la nuclear para justificar el incumplimiento de ciertas normas de seguridad, presionados por aumentar más y más la productividad, corrompidos por una casta de políticos, lejos de la central nuclear, sin tener ni idea de cómo funciona, solo piensan en aumentar la producción y en reducir costes.

Con la prueba de selectividad de matemáticas de Cataluña pasa exactamente lo mismo. Por un lado está  el temario oficial, enorme, redactado, y por otro lado está "lo que realmente entra", lo que realmente hay que estudiar, un acuerdo tácito para no preguntar mas que ciertas cosas muy concretas, un acuerdo no escrito para reducir considerablemente el temario. Y todo para mantener la nota media, año tras año, por encima de un 6,

Por ejemplo, deducir la inversa de una matriz sabiendo que cumple la igualdad M2–M–2I=0 (problema 5) sería un problema dífícil... Si no fuera porque se sabe que entra cada año. Como se sabe que cada año entra el "Teorema de Bolzano" (Problema 4b)...

En honor a la verdad, hay que decir que este año se ha roto la "tradición", vergonzosa, de dar la función en el problema de optimización. No se dice aquello de "Comprueba que la función a optimizar es..."

Los exámenes de matemáticas se repiten año tras año siguiendo una pauta establecida no verbalmente de lo que "siempre entra" y de lo que "no entra nunca". Esto es perfetctamente comprobable, basta con entrar en repositorios de exámenes como "examenesdepau.com".

Esto no pasa solo en Cataluña. Menudo escándalo se ha montado en Valencia, donde ha entrado el "teorema de Rolle", que hacía diez años que no se estudiaba, pero que estar, lo que se dice estar, estaba en el temario.


Esto es un indicador de corrupción administrativa muy grave, pero aún más grave y perjudicial es que las pruebas de matemáticas de Cataluña son las únicas de toda España (¡18 pruebas diferentes, para mayor gloria del mamoneo político) en no pedir nada de probabilidad ni estadística. Desde hace veinte años, los jóvenes catalanes entran en la universidad sin saber qué es una distribución normal, un intervalo de confianza para una muestra, o el teorema de Bayes. Nada. Esto es muy serio, estamos hablando de aproximadamente un tercio del temario de segundo en la modalidad de "Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales". Todo un trimestre. Y lo que es peor: Se eliminó del temario precisamente la parte "aplicable" a la vida real. Por ejemplo, para saber que incluso una central nuclear puede explotar.

El motivo (cierto o no) del porqué de esta pérdida significativa en el temario "real" me la dio hace muchos años un compañero veterano. Resulta que en Cataluña se cursaban tres horas semanales de matemáticas, mientras que en el resto de España, sin segunda lengua oficial, cuatro. (¡No había tiempo!) Y se pactó (pacto no escrito) compensarlo con una reducción significativa en el temario (el caso gallego, con segunda lengua pero cuatro horas de matemáticas, era atribuido a la mediación milagrosa del Apóstol). Pero posteriormente se recuperó la cuarta hora de matemáticas, pero jamás se ha recuperado el temario. Nadie se ha molestado en hacerlo. ¡El conocimiento se pierde pero no se recupera!

sábado, 8 de junio de 2019

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik
 
(ruidito de las cosas que no hacen apenas ruido)

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

Como mi escaner mientras va barriendo, milímetro a milímetro, las páginas de mi "Ajo Blanco" de hace veinte años. Me lo encontré el otro día en una caja de revistas viejas, con una entrevista a Pascual Maragall, alcalde de Barcelona, en aquel momento candidato a la presidencia de la Generalitat de Catalunya. Un Maragall tolerante, dialogante, un Maragall socialista, reivindicando una Cataluña plural, antagónica al nacionalismo identitario. Vale la pena leerla.



Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

Un Maragall diciendo cosas como "Aquel pacto fue la prueba de que con el nacionalismo no se puede pactar. Un día lo firman y al día siguiente lo anulan. Con el pacto fiscal ocurrirá lo mismo. No pueden ir con nadie porque su política es levantar banderas que sólo ellos pueden colocar, y más tarde convertirlas en electorales aunque no las cumplan."

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

Veinte años después, su hermano Ernest reclama ¡exige! para él y los suyos la alcaldía de Barcelona. ¡Qué diferente es todo! Otro Maragall, excluyente, radicalizado, podrido de veneno nacionalista, intolerante a cualquier tipo de coalición progresista.

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

El scaner avanza, ya le queda poco. Sí, ya sé que es una metáfora de mierda, que el avance de un scaner no es como el avance de un hidalgo cavalgando decidido hacia un molino de viento, ni el avance de la lengua de un cura lamiendo la cara de una beata desmayada en plena catedral de Ovideo. Qué más da. Lo mejor, lo único bueno del siglo XXI es un scanner con el que poder rescatar lo mejor del siglo XX, liberarlo de la tiranía del papel, y poder compartirlo en las redes del siglo XXI.

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik

El siglo XXI es la versión pirata del siglo XX en pdf.

Ñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiik   ¡Pic!

>>> Link <<<

domingo, 2 de junio de 2019

La leyenda del indomable

No puedo dejar de sentir compasión por el pobre policía catalán del «La república no exite, idiota». (link)

Estamos ante el primer caso de agresión con verdad punzante del siglo XXI. El ciudadano que recibió en plena cara el impacto de una verdad ni aceptada ni deseada exige a la justicia cumplida compensación por el dolor causado. El policía se enfrenta ahora a duras penas por haber agredido la burbuja metafísica de dicho ciudadano.

- ¿Qué sintió usted cuando el policía le espetó que la república no existe?

- ¡Dolor, señor juez, mucho dolor, en lo más profundo de mi ser!

Pero ¡atención! El acusado proclama su inocencia, y reincide en su agresión: (link)

- ¡Señor juez, protesto! ¡Es un dato objetivo!

La sala entera se levanta indignada.

-¡Orden! ¡Orden en la sala!

La acusación popular protesta mientras el pobre ciudadano cae de la silla en un dolor insoportable.

-Ai, quin mal! Quin dolor tan gran! Ai, que em diu que és una veritat objectiva! ¡Qué le he hecho yo a este policía para que me agreda de forma tan inmisericorde!

En Cataluña se está celebrando el primer juicio metafísico del siglo XXI, con un policía acusado de agredir con «verdades objetivas».

Todo esto me recuerda una historia que me contó un compañero hace muchos años. Fue después de una cena y los consabidos chupitos y licores, cuando un profesor de los veteranos se arrancó a contarnos a los jóvenes y novatos del instituto...

La leyenda del indomable

Todo sucedió en ese mismo instituto, muchos años atrás, en los tiempos míticos prelogsianos. Nos situarnos: Un instituto «chungo» en un barrio «chungo» dc una de las principales ciudades del extraradio de Barcelona. Un chaval insolente, insufrible, insoportable, llevaba de cabeza a los profesores.
El sujeto se aguantaba como se podía, pero un buen día las cosas se salieron ya de madre, llegó a tal punto su insubordinación, llegó su comportamiento a ser tan contrario a las normas más básicas de la convivencia y el respecto mínimo, que los profesores se vieron en la necesidad de llamar a la policía local para que se llevara aquel sujeto.

Se presentó la policía local al instituto, y aunque se puso delante del insurrecto joven un veterano agente, aun así continuaba aquel con sus impertinencias, majaderías y burlas.

Y aquel policía, sin mediar palabra, le soltó una bofetada a nuestro protagonista, solo una, pero tan bien ejecutada, que si el sopapo fuera modalidad olímpica seguro hubiera recibido las más altas puntuaciones y la aclamación unánime del público asistente.

Pero lo que se produjo fue el silencio, y hecho el silencio, el policía habló al joven, una sola frase, y aquel joven le escuchó, física y espiritualmente conmovido:

- ¿Te crees que soy un profesor o qué?

Aseguran testigos presenciales haber visto furtivas lágrimas en los ojos de los profesores presentes: Fijación de conceptos y deslinde de categorías en dos tiempos: Bofetada y frase.
 
Y aquí acaba la leyenda del indomable, que sucedió en los tiempos míticos anteriores a la reforma, en el siglo pasado.

Por cierto, en aquel mismo instituto, años después, ya entrado el siglo XXI, ocurrió un incidente muy significativo. Resulta que se descubrió que la mochila de uno de los alumnos más jóvenes, un chaval de doce años, emanaba un fuerte e inequívoco olor a marihuana. Y la dirección del centro, ante semejante evidencia  olfativa, (¡Ay, nuevamente las “realidades objetivas”, cuidado con ellas!)  decidió inspeccionar la mochila aprovechando un momento en que aquel chiquillo estaba en el recreo. ¡La que se lió fue buena! Llegó el caso a SOS Racisme (el chico era africano), y al Síndic de Greuges, con la dirección del centro acusada de agredir al chiquillo,  por haberle inspeccionado su mochila sin su permiso y sin la presencia de sus padres. El caso llegó a aparecer en El País (link).

¡Esto es el siglo XXI, idiota!



“Una novela es un espejo que se pasea por un camino real. Tan pronto refleja el cielo azul como el fango de los cenagales del camino. El hombre que lleva el espejo será acusado por vosotros de inmoral. ¡El espejo refleja el fango y acusáis al espejo! Acusad más bien a la carretera en que está el cenagal, o mejor aún, al inspector de caminos, que permite que el agua se encharque y lo forme”.

Stendhal

sábado, 25 de mayo de 2019

Bachillerato de mierda

Leo en el diario Ara (link) que el 40% de los jóvenes catalanes que se han presentado a la prueba PAP, un examen específico para entrar en magisterio que solo se realiza en Cataluña, no la han superado. Un examen que no es nada del otro mundo, un poco de comprensión lectora, su poquito de redacción, su poquito de ortografía, y algo de matemáticas básicas, bien sencillitas. Pues miles y miles de jóvenes, con su bachillerato recién acabado, han quedado declarados incompetentes no para dar magisterio como sucedía antiguamente, no, ¡Declarados inútiles para empezar a estudiarlo! Entonces, que Dios me perdone, pero la pregunta viene sola, cae por su propio peso: ¿Qué mierda de bachillerato han cursado?

No debemos descuidar el rigor, pensar bien las expresiones que usamos. Qué es esto de titular «Bachillerato de mierda», así por las buenas. ¿Podemos hablar aún de «bachillerato»? Tal vez no, tal vez deberíamos acostumbrarnos a referirnos al final de la etapa preuniversitaria como quinto y sexto de secundaria, o incluso como un undécimo y un duodécimo de primaria. A este paso, mi sobrina Alba, que cursa P4, ya no dejará jamás parvulitos, una etapa que se extenderá dulcemente hasta los dieciocho años, los niños jamás dejarán de ser niños y la dictadura de pedagogos y su nauseabunda e infecta pseudociencia dominará todo el territorio educativo.

Por cierto, leí esta noticia en el diario independentista Ara, que si bien para todos los males de los catalanes encuentra siempre causa cierta en nuestro sometimiento al yugo español y solución segura en la independencia y la república, en esto no clama a la autodeterminación ni reivindica más autonomía. Será porque hace ya años que Catalunya tiene un sistema educativo totalmente independiente del español, y no se puede culpar a otros de tener un  bachillerato, insisto, de mierda.







Lo que no nos da la prensa nos lo da la literatura. Leo en «La madre naturaleza», de Emilia Pardo Bazán, de 1887:

«[...]Como todos los labriegos que aprenden a leer y escribir de chiquillos, su iniciación en esta maravillosa clave de los conocimientos humanos era muy relativa: saber leer y escribir no es conocer los signos alfabéticos, nombrarlos, trazarlos; es sobre todo poseer las ideas que despiertan esos signos. Por eso hay quien se ríe oyendo que para civilizar al pueblo conviene que todos sepan escritura y lectura; pues el pueblo no sabe leer ni escribir jamás, aunque lo aprenda.[...]»

No se puede ser más claro.

domingo, 12 de mayo de 2019

Principios y aplicaciones de la antididáctica

La antididáctica es liberación. Te pondré un ejemplo.

En la edición digital de El País, me encuentré con el siguiente titular:

«Los niños ven porno a los 11 años. A esa edad hay que hablarles de eso en clase»


En la foto,la inevitable experta finlandesa en educación, de nombre impronunciable, con enorme bufanda mullida.

Y tú miras el titular y dices «pues claro», porque a  ver si vas a saber tú más de educación que una finlandesa con bufanda mullida. Pero el titular es terrible.

Primer dogma de la «nueva educación»: En ningún momento, bajo ninguna circunstancia «prohibir» o «obligar». Y mira que el titular hubiera quedado la mar de sencillo: «¿Los niños ven porno a los 11 años? A esa edad hay que prohibirles eso». Y «los padres están obligados a supervisar todo lo que ven sus hijos».

Segundo dogma de la «nueva educación»: «Que en la escuela hablen de eso». La escuela convertida en la lavandería moral de la sociedad. ¿Que el chaval se ha pasado hasta altas horas de la madrugada en el «pornohub»? Pues nada, que se tome los cococrispis y al cole, que «le hablen de eso». Un prelavado mental, un poco de suavizante ético, dos o tres cápsulas de feminismo desengrasante y a casa como nuevo, a la habitación, puerta cerrada y a seguir dándole a la wifi.

¿Y la liberación? Ahora te explico, verás qué gracioso.

De todo esto había yo conservado únicamente la captura de pantalla de mi
 móvil, la que aparece más arriba, y días después,  queriendo acceder de nuevo a la entrevista del diario El País, hago lo de siempre, la busco en Google.

Escribo en google: «niños de 11 años ven porno»

Y google me contesta «no tengo nada de eso».

Extrañome semejante respuesta, si para cualquier cosa que le preguntes, google te da montones y montones de referencias. Qué cosa más rara. Hasta que comprendí que me había encontrado con el filtro antipedófilos de Google, el filtro anti pornografía infantil.

¡Buf! A ver cómo le digo yo a Google que no estoy buscando porno de niños de 11 años, nonono,sino una noticia del diario El País así titulada, que no es lo mismo. No hubo manera. Parecía que me estaba diciendo «Que no hay nada, tío guarro», «que no insistas, asqueroso» , «que hemos apuntado tu IP y te estamos localizando, so mugroso». ¡Buf!, paso.

Llegados a este punto, reconozcamos que todo el asunto adquiere una nueva dimensión, todo se vuelve mucho más complejo, con nuevos actores involucrados...

Podemos ponernos en plan ciberpunk. Al fin y al cabo, a mi generación nos prepararon de pequeños para cuando tuviéramos que hablar con las computadoras inteligentes, y nos dejaron muy claro que había que tener cuidado con mirillas y ventanucos, que el ordenador dichoso sabría leer los labios, y por una tontería así te podrías encontrar teniendo que volver a la nave espacial sin casco. ¿Pero esto? qué poco glamour...

¿Y si probamos el discurso global-local neoliberal? Por un lado, hemos aceptado dar a cada niño un teléfono móvil, máquinas globales, con las que acceden a los contenidos globales (y el porno es uno más, como las apuestas, los videojuegos...) Lloremos (snif, snif) que qué pena, que no podemos hacer nada. Por otro lado, las escuelas, lo único local que nos queda, lo único con lo que podemos contar... Hemos entregado nuestros niños al Dios de la economía global...

¿Y si nos ponemos en plan psicoanalítico? A ver cómo queda... Los niños, cada vez más jóvenes, accediendo al «ello» en el ciberespacio, los más oscuros deseos, las más bajas pasiones, sin cortapisa ninguna, libres del poder censor del «superyo», sin prohibición ninguna. Y por otro lado, ese «superyo» freudiano represor convertido en gran ojo cibernético, el gran Google que lo sabe todo, que te observa, que apunta todo lo que miras, todo lo que escribes, que no olvida.

No sé, no śé... ¿Qué camino seguir? ¿Qué análisis aplicar? Pues aquí entra el poder liberalizador de la antididáctica: Ninguno.

Porque cuando una sociedad es tan moralmente decadente que ni siquiera puede prohibir ver porno a sus niños de 11 años, cuando se llega a semejante miseria, todo es miserable. Y todo lo que llamamos «educación» o «pedagogía», no es nada más que miseria, un gigantesco fraude, una tomadura de pelo. No, para nada, la escuela no está para «hablar de eso», la escuela está para cosas mucho más importantes. Lo diga quién lo diga, aunque tenga nombre impronunciable o lleve bufanda mullida. Pero lo importante es tener claro, insisto, que no hay nada que hacer, que todo se va, inexorablemente, a la mierda.

P.D. (13/5) Algunos amables lectores comentan que la susodicha experta no es finlandesa, sino islandesa. En un link de la BBC encontramos declaraciones de dicha experta en las que va aún más lejos". Es el tercer dogma de la "nueva educación": Siempre se puede ir más lejos, siempre se puede hacer más grande el disparate, impunemente, y cuanto mayor es el despropósito, más "innovador" queda, más "revolucionario", haciendo más y más grande la burbuja especulativa educativa. Hay dos tipos de pseudociencia, la que no sirve para nada pero no hace daño y la que, además de no servir para nada, es muy perniciosa. La pedagogía es una pseudociencia muy perniciosa.


lunes, 22 de abril de 2019

No hay nada más pedagógico que quemar una catedral

No hay nada más pedagógico que quemar una catedral. ¿Que no? Hay que ver toda la cultura que recibimos el día que ardió Notre Dame. Al calor mediático de las llamas los medios de comunicación se volcaron en enseñarnos cuanta cultura gótica se convertía en cenizas. Con tres o cuatro incendios más aprenderíamos a diferenciar  el gótico del barroco, el plateresco, el churrigueresco y el rococó.

Más de 1000 millones se recaudaron en pocas horas para su reconstrucción. ¿Es esto decente? Depende de como la reconstruyamos, aquí está la cuestión. ¿En piedra antigua, en madera decimonónica o en hormigón moderno? Yo propongo reconstruirla en modernísimo plástico: Se monta en rieles una gran impresora 3D, y venga, gota a gota, capa a capa. No es ciencia ficción, ni hago sarcasmo, es perfectamente factible y barato. Luego se pinta, color madera por aquí, color piedra por allá, y listo.

A lo que voy: Para los matemáticos, los libros de texto son las catedrales del conocimiento.

Con las antorchas de las pedagogía quemamos estas catedrales del conocimiento que son los libros de texto, y nos regocijamos viendo las llamas, y al incendio le llamamos innovación pedagógica. ¡Qué bien que arden! ¡A la hoguera todo lo viejo! Pero no es el papel lo que arde ¡ojalá! estamos quemando el conocimiento.

Debemos superar la confusión entre las ideas, los saberes, y su materialización física. Que sí, que hay que reconstruir la catedral, que hay que salvar el libro de texto, ¡Claro que hay que salvar el libro de texto! Pero no en decimonónica madera, es decir celulosa, papel, sino en modernos archivos pdf, ¡A coste cero! ¡Gratuitos! ¡Ecológicos! Con archivos pdf hasta el más humilde estudiante tiene acceso a la cultura más elevada.

Están llegando a los institutos catalanes los primeros libros de texto adaptados a la "nueva educación" por competencias impuesta por la administración (Se llama Administración porque administra, esto es, suministra, las antorchas).

Con leer el índice es para echarse a llorar, o al monte, como Curro Jiménez. No te miento, este es el índice de los temas de un nuevo libro de primero de ESO de matemáticas ¡de matemáticas!

1. El meu entorn i jo (Mi entorno y yo)
    1.1 Em conec. Et conec. (Me conozco, te conozco)
    1.2 A classe i amb la família    (En clase y con la familia)
    ...
2. La llista d'anar a comprar. (La lista de la compra)
    1.1 La passejada dels menjars (El paseo de las comidas.)
    ...
3. Educació viària    (Educación viaria)
4. Històries matemàtiques (historias matemáticas)
5. Més ràpid, més alt, més fort    (Más rápido, más alto, más fuerte)
5.1 La puntuació del golf    (la puntuación del golf)
5.2 Les matemàtiques reinventen el bàsquet (las matemáticas reinventan el baloncesto)
...
6. Mengem nombres (comemos números)
7. Jocs numèrics (juegos numéricos)
8. A viatjar!  (¡A viajar!)
9. Matemàquines (matemáquinas)

Esto no es un libro de matemáticas. Esto es "Barrio Sésamo". Y encima tienen la desfachatez de promocionarlo como "Aprendizaje basado en problemas" cuando, por mucho que busco no he encontrado ni un solo problema matemático. Todo son actividades chachipirulísticas, entretenimientos varios, chorradas y chorraditas. El libro es un compendio de juegos y diversiones, sin ambición, sin dignidad, miserable como lo es toda la "nueva educación".


Que "como son entre sí las cuerdas de una guitarra" , en serio. ¡Yo lo sé, profe, son paralelas! Para no saberlo.  Y a esta pregunta le sigue una segunda: "¿Y como son las cuerdas de un pentagrama?" ¿Llevará trampa? ¿Qué cuerdas?¿La sección de cuerda, toda entera?

Eso sí, todo muy contextualizado, todo muy aplicado a la "vida real"...


Que si busca todos los triángulos que encuentres en este avión tan chuli... Se supone motivador, pero ¿Desde cuando es motivadora la mediocridad?

Una educación sin pretensiones, sin ambiciones, con el conocimiento convertido a cenizas, todo el mundo participa, todo el mundo aprueba.

¿El precio de esta "maravilla"? Las editoriales jamás lo dicen, no importa, total, como lo pagarán los papis... ¡Qué vergüenza!

Afortunadamente, cada día circula por Internet más y más conocimiento en forma de archivos pdf, archivos libres, que profesores como "Antonius Benedictus" y tantos otros amantes de las matemáticas ofrecen gratuitamente. A este paso acabaremos todos en las hogueras, como las brujas.

domingo, 31 de marzo de 2019

Bachillerato de calidad para el Tercer Mundo


Utilizamos palabras del siglo XX para intentar comprender este horrible siglo XXI, y así nos va.

Lloramos por el desmantelamiento del sistema educativo público sin comprender que "sistema educativo público" es un concepto del siglo pasado. Estamos anticuados.

¿Qué tienen en común el colegio Sant Peter's School de Pedralbes, en Barcelona, y el Jaume Vicens Vives, de Lleida?

Aparentemente nada, el primero es uno de los colegios privados más exclusivos y elitistas de Barcelona, el segundo es un colegio público de de Lérida.

Lo "público" y lo "privado" son dos conceptos del siglo XX. Estamos anticuados, insisto. Ambos colegios viven plenamente en armonía en su tiempo y en su lugar.

El tiempo: Este siglo XXI, el siglo de las burbujas: Yo y los míos. Mi nación, mi tierra, mi educación, mi, mi mi. "...Y cada vez más tú, y cada vez más yo, sin rastro de nosotros...", cantaba Sabina.

El lugar: Catalunya, una nación con plena conciencia tercermundista.

Pero no te enfades, los términos "nación" y "tercer mundo", son conceptos propios del siglo XX, lo utilizo porque no tengo otros mejores.

Los dos colegios anteriores, tan aparentemente diferentes, imparten el "Bachillerato Internacional".

El "Bachillerato Internacional" es una institución internacional, con sede en Suiza, que ofrece sistemas educativos de calidad a países tercermundistas. Países que, por su misma debilidad tercermundista, no son capaces por sí mismos de ofrecer a su juventud un sistema educativo sólido. Por ejemplo, Catalunya y España en general.

Pero vamos por orden. En primer lugar, estamos ya muy cerca de la degradación más absoluta del sistema educativo nacional. Dentro de poco le habremos dado la vuelta como a un calcetín: Seremos los profesores los que estemos sistemáticamente evaluados por los alumnos (en forma de "encuestas de satisfacción") y por los padres (mediante esa Santa Inquisición moderna llamada "grupos de wasap de padres"), seremos los profesores los que estemos hasta arriba de deberes (en forma de ingente burocracia premeditadamente inútil ) y seremos los profesores los que aprendamos cada día (pero, ¡ay! solo aprendemos pedagogía, es decir, mierda).

Con todo esto, conseguiremos en pocos años la americanización total del sistema educativo, es decir, convertirlo en un "mcjob" más, la alternativa laboral para aquellos que no tienen ninguna otra, un trabajo basura, un trabajo de mierda. En este sentido vale la pena ver como empieza la serie "Breaking Bad" o la segunda temporada de "The Wire".

Aunque "americanización" es también un concepto del siglo XX, en este caso funciona, y nos lleva derechitos al siguiente paso. Las leyes capitalistas son muy claras: Puedes mantener al 99% de la población con un sistema educativo de mierda siempre que ofrezcas al 1% restante un sistema de calidad.

Y aquí entra el "Bachillerato Internacional": Un bachillerato de calidad, impartido en tanto en escuelas públicas y privadas, una educación seria para una selecta minoría de nuestros jóvenes, un bachillerato organizado y dirigido por una institución suiza de la que prácticamente no conocemos nada.

¿Y en qué consiste la calidad de este bachillerato? En hacer exactamente lo contrario que proclamamos, mañana tarde y noche, como "educación moderna". El cinismo y la hipocresía alcanzan cotas estratosféricas.

Es un bachillerato austero. Sin pantallas, sin Internet, sin chorradas mindfulmines o  coaching. Leer y estudiar con libros, el "empollar" de toda la vida, fíjate tú qué cosas.

Es un bachillerato exigente. El peso del aprendizaje recae sobre el alumno, al que se considera responsable de sus estudios (es decir, se le respeta), y los profesores asumen la enorme responsabilidad de estar a la altura del nivel de exigencia que se impone el alumno y su familia. Sí, exactamente al revés de lo que pasa con el bachillerato "normal", el otro.

Es un bachillerato con carácter global, inmune a toda intromisión de carácter local. Para que te hagas una idea, en el caso de Catalunya, la lengua catalana, sencillamente no existe en el BI.

Es un bachillerato con reválida final. Todos los estudiantes deben pasar una exigente reválida al final de sus estudios. Sí, se juegan todo en un examen. Lo que consideramos inaceptable para los demás, aquí es imprescindible. Y por si fuera poco, los padres, incluso en la pública, pagan religiosamente cada mes un buen dinero para ello.

Sí, en Catalunya, nuestros mejores alumnos estudian un bachillerato exigente, con reválida final, tanto en escuelas privadas como públicas, pagan por ello y encima en castellano. Benvinguts al segle XXI.

Vale la pena leer el artículo de La Vanguardia del pasado 16 de marzo.

www.toomates.net/antididactica/UnaEducacionGlobal_La_Vanguardia_18_03_2019.jpg

El artículo no tiene desperdicio, y acaba con una frase memorable de Lourdes Barceló, la directora pedagógica del Sant Peter's School:

"Sin embargo, [en la Reválida del Bachillerato Internacional] el azar no juega un papel importante como en las PAU. Son exámenes que demuestran que un alumno sabe, no 'que se lo sabe'"

Tal vez te pase como a mí, que no entiendes la diferencia entre "el alumno que sabe" y "el alumno que se lo sabe", o que no te hace gracia la redundancia enfática de la buena señora, vaya, que no apreciamos el uso de este dativo de interés. Será que estamos anticuados. Y si te preguntas por qué lo bueno para unos no puede ser lo bueno para todos, entonces, además de anticuado, es que 'me' has salido de izquierdas.

domingo, 17 de marzo de 2019

Huelgas de estudiantes

Aunque esté todo perdido (porque sí, todo está perdido), no dejaremos nunca de denunciar las incoherencias de la "nueva educación", no dejaremos nunca de escupirle a la cara todas sus contradicciones, todas sus mentiras. Que son (fíjate tú qué cosas) las mismas contradicciones y mentiras del sistema capitalista, que se esconde detrás, oculto, por obra y gracia de la llamada "pedagogía", el "opio del pueblo" del siglo XXI.

La pedagogía estudia y promueve la ignorancia, y los pedagogos son los sacerdotes de este nuevo reino espiritual: "La ignorancia es buena, tú no tengas miedo, verás qué feliz eres...", "el conocimiento está sobrevalorado...", "el Dios capitalista proveerá..."... amén.

El viernes pasado nuestros estudiantes "hicieron" huelga por el medio ambiente. Una más. Cada vez hacen más y más y por los más diversos motivos y razones. El "derecho a la huelga" de los estudiantes está aceptado explícitamente recogido en las nuevas leyes educativas. Protestar dejando de estudiar un día entero ¿puede haber algo más ridículo?

Las "huelgas de estudiantes" son otro ejemplo de bochornosa perversión del lenguaje, otro signo de la decadencia integral de la educación. Sencillamente, los jóvenes no tienen ni zorra idea de lo que es una huelga... y los políticos están encantados de que así sea.

¿Cómo? ¿Qué dicen los gurús de la nueva educación? ¿Que para eso estamos nosotros, los profesores, los docentes, para enseñarles? ¡Ah! Sí. Y sin mucho rollo teórico, con aplicaciones prácticas en la vida real y mediante "competencias básicas" ¡Ah, las competencias básicas!

Las competencias básicas como las de la CNT, que hoy hace exactamente cien años, el 17 de marzo de 1919, consiguieron que la patronal de Barcelona se rindiera, después de semanas de una durísima huelga general en todo Barcelona, y aceptara las condiciones de los obreros. Las competencias básicas de un movimiento obrero que, por primera vez, comprendió el inmenso poder de la lucha organizada y de la unión obrera.

Aquel día la patronal aceptó, entre otros derechos, la jornada laboral de ocho horas, que en poco tiempo se extendió a toda España.

Pero, ¡ca! De esto nadie habla, esto no se dice, esto no se toca. Ni dentro ni fuera de los institutos. Como diría Pujol, això no toca!

Porque, entonces (igual que ahora) la lucha obrera no comulgaba con la catequesis nacionalista de la Lliga regionalista y la Mancomunitat: la existencia mística de la "Pàtria Catalana", y el derecho metafísico de la "autodeterminación de los pueblos".

Cien años después todo sigue igual: La lucha obrera no comulga con el nacionalismo, y el nacionalismo, el gran enemigo de Europa, controla con mano de hierro toda la política catalana.

sábado, 9 de marzo de 2019

Por un pasado lleno de esperanza ¡Arriba los corazones!

Se dice que hay que vivir el presente. Toma, claro, no nos queda otra.

Pero también se dice que hay que mirar al futuro, aquí discrepo. Yo, aquí, me opongo.

Porque, digo yo, habrá que mirar al futuro en época de prosperidad, cuando se va hacia arriba, pero cuando nos toca vivir una época de decadencia como esta, cuando todo va hacia abajo, lo conveniente es dar media vuelta, y mirar al pasado. Lo que pasa es que no estamos acostumbrados, y al principio cuesta, se necesita práctica, pero vale la pena.

Porque nos encontramos con un pasado lleno de prosperidad, dejamos atrás un devenir decadente, y aparecerá ante nosotros un "devenido" esplendoroso.

¡Sigue mirando! Más y más lejos, Verás el glorioso Renacimiento, perderás de vista el "Refallecimiento" que te esperaba.

Llegarás hasta la espléndida Grecia. Y redescubrirás, si quieres, las matemáticas. Yo estos días los he dedicado al estudio de las "circunferencias de Apolonio". Pregúntale a quien quieras qué es una circunferencia, aquí y en la China, y su pulgar se clavará en el aire, como en un agujero imaginario, y su índice, bien tieso, bien estirado, trazará un arco invisible. Eso es una circunferencia: Los puntos equidistantes a un centro dado. Pero en el siglo III antes de Cristo, Apolonio, por primera vez en la Historia, encontró una forma alternativa: Son aquellos puntos cuyas distancias a dos puntos fijos del plano (llamados "focos") están en razón constante: PA/PB=k. Y así nacieron las cónicas. ¡Ah, las cónicas! esas figuras matemáticas que nos han acompañado a lo largo de más de 2000 años. Que van y vienen: En momentos de prosperidad se redescubren, en momentos de decadencia como éste, se pierden.

En Catalunya hace décadas que las cónicas fueron desterradas del sistema educativo. Y ahora empiezan a llegar, claro, los primeros profesores de matemáticas que ya no saben qué es una cónica. ¡Estamos en un momento histórico! Ya queda poco para perderlas del todo (las perdemos si miramos al futuro, pero las encontramos si miramos al pasado, no sé si me explico).

Los matemáticos huyen de la carrera docente, y los filólogos, y los filósofos, cualquiera que tenga la más mínima alternativa profesional. Ensenyament ha abierto la puerta, y ya entra cualquiera como profesor de matemáticas. Ni siguiera se les exige tener el "CAP", un curso de mierda pero curso al fin y al cabo.

Y hablando de "exigir", ayer me enteré por el Periódico de Catalunya (link) que en la nueva República Catalana me hubieran dado seis meses para renunciar a ser español para seguir siendo funcionario. En eso sí que son muy "exigentes".

"...Además, la norma básica de la nueva república impondría, según los papeles incautados, a todos los funcionarios la obligación de elegir una sola nacionalidad, y les daría seis meses para decidir si ejercer en Catalunya como ciudadanos catalanes o no serlo, pero tampoco ejercer..."

Decadencia, pura decadencia. Se impone mirar al pasado. Y cerrar el puño en alto, y levantar el corazón, bien tieso, bien estirado, como clavándolo en un agujero imaginario.

(Nota: Las circunferencias de Apolonio eran conocidas mucho antes de Apolonio, como el teorema de Pitágoras era conocido mucho antes de Pitágoras. Me tomo una licencia narrativa.)

domingo, 17 de febrero de 2019

La guerra perdida del conocimiento en los institutos

Es un hecho incuestionable: Los profesores conservadores hemos sido oficialmente erradicados del sistema educativo. Sencillamente no existimos. Somos invisibles.

Y es que, por lo que parece, ser "conservador" en España tiene mala prensa, está mal visto. No queda bien para las visitas.

Pero es que una cosa es ser conservador en lo político, qué sé yo, ser el dignísimo dueño de una respetable mantequería en Astorga y tener colgado un retrato del Conde de Romanones en el salón comedor, o ser el cacique explotador de cuatrocientas fanegas de la mejor tierra de Jaén, por decir algo, vamos, ser conservador en lo político, y otra cosa es ser conservador en el ámbito del conocimiento, es decir, aquel que reivindica la función del docente: Conservar vivo el conocimiento acumulado de una generación a la siguiente.

¿Acaso es un "facha" el conservador del museo, ese que con su bastoncillo de algodón y paciencia infinita limpia la superficie del lienzo para mantenerlo inmaculado a lo largo de los siglos?

¿Y el que recoge moras en el camino y con ellas hace mermelada, es decir, hace "conserva"? Yo pregunto ¿Es cosa de militantes de VOX el noble arte, la poesía de conservar las esencias de la mora entre los cristales del azucar?¿Pues, acaso no es menos cierto, señor juez, que "compota" viene del francés compote, que a su vez deriva del latín com-ponere: juntar, acumular?

¿Acaso no clama al cielo que los mismos gurús de la "nueva educación", esos que repudian la acumulación de conocimientos en las escuelas e institutos con la boca llena de canapé de tortilla de patata, sean los mismos que llevan a sus hijos por la tarde a los "conservatorios", esos lugares que, con su característico  olor a viejuno, están destinados en cuerpo y alma a la conservación de los lenguajes ancestrales de la música clásica?

Da igual, es una guerra perdida, nadie escucha. Juicio sumarísimo y pelotón de ejecución. La muerte del conocimento en los institutos de secundaria es un hecho indiscutible, una triste realidad que deja una generación de profesores viudos, y lo que es mucho peor, una generación de estudiantes huérfanos. La siguiente generación ¡ay! ya no tendrá nada que conservar, porque conservar y trasmitir son la misma cosa: Solo se conserva el conocimiento si que se trasmite, y solo se trasmite el conocimiento que se conserva.

domingo, 10 de febrero de 2019

¡Fake Justice!

Desde hace unos días cuelga del ayuntamiento de mi pueblo (un pequeño pueblo de Lleida, gobernado por la enésima reencarnación de Convergència) una gran pancarta:
"Fake Justice"



Entiendo la indignación de la gente. No es para menos. En este país la justicia no funciona. los indeseables y miserables campan a sus anchas mientras los honestos y justos se ven obligados a esconderse bajo las piedras.

Miserables como un tal Daniel Gómez Visedo (un gurú financiero de medio pelo), que escribe hoy en el diario El País ("Una revolución en la ortografía"):

"...La ortografía es, para empezar por lo más doloroso, un mecanismo de discriminación social: las personas con una educación más limitada son incapaces de escribir con una ortografía correcta, lo que les estigmatiza y ancla en trabajos subordinados y de peor calidad. Les señala. La ortografía es una inadmisible barrera social, además de innecesaria, que debería ser abolida. Una revolución social que mejoraría las oportunidades de aquellos menos afortunados..."

Naturalmente, para decir semejante majadería (que es todo un insulto a las clases populares),  el susodicho ha procurado no cometer ninguna falta de ortografía para no quedar como el impresentable que es.

La realidad es bien distinta. De hecho es exactamente lo contrario: Actualmente el aprendizaje de la ortografía, como en general toda la cultura , es barato, muy barato, prácticamente gratuito.

La ortografía no se compra con dinero. Y esto es lo que les revienta a estos tiburones de las finanzas de medio pelo: Que los pobres puedan ser cultos, que los humildes les puedan echar en cara su incultura, su sinvergonzonería, que dejen de ser manipulables.

domingo, 3 de febrero de 2019

Sobre la inconsistencia lógica de la pedagogía y los caraduras en general

"El barbero del pueblo afeita a todos aquellos que no se afeitan a sí mismos"

Pero entonces, ¿Quién afeita al barbero? Si se afeita a sí mismo, se llega a contradicción, pues no puede afeitar a aquellos que se afeitan a sí mismos. Y si no se afeita a sí mismo, le tiene que afeitar el barbero, que es él mismo.

En este sencillo chascarrillo el matemático y filósofo Russell encontró en 1918 (Link) una paradoja lógica con la que dinamitó los fundamentos de la matemática moderna, establecidos a lo largo del siglo XIX. Os ahorro los detalles, que se pueden encontrar en Youtube, pero lo fundamental es que las afirmaciones que se refieren a sí mismas llevan veneno. Sócrates podrá ser hombre o mortal, pero no puede ser barbero.

Solo hay dos maneras de superar este conflicto: O bien todos los hombres dejan de afeitarse a sí mismos y pasan por la barbería, pues la frase "el barbero afeita a todo el mundo" no presenta el menor problema lógico, o bien el barbero debe salir del pueblo.

Los pedagogos enseñan a los profesores que no se enseñan a sí mismos, que han perdido la facultad del aprendizaje, los pobres desgraciados. Pero entonces ¿Quién enseña a los pedagogos? ¿Cómo narices aprenden? No se pueden enseñar a sí mismos, porque entonces serían autodidactas, es decir, serían su propia contradicción... Pero entonces necesitan acudir los pobres miserables al consejo de los pedagogos, de ellos mismos, ¿pero no habíamos dicho que no?

Sueñan las pulgas con comprarse un perro, y sueñan los pedagogos con dominar el mundo educativo (y lo están consiguiendo), pero mientras existamos profesores que nos neguemos a ser afeitados, los pedagogos no podrán estar en el pueblo.

¡Y bien que les va a los pedagogos fuera del pueblo!, Sin pisar un aula, deciendo las chorradas más descomunales, libres de cualquier atisbo de rigor  lógico. Pegagogos convertidos en peda-gogós mediáticos, ¡oh la sagrada pedagogía!, que te permite decir una cosa y la contraria, los encontramos cada día en la prensa: Matemáticos metidos a pegagogos («las matemáticas del instituto son muy diferentes de las de la Universidad» decía aquella), filósofos metidos a pegagogos...

¡Incluso cocineros metidos a pedagogos! Un fuerte aplauso para Ferrán Adriá, con su proyecto "Sapiens", con sus propias palabras, es “[...]un guirigay tridimensional" basado en el "conocimiento 'linkado" y la "decodificacióun taxonómica". "Un 'software' que te pones en la cabeza y tú definirás la intensidad con la que quieres aplicarlo", aunque a la vez se trata de un 'work in progress...'. (link) Tú di que sí, majo, ole tus huevos deconstruidos, tienes toda mi solidaridad, nosotros los charnegos catalanes también tenemos derecho a pillar cacho y vivir del chollo. 



Todo cabe en la olla podrida de la pedagogía, y si nos ponemos en plan libertario ya es la hostia, the limit is the sky. Un amigo argentino, preocupado como nosotros por la educación, me pasa este "meme" de un tal Baradel, líder sindical de los docentes argentinos:



Se acaba el tiempo de los hombres libres, de los que se afeitan a sí mismos.. Yo seguiré afeitándome con el cuchillo, como John Wayne.

domingo, 20 de enero de 2019

Apología de filólogos y matemáticos

Es tan indignante, tan humillante, tan descorazonador... No puede ser que los máximos responsables del sistema educativo de un país desprecien de forma tan oscena a los mismos profesionales que el mundo laboral valora y aprecia de forma tan positiva.

No puede ser que altos cargos del sistema educativo catalán, pagados con dinero público, vomiten en la prensa  (La Vanguardia 7/1/2019) sentencias del calibre de:

"...Las matemáticas del instituto están muy alejadas de las de la universidad ..."

¿¿¿Y eso es bueno???  Yo no me puedo quitar esta maldita frase de la cabeza.

"...hay matemáticos que no empatizan con sus alumnos porque cuando ellos estudiaban les gustaban las matemáticas y se les daban bien y no entienden que sus alumnos no las comprendan..."

Mientras tanto, hoy mismo, en el diario El País encontramos un artículo en el que se ofrece una visión diametralmente opuesta de los matemáticos:


donde se valora precisamente aquello que los orientadores del sistema educativo desprecian: Los valores del esfuerzo, el rigor y la disciplina.

'[...]“Las empresas”, dice, “valoran tu capacidad para resolver problemas”. Se metió en Matemáticas porque quería superar un reto difícil. “[...]'

No somos matemáticos porque las matemáticas nos sean fáciles, somos matemáticos porque nos gustan los problemas difíciles.

'[...]Según Osés, “es más fácil contratar a un matemático y enseñarle economía que contratar a un economista y enseñarle matemáticas”[...]'

Los conocimientos se pueden aprender a lo largo de toda la vida, pero el lenguaje, el dominio del lenguaje profundo, es fundamental, y por eso mismo filólogos, filósofos y matemáticos somos tan necesarios en el sistema educativo preuniversitario. El sistema educativo no puede despreciar a sus mejores profesionales.

'[...]Los matemáticos más creativos, personas que piensan en problemas sin necesidad de una aplicación en el mundo real. Pero sin los cuales no existirían avances en otros campos. Por debajo se encuentra la matemática aplicada. “Es este segundo estadio, el de la aplicación de los modelos matemáticos a ingeniería o economía, el que ha crecido”[...]'

La imposición de las competencias básicas, la dictadura de lo "aplicado a la vida real"... todo es humo pedabobo, infantil e infantilizador.

Sin salirnos del diario El País de hoy, encontramos al "experto educativo" (España la mayor densidad de expertos educativos por kilómetro cuadrado de todo el mundo) Juan Antonio Marina afirmando que “Si España pierde el tren del aprendizaje, nos convertimos en el bar de copas de Europa”. No he visto todavía el vídeo de Marina, no he estado nunca en un "bar de copas", pero tal vez sea precisamente eso: Ni Eslovenia, ni Escocia... tal vez el modelo que tienen preparado para Cataluña (o para España, que en esto no hay fet diferencial)sea el un dignísimo puesto en el Topten de las Repúblicas bananeras no caribeñas, donde encontrar la mejor relación calidad-precio en putas y camareros con la comodidad de no tener que salir de Europa.